¿Qué es el ruido blanco y por qué debemos escucharlo?
Muchas personas han adoptado la costumbre de dormir con el televisor encendido. Aseguran que sin ese sonido de fondo les resulta mucho más difícil conciliar el sueño. La explicación para que esto ocurra podría estar en el ruido blanco, un concepto que se ha vuelto popular y al que, evidentemente, muchas personas acuden.
El sonido de fondo del televisor, que no está en ningún canal, es un ejemplo de ruido blanco. También lo es un radio sin sintonizar o, por ejemplo, el sonido que emite un aire acondicionado. Lo que tienen en común, desde el punto de vista físico, es que se trata de un sonido constante y monótono. Se especula con que su efecto es tranquilizante.
En este sentido, el neurocientífico Seth Horowitz ha indicado que “El ruido blanco es literalmente una pared de energía sónica, sin patrones”. Se ha extendido tanto la idea de que ayuda a dormir que incluso ya existen aplicaciones tecnológicas que lo producen.
“La noche es el momento más duro para estar vivo”.
-Poppy Z. Brite-
El ruido blanco, ¿tiene efectos positivos?
Desde el punto de vista biológico, se afirma que el ruido blanco permite enmascarar o ignorar otros ruidos que provienen del entorno. De este modo, si aparece algún estímulo auditivo adicional, lo más probable es que no logre activar la corteza cerebral durante el sueño.
Esto, en otras palabras, significa que el ruido blanco es una especie de pantalla invisible y protectora. Es una barrera para otros sonidos. De este modo, quienes son más proclives a despertar con cualquier ruido del ambiente logran sacarle gran provecho a ese “sonsonete” de fondo.
Se debe recordar que el oído es el único sentido que sigue funcionando plenamente durante el sueño. Esto se debe a que es esencial para la supervivencia. Si todos los sentidos se apagaran por completo, no habría forma de detectar un peligro y despertar para conjurarlo.
Sin embargo, esto mismo hace que el oído se torne a veces muy sensible a los ruidos que se producen mientras dormimos. Hay quienes se despiertan varias veces en la noche con un ladrido, un auto o cualquier sonido. En ese caso, el ruido blanco contribuye a que esto no ocurra y se pueda seguir durmiendo feliz y plácidamente.
Los reparos frente al ruido blanco
Aunque miles de personas en el mundo aseguran que el ruido blanco es un magnífico aliado para dormir, esto no está probado científicamente. Hasta el momento no existe ningún estudio disponible que corrobore o contradiga ese postulado. Sin embargo, sí que han surgido voces importantes en contra de la hipótesis.
Seth Horowitz ha dicho que, a largo plazo, el ruido blanco podría afectar las células ciliadas. Dichas células son las que nos permiten captar los sonidos. Lo que plantea este experto es que una exposición prolongada a ese tipo de ruidos obliga a estas células a mantenerse en máxima actividad. La consecuencia sería que si hay algún daño en ellas, no se produciría el proceso natural del reparación de dicho daño o al menos se ería dificultado.
Igual que todavía no hay evidencia científica sobre las bondades del ruido blanco, tampoco hay investigaciones que indiquen lo contrario. Lo que sí hay es un ejército de personas en el mundo que acuden a él para dormir mejor. Incluso ha probado ser muy eficaz con los bebés y a veces se emplea también para estudiar con mayor concentración.
Entre tanto, también ha comenzado a hablarse de ruidos de otros colores. Se menciona, por ejemplo, el “ruido marrón”. Este es el que produce una cascada lejana. También es un sonido monótono y tranquilizante, pero natural. Se habla también del “ruido rosa”, que no es tan regular, como en el caso de la lluvia. Todos estos ruidos tendrían efectos similares.
Problemas de sueño y ruido blanco
Algunos estudiosos han sugerido que los trastornos de sueño no deberían tratarse con este tipo de “trucos”. Indican que detrás del insomnio puede haber multitud de causas que deben ser investigadas de fondo. Quizás se logre dormir acudiendo al ruido blanco, pero esto no soluciona otros problemas que pudiera haber.
Más que un problema en sí mismo, el insomnio es la manifestación de dificultades más profundas. En la mayoría de los casos, la imposibilidad de conciliar el sueño está asociada con estados de ansiedad y conflictos no resueltos. Por lo tanto, aunque el ruido blanco pueda solucionar en gran medida el problema del sueño, también podría contribuir a maquillar un síntoma de una enfermedad importante.
Por otro lado, el hecho de no poder dormir tiene consecuencias desastrosas. No solo exacerba el nerviosismo y la depresión, sino que también afecta notoriamente la salud física. Por eso no resulta nada descabellado que se recurra a este tipo de “trucos” que, finalmente, son mucho menos nocivos que el consumo de tranquilizantes o la aceptación pasiva de un desvelo recurrente.
Se podría entonces afirmar que quizás lo más inteligente sea encontrar un punto intermedio. Si el ruido blanco permite solucionar los problemas de insomnio, resulta muy positivo acudir a este método. Al mismo tiempo, no se debe olvidar que podría haber otras dificultades de fondo a las que no deberíamos dejar de prestar atención por muy bueno que sea el parche que hayamos encontrado para el síntoma.