¿Qué nos quiere decir la sonrisa de un bebé?

¿Qué nos quiere decir la sonrisa de un bebé?
Gema Sánchez Cuevas

Revisado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.

Escrito por Sara Clemente

Última actualización: 01 septiembre, 2020

La mayoría de los gestos o sonidos que realiza un recién nacido nos resultan, por lo general, tiernos en sí mismos. Pero hay uno que destaca especialmente en esta dimensión de ternura: la sonrisa de un bebé. Las sensaciones que produce ver a un ser tan pequeño deshacerse en carcajadas tienen el poder de despertar nuestro lado más sentimental, al mismo tiempo que un poderoso efecto contagioso.

Pero, ¿qué nos quiere decir un bebé cuando sonríe? Curiosamente, dependiendo de la edad que tenga y de la situación en la que se produzca, puede estar intentando transmitirnos una cosa u otra. Es algo parecido a lo que ocurre con el llanto. Lo emplean como medio, a falta de palabras, para comunicar sus intenciones y necesidades.

Algunas veces llora para pedir comida. Otras porque tiene gases. O porque quiere que le cambien el pañal, por fiebre, sueño… Por eso, al igual que es conveniente saber la causa del llanto, es bueno saber qué significa la sonrisa de un bebé.

Las primeras semanas es innato

Según numerosos estudios, durante las primeras semanas de vida la sonrisa es un acto reflejo. Surge de manera innata, involuntaria y automática, porque es algo para lo que las personas estamos predeterminadas genéticamente. El músculo responsable de esbozar este gesto es el risorio, que solamente está presente en los seres humanos.

Esto quiere decir que el pequeño sonríe sin que haya algo que necesariamente le haga gracia. Le basta con oír un sonido agradable, notar un pequeño cosquilleo o ver el rostro de su madre. En muchos casos, una mirada cariñosa por sí sola es suficiente para hacerle esbozar una sonrisa.

Pero a medida que el pequeño va madurando, se convierte en una respuesta a un estímulo concreto. Es decir, pasa a tener un detonante muy específico y surge como una manera de expresar infinitos matices emocionales. Veamos a qué obedece la sonrisa de un bebé a medida que van pasando los meses.

Recién nacido sonriendo

A los dos meses, la sonrisa de un bebé expresa bienestar

Dos o tres meses después de su nacimiento, la sonrisa comienza a ser expresión de bienestar. La muestra cuando se nota satisfecho y solamente cuando todas sus necesidades elementales están cubiertas. Es la señal más pura de armonía y felicidad. Así que, si tu pequeño sonríe, puedes estar tranquilo; porque todo parece ir bien.

Además, es una respuesta flexible, porque puede mostrarla en múltiples circunstancias. Por ejemplo, después de darle el pecho, al notar que su hambre está saciada. También tras una ducha de agua caliente, ya que se siente limpio y con buen olor. Al despertar por la mañana, si ha tenido una noche de descanso feliz o cuando sus padres le cogen en brazos para jugar con él.

A partir del cuarto, ya es consciente

A los 100 días de vida y hasta el sexto aproximadamente, se origina la conocida como “sonrisa consciente”, que ya es selectiva y anticipativa. Es decir, es una respuesta a un estímulo exterior que le genera placer o reconocimiento. Es señal de que se está acostumbrando a una rutina de cuidados diaria.

Generadores de esta sonrisa pueden ser la voz de su madre, una canción o una cara que se le acerque y le sonría. Hay que resaltar que a esta edad, ya el bebé sabe distinguir entre una cara familiar y otra que le resulta extraña. Por ello, no se muestran tan amigables con desconocidos y reserva la sonrisa solamente para los familiares.

Supongamos que al bebé le gusta algo y sonríe. En ese momento, si el adulto se lo vuelve a hacer, volverá a sonreír. Así, poco a poco, ese gesto se convertirá en una melodía sonora y alegre. La primera acción que suele causar esa carcajada en el bebé es la famosa “pedorreta” sobre su cuerpo. Luego, los gestos o el juego del “cúcú-tras”, en el que el adulto se esconde detrás de sus manos y después las retira rápidamente.

Pero al igual que surge este gesto agradable de forma consciente, también aparece a los 4 meses el contrario. Es el momento en que el pequeño aprende también a expresarse a través del llanto para manifestar su malestar.

Con medio año tienen variedad de sonrisas

Una vez pasados los seis primeros meses, los bebés pueden mostrar diferentes tipos de sonrisa en función de lo que quieran mostrar: alegría, diversión, aprobación… A medida que van creciendo, van siendo más precisas sus percepciones y sensaciones; por lo que la variedad de sonrisas es una muestra más de esa riqueza emocional que está adquiriendo. Gracias a esta evolución, aparecen las carcajadas que tanto nos gustan y tan contagiosas son.

Poco a poco, va sabiendo hacer reír a los demás, mediante sus vocalizaciones, balbuceos o sus gestos y su lenguaje corporal. Con ello, va reforzando sus habilidades sociales y comienza a querer ser el protagonista y a formar parte de todo tipo de juegos.

Bebé sonriendo mientras juega

De los 9 meses al año se hace plenamente consciente

A los 12 meses es el instante en el que la sonrisa de un bebé se enriquece hasta tal punto que ya la usa de forma voluntaria como respuesta a estímulos predeterminados. Es una sonrisa completamente social, porque la usa para expresar a los demás cuándo algo le produce felicidad, entretenimiento o sorpresa; pero, también sabe cuándo no emplearla, si siente miedo, angustia o rabia.

Es importante que cuando el bebé sonría, el adulto responda de forma agradable y amistosa. Con otra sonrisa, con una caricia, con un arrumaco, un abrazo o jugando. Porque es la mejor manera de ir fraguando ese vínculo afectivo y el apego. También es una manera de ir enseñando al pequeño que la figura que tiene en frente es alguien distinto a él.


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