Qué hacer cuando alguien te trata mal
¿Qué hacer cuando alguien te trata mal? ¿Reaccionar? ¿Poner distancia y hacer como si nada? Pocas experiencias son más complejas y controvertidas como actuar de manera adecuada a un agravio. A menudo, nos insisten en aquello de que lo más idóneo es darnos la vuelta y decirnos que el problema, en realidad, está en la otra persona; nunca en nosotros.
Esto último puede ser cierto, pero… ¿Qué hacemos con nuestras emociones? ¿Cómo manejar esa sensación de injusticia, desolación, rabia, decepción o incluso miedo? En ocasiones no es suficiente con dejar pasar una experiencia negativa. No es bueno descuidar las emociones sentidas ante una circunstancia amenazante.
Cuando alguien te trata mal: estrategias de afrontamiento
Estamos programados para reaccionar ante una situación de amenaza o peligro. Si esto es así, se debe al papel de la amígdala cerebral. Una investigación de la Universidad de Emory destaca dicha característica. Esta región cerebral asociada a las situaciones de estrés nos insta a emitir tres respuestas.
Cuando alguien nos trata mal, el mecanismo natural de respuesta nos insta a huir, atacar o quedarnos quietos (respuesta de congelación). Estas serían respuestas instintivas, las que marca nuestra naturaleza desde tiempos inmemoriales. Ahora bien, en nuestra actualidad debemos utilizar un tipo de respuesta más amplio e inteligente.
Esto implica que no podemos optar por atacar. Usar la ley del talión o responder de manera violenta a quien nos ha tratado mal, solo empeora la situación. La venganza trae pocos beneficios y solo intensifica emociones de valencia negativa como la ira.
¿Qué deberíamos hacer? Estas serían algunas claves.
No reacciones de inmediato, haz una pausa para procesar lo sucedido
Imaginemos que nuestro jefe desprecia nuestro trabajo y esfuerzo. Pongámonos en la situación de esa pareja que, en un momento dado, nos insulta. También en ese amigo que traiciona nuestra confianza… Son experiencias dolorosas y amenazantes que nos instan a reaccionar de manera automática, pero no es lo adecuado.
Tras una situación de menosprecio o trato negativo, es recomendable procesar lo sucedido con calma. Esto nos servirá para analizar la situación con detenimiento. Tal vez nos permita darnos cuenta de que, en realidad, esa acción no es aislada y que son ya varias las muestras de desprecio por parte de una persona.
Autocompasión: el dolor es real y no hay que esconderlo
La autocompasión es una estrategia valiosa en momentos difíciles. Nos permite conectarnos con nosotros mismos con empatía y respeto, sin juzgarnos.
Lo que sentimos después de que alguien nos trate mal es real y no hay que reprimirlo ni disimularlo. Solo cuando aceptamos cada emoción sentida seremos capaces de manejar mejor esa situación.
Planificar los próximos pasos
No dejemos nada al azar. Quien nos ha tratado mal una vez, puede volver a hacerlo y es conveniente preparar un plan para que esto no suceda de nuevo. Es recomendable pensar con calma y de manera reflexiva qué podemos hacer, teniendo en cuenta lo siguiente:
- El objetivo es que la otra persona tome conciencia de lo que ha hecho.
- Esa actitud no puede repetirse. Si se repite dejaremos claras las consecuencias.
- Explicaremos cómo nos hemos sentido y qué efectos ha tenido dicha acción.
- Pensaremos qué tipo de límites estableceremos ante esa persona.
Usar la asertividad
La asertividad es el lenguaje de la claridad, el respeto y la valentía. De este modo, cuando alguien te trata mal, no puedes optar por el silencio. Porque es muy probable que haya otra vulneración y esta sea más grave en caso de no responder. Debemos ser asertivos para defendernos como merecemos de manera inteligente:
- Hablaremos con calma, seguridad y de manera directa (podemos ensayar previamente).
- Haremos uso de la primera persona (yo siento, yo noto, yo quiero, yo necesito).
- Aplica la siguiente fórmula: “si vuelve a repetirse X situación, yo me sentiré de tal modo y no es permisible, por eso yo necesito que tú hagas (…) y en caso de que no lo respetes yo (…)”.
Después de una mala experiencia date tiempo de autocuidado
Cuando alguien te trata mal, todo duele. El ánimo, la autoestima e incluso la percepción que tenemos de las personas decae. Es como una herida invisible que desanima. Por no hablar del esfuerzo que debemos hacer por actuar de manera adecuada, siendo respetuosos, pero lo bastante claros para que dicha situación no se repita.
Tras dichas vivencias debemos promover el autocuidado. Es recomendable pasar tiempo con las personas que queremos, compartir lo vivido, desahogarlo y darnos tiempo de calma y bienestar. Al fin y al cabo, la vida está llena de momentos complicados, pero los buenos y felices son mucho más. Solo debemos buscarlos, ofrecérnoslos siempre que podamos.
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