¿Qué son las alucinaciones y qué tipos existen?
Las alucinaciones son fenómenos psicológicos que, debido a su singularidad y relativamente escasa prevalencia, despiertan un gran interés. Estas se presentan en distintas condiciones de salud y lo hacen con manifestaciones muy diversas, por ello hoy nos adentraremos en los distintos tipos de alucinaciones existentes.
La primera y más concisa definición de este término se atribuye al psiquiatra francés Esquirol. Este describió la alucinación como “una percepción sin objeto”. Es decir, cuando sufrimos una alucinación percibimos imágenes, sonidos, olores… sin que haya un estímulo externo que elicite esa percepción.
¿Alucinaciones o ilusiones?
Comúnmente se han confundido las alucinaciones con las ilusiones cuando, en realidad, sus diferencias son claras. En el caso de la ilusión, sí existe un estímulo externo, pero este se percibe de manera errónea. Sería el caso de cuando nos despertamos en mitad de la noche y al observar la silla del dormitorio llena de ropa creemos ver la silueta de una persona.
Otra gran diferencia es que las ilusiones al pasar por el filtro de la razón se desvanecen rápidamente. Por el contrario, las alucinaciones se presentan con la misma fuerza e impacto que una realidad y se resisten a todo tipo de reflexión racional. En otras palabras, la persona tiene la firme convicción de que lo que percibe existe realmente.
¿Qué tipo de alucinaciones existen?
Hay diversas formas de clasificar las alucinaciones: en función de su complejidad, de su causa, de su modo de aparición… En este caso, vamos a centrarnos en el tipo de alucinaciones que existen según la modalidad sensorial en la que se presentan.
Visuales
En las alucinaciones visuales, el individuo percibe a través de la vista algo que realmente no está ahí. Pueden ser simples, como destellos luminosos, o complejas. Estas últimas resultan mucho más elaboradas y la persona puede llegar a ver escenas completas que incluyan figuras en movimiento y a todo color.
Son el tipo de alucinación que se presenta en los momentos de transición entre la vigilia y el sueño. También son propias de estados alterados debido al consumo de sustancias y suelen aparecer durante el síndrome de abstinencia al alcohol.
Auditivas
Son las más frecuentes y las más comunes en casos de esquizofrenia. Igual que en el caso anterior, la persona puede escuchar únicamente sonidos elementales o conversaciones completas. El contenido de las mismas suele ser amenazante o imperativo. El individuo puede oír como le dan órdenes, le increpan o incluso como varias voces hablan sobre él.
Gustativas y olfativas
Suelen aparecer unidas y son mucho menos frecuentes que las anteriores. Por lo general, se trata de olores y sabores desagradables.
En el caso de las olfativas, la persona puede pensar que el olor proviene de su propio cuerpo (huelo a putrefacción) o del exterior (toda mi casa olía a orina). Por su lado, las alucinaciones gustativas pueden llevar a la persona a creer que está siendo envenenada a través de los alimentos.
Somáticas
Son sensaciones corporales, percepciones físicas en alguna parte del cuerpo. El individuo puede sentir una corriente eléctrica, percibir que está petrificado, que su cuerpo se está desgarrando o que sus órganos se están descomponiendo.
Táctiles o hápticas
Involucran el sentido del tacto. Durante las mismas existe la percepción de ser tocado, agarrado, quemado… (pasivas) o de, uno mismo, tocar algo que no existe en la realidad (activas).
Cinestésicas
Implican una percepción errónea del movimiento del propio cuerpo. La persona puede sentir que está levitando o está siendo desplazada.
Son frecuentes en pacientes con Parkinson y algunos tipos de esquizofrenia, así como entre quienes consumen sustancias psicoactivas.
Alucinaciones y salud mental
Las alucinaciones con frecuencia son asociadas a trastornos psicológicos. Si bien es cierto que muchas condiciones mentales, como la esquizofrenia, el trastorno bipolar o las demencias, se presentan acompañadas de este fenómeno, esta no es su única causa. Las mismas también pueden producirse por consumo de sustancias o abstinencia de ellas, al igual que en casos de lesión o tumor cerebral.
Incluso las personas sanas pueden experimentar alucinaciones, como en la parálisis del sueño, las auras de la migraña, o quienes creen ver o escuchar a un ser querido fallecido durante el proceso de duelo. En cualquier caso, si estas son frecuentes o interfieren en nuestro bienestar, es necesario consultar a un especialista.
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