5 señales de que tienes problemas para poner límites

Saber poner límites es necesario para mantener relaciones saludables. ¿Eres capaz de hacerlo o tienes problemas para ponerlos?
5 señales de que tienes problemas para poner límites
José Padilla

Escrito y verificado por el psicólogo José Padilla.

Última actualización: 27 abril, 2022

Poner límites es demostrar a las personas que tenemos deseos y necesidades propias diferentes a las suyas. Al marcarlos les decimos: “no puedes cruzar esta línea”. Es como delimitar las fronteras que separan a un país de otro. Cuando ponemos límites, reafirmarnos nuestra identidad, nuestros valores, nuestras creencias y nuestra autoestima.

Al limitar la influencia de las demás personas, reforzamos el sentimiento de seguridad, nos protegemos de los abusos y de la manipulación. A pesar de que poner límites es un acto necesario de respeto hacia nosotros mismos, nos cuesta mucho hacerlo, ya que solemos comprender nuestras relaciones como un todo o nada, donde muchas veces priorizamos el bienestar de los demás.

A continuación, te daremos algunas claves para que averigües si tienes problemas para poner límites y así puedas emprender un cambio en tu manera de relacionarte, donde puedas verte a ti mismo como un sujeto digno de ser respetado y valorado.

Cómo saber si tienes problemas para poner límites

Somos nuestras relaciones. Cada interacción que hemos tenido con otros -padres, familiares, amigos, profesores, extraños- ha sido el cimiento sobre el que hemos creado la visión que tenemos de nosotros en relación con las personas con las que interactuamos.

Introyectamos un patrón relacional y una serie de esquemas que han determinado el lugar que nos asignamos en nuestras relaciones y el modo en que las comprendemos y nos sentimos en ella.

Este conjunto de patrones y esquemas disfuncionales de relacionarnos tienen un papel central a la hora de poner límites. Si a lo largo de mis relaciones he aprendido que siendo sumiso y complaciente es el modo en que conservan las relaciones, va a ser muy difícil que pueda establecer límites.

El problema de no saber poner límites tiene una historia de fondo que surge de las narrativas creadas a partir de la manera en la que hemos vivido e interpretado las experiencias relacionales de nuestro pasado. Sin importar su origen, el problema se manifiesta en nuestra cotidianidad, aunque no seamos conscientes de él.

Veamos algunas señales que pueden indicarte que tienes este problema.

Hombre triste en la ventana

1. Temes al conflicto

Por miedo, evitas enfrentarte a los conflictos propios de las relaciones interpersonales. Este temor te disuade a la hora de poner límites, ya que sientes que de esta forma evitas la confrontación. Como consecuencia de esto, evitas expresar tus deseos, tus opiniones y tus desacuerdos.

El miedo al conflicto no es un buen aliado en tus relaciones porque actúa como un obstáculo, impidiéndote señalizar las fronteras que otros no deberían cruzar. Esta emoción te lleva a ser complaciente a pesar de lo que sientas o quieras.

2. Te cuesta diferenciarte de los demás

Tal vez tienes problemas para poner límites porque no tienes una idea clara de quien eres, de tu identidad. Con su esbozo puedes diferenciarte, marcar el límite entre tú y los demás. Cuando sabes quién eres y logras que los demás te reconozcan como tal, que respeten tus ideas, valores, creencias y sentimientos, es mucho más sencillo poner límites: prácticamente es la consecuencia natural.

Si de alguna manera no sabes hasta dónde llega el territorio de tus derechos, va a ser muy difícil para ti marcar fronteras. En este contexto, la separación entre el yo y el tú puede llegar a difuminarse.

Para consolidarte como algo buscas en el otro lo que no hallas en ti: una identidad. Entonces, esa persona se convierte en un marco de referencia. En consecuencia, dejas que sobrepase todo límite porque en ella eres y si la pierdes, te pierdes.

3. Tienes problemas de autoestima

Cuando tienes dificultades para verte como una persona valiosa y te juzgas de manera de forma poco amorosa, poner límites se convierte en un problema. Esto es así porque los límites son indicadores de aprecio hacia uno mismo, hacia lo que se cree, opina y siente.

Si no te valoras, ¿cómo harás que te respeten y te aprecien? No importa que los demás sobrepasen los límites porque no hay nada de valor que cuidar. Los límites son un modo de autocuidado también.

Una baja autoestima puede llevarte a considerar que no estás en posición de delimitar fronteras en tus relaciones, por lo tanto, tienes dificultades para poner límites. Si esta señal es la clave de tus problemas, es necesario que trabajes en ello para que así puedas tener relaciones más sanas, donde tú tengas un lugar de valor.

Mujer triste con baja autoestima

4. Se te hace difícil tomar decisiones

Poner límites implica tomar una decisión con firmeza. Si tienes problemas para decidir y persistir en lo que has decidido, puedes tener problemas para poner límites porque sencillamente no te decides a hacerlo.

Te entran dudas: “¿será que sí o será mejor que no?”, formas un dilema: “si lo hago puede que él o ella… pero si no lo hago puede que… ¡No sé qué hacer!”. Mientras te decides, los otros sobrepasan el límite. Ellos no te van a esperar.

5. Te gusta complacer a los demás

Hacer lo que los demás quieren y desean por sistema es una clara señal de que tienes problemas para poner límites. Lo es porque probablemente en muchas ocasiones termines realizando actos o invirtiendo tus recursos en lo que en realidad no quieres.

Cuando solo estás pendiente de la satisfacción, el agrado o el placer de los demás, es fácil que pierdas tus necesidades de vista. Este en sí no es el problema, sino que al perderlas de vista es más improbable que las satisfagas.

Para poner límites, es necesario que aprendas/te atrevas a decir no. Estás en tu derecho de no satisfacer una petición -es intrínseco a la naturaleza de petición-. Cumplir por sistema los deseos de los demás puede estar relacionado con el temor al conflicto, a la dependencia emocional, a una baja autoestima, al temor a la soledad o a perder el afecto de la otra persona.

Los problemas para poner límites se expresan de diferentes maneras en nuestras relaciones. Si de verdad queremos tener relaciones sanas, en las que el respeto por el otro sea una constante, es preciso que aprendamos a establecer límites que nos permitan desarrollarnos y ser en libertad.

¿En qué situaciones te cuesta poner límites? ¿Hay personas con las que se te haga más difícil? ¿De qué manera la falta de límites puede afectar tus relaciones y tu bienestar?


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  • Fierro, A. (1997). La identidad personal. M. Pérez Olvera (Comp.), Antología de Lecturas, 21-28.
  • Rojas, Q., & Milagros, V. (2007). La autoestima.

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