¿Qué hacer cuando alguien te ignora de repente?
Es normal que te preguntes qué hacer cuando alguien te ignora de repente, pues la brusquedad del cambio en su comportamiento provoca, como poco, confusión. En estas situaciones es complicado seguir adelante, pues la ausencia de respuestas hace que te puedas quedar estancado buscándolas.
Cuando esto ocurre, no queda más remedio que pasar directamente a reorganizar tu vida, pues no puedes obligar a nadie a comunicarse contigo si no quiere. Es difícil de asumir, pero también necesario para no estancarnos.
Las relaciones son complejas y mantenerlas requiere un trabajo consciente y constante. Sin embargo, hay ocasiones en las que se simplifican por sí mismas y somos nosotros los que las complicamos sin saberlo. Aquí te damos algunas ideas para manejar esta situación, tan compleja y simple a la vez.
Aquello que no puedes controlar
En el primer paso, separa aquellos aspectos de la situación que puedes controlar de aquellos de los que no. Vamos a comenzar con los que están fuera de tu alcance:
- No puedes controlar el interés que alguien tiene en ti: si alguien te ignora, es porque no tiene interés en relacionarse contigo. Sea de la forma que sea, y por las razones que sean, no importa cuánto intentes agradar a esa persona.
- No puedes obligar a nadie a comunicarse contigo: es duro, pero cierto. Aunque ignorar a alguien de repente sea un comportamiento emocionalmente irresponsable, no está en tu mano hacer que te cuente las razones de su desaparición.
- Quizás tampoco puedas evitar echar de menos a esa persona: aunque no sea responsable contigo y te haya hecho daño, probablemente tendrás que pasar por un proceso de duelo.
Los intereses y prioridades de las personas cambian, y contra eso no puedes (ni debes) hacer nada. Por otro lado, no tienes la obligación de cubrir las necesidades de alguien ni de cambiar tu vida por otra persona. Esto nos lleva al siguiente punto: lo que sí eres capaz de controlar en la situación.
Lo que sí puedes controlar cuando te ignoran
Como veías anteriormente, no está dentro de tus capacidades el meterte en la mente de otra persona y hacer que sienta interés por ti ni sea responsable con tus sentimientos. Sin embargo, en el momento en el que la situación de abandono irrumpe en tu vida, sí que hay aspectos que están bajo tu control:
- Esperar un tiempo: es posible que la otra persona necesite un tiempo para recomponerse antes de hablar contigo, especialmente después de discusiones fuertes y otros conflictos de alta intensidad.
- Evaluar qué puede haber motivado el alejamiento o la desaparición: cuidado, este punto no es para culpabilizarte. Se trata de, al menos, aprender de la situación y trabajar en aspectos personales que pudieran estar influyendo negativamente en la relación.
- A enemigo que huye, puente de plata: quizás no puedas evitar echar de menos a esa persona, pero sí perseguirla. No merece la pena buscar una y otra vez a alguien que no quiere ser encontrado, que se ha ido sin darte una explicación.
- Busca ayuda: si la situación se convierte para ti en una cuesta arriba con mucha pendiente, no dudes en acudir a seres queridos en busca de apoyo, o incluso a un profesional.
Cómo actuar cuando alguien te ignora de repente
Los párrafos anteriores contienen información general, apta para señalar caminos básicos de actuación. Sin embargo, a continuación tienes algunas ideas más concretas que puedes aplicar en función de tu situación personal:
- Intenta contactar con esa persona o con sus allegados y familiares: esto puede ser útil para conseguir las razones por las que se aleja de ti.
- No insistas más de lo necesario: en el caso de que consiguieras dialogar con la persona en cuestión, no trates de forzar una solución al distanciamiento. Cuando alguien te ignora de repente y no te da razones, no merece la pena conservarle en tu vida.
- Practica la aceptación y reconstruye tu vida: este proceso es lento y trabajoso, pero necesario para no estancarse.
- Evalúa la relación en retrospectiva: es posible que estuvieras dentro de una relación de dependencia emocional o que la otra persona fuera manipuladora. En estos casos es importante reconocer estas señales para no volver a cometer los mismos errores.
Para terminar, queremos hablar de una práctica común en los últimos años: el ghosting. Este consiste en una desaparición sin explicación cuando ya se había establecido una vinculación emocional, mental o sexual con un individuo. Responde a una necesidad egoísta y narcisista de no querer enfrentarse al momento de terminar con una relación.
Si sufres un caso de ghosting, lo mejor es poner tus asuntos en orden y seguir con tu vida (y buscar ayuda profesional si la necesitas). Si, en cambio, eres tú el que estás pensando en desaparecer, piensa en cómo te gustaría ser tratado. Sé valiente y corta con esa persona de forma sana y madura.
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