Las relaciones intermitentes pueden ser muy angustiosas y estresantes
Terminar una relación de pareja nunca es plato de gusto. El duelo que se vive tras este evento hace que muchas personas vuelvan sin resolver los problemas que ocasionaron la ruptura. Cuando estas transiciones se vuelven cíclicas, se habla de relaciones intermitentes.
Romper y reconciliarse en serie favorece dos dinámicas nada sanas: el duelo repetido y la codependencia emocional. A largo plazo, es una situación insostenible, tanto respecto a la interacción como dentro de la emocionalidad de los miembros de la pareja.
Existe evidencia que apoya la hipótesis de que las relaciones intermitentes hacen escalar la angustia y la depresión. Por ello, conviene estar al tanto de cómo funciona esta espiral y las consecuencias que ello conlleva, así como interiorizarlo. Vamos con ello.
¿Por qué algunas personas vuelven con su expareja una y otra vez?
Algunas personas llevan a rajatabla aquel dicho de “más vale malo conocido que bueno por conocer”. En ocasiones, sienta mejor volver con alguien a quien conoces, aunque haya problemas, ya que parece más costoso profundizar en la relación con un extraño recién llegado a tu vida.
Esto produce la siguiente idea: ¿es necesario tener pareja? Lo cierto es que, aun con todo el bombardeo mediático que fomenta el amor propio y la felicidad en solitario, muchas personas intentan evitar la llamada soledad romántica. La soltería no parece una opción, pues está rodeada de mitos poco favorables y otras ideas erróneas, como la comparación con los demás.
Por otro lado, también se pueden incluir factores como la mala gestión de los conflictos (cortar la relación como reacción a una discusión fuerte, por ejemplo), la codependencia emocional o el maltrato psicológico. Cada pareja es un mundo y requiere de un análisis personalizado de la situación para generar soluciones válidas.
La angustia creciente de las relaciones intermitentes
Los procesos psicológicos y emocionales que ocurren dentro de una relación tienen un fuerte efecto sobre el bienestar individual. En concreto, la ruptura suele venir acompañada de angustia y sentimientos de ansiedad y depresión. Esto es completamente normal, pues se trata de un duelo.
No obstante, el retomar y dejar una relación repetidamente es poner a la propia mente en la tesitura de tener que vivir este duelo una y otra vez. Un estudio ya advirtió que existe una correlación positiva y creciente entre el sufrimiento emocional y el número de veces que ha “parpadeado” la pareja.
Aquellos sujetos que habían roto con su pareja y se habían reconciliado repetidas veces reportaron más síntomas de angustia en el periodo de 15 meses que duró el estudio. Este estrés, además de estar relacionado con el duelo, también parecía asociarse a la turbulencia del cambio de roles y costumbres que implica esta transición repetida.
¿Qué puedo hacer si estoy en una relación intermitente?
Llevas años con tu pareja, pero no sabes cuántos de ellos son realmente “válidos”. Esa persona ha salido y entrado en tu vida tantas veces que ya no tienes ni idea de lo que quieres en una relación. Aun así, expulsar su figura de tu mente y de tu día a día parece un paso inabarcable.
Si te suenan estas afirmaciones, sabrás que la solución para salir de las relaciones intermitentes es más compleja que el típico “pues no vuelvas más con esa persona”. Dentro de esta dinámica están implicados factores de los que es necesario aislar su influencia.
En la cercanía, la otra persona es insoportable; en la lejanía, la nostalgia enmascara lo que antes no se podía tolerar ni un minuto más.
Por eso, lo mejor es que acudas a consulta psicológica, especialmente si quieres acabar con este reciclaje de la relación y sientes que no eres capaz (o no sabes por dónde empezar). Asimismo, aquí tienes algunos consejos útiles para comenzar a salir del ciclo:
- Identifica los asuntos sin resolver que tengas con tu pareja y plantéate si es posible superarlos.
- Apóyate en tus amistades y seres queridos: su versión de tu situación te será útil para verte desde otra perspectiva.
- Plantéale a tu pareja el ciclo que estáis viviendo: es posible que la otra persona también se sienta atrapada y consigáis encontrar una solución definitiva.
- Respeta tus tiempos: muchas veces, las parejas se reconstituyen por no darse el tiempo que necesitan para pasar el duelo. Cortar todo contacto en este periodo es muy necesario para reconstruirse.
Conquistar y cultivar el respeto por uno mismo es una carrera de fondo. Aun así, no es necesario correrla en solitario, pues por el camino descubrirás que no solo las parejas son la clave de la felicidad social. No dejes que los ciclos interminables la enturbien.
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