Sácale partido a tu creatividad para conseguir cambios positivos
La vida está llena de momentos inesperados, de cambios que, para bien o para mal, hacen que lo que fue deje de serlo. Es difícil adaptarse a lo nuevo, la realidad ya no se puede observar y analizar desde la misma perspectiva y es quizás ese factor sorpresa el que nos hace sentir vivos y al mismo tiempo nos genera vértigo.
Son momentos en los que es mejor permanecer observando, analizando, absorbiendo y comprendiendo la nueva situación. No pasa nada, toda adaptación demanda un tiempo y no en todas las personas tiene por qué ser igual. De hecho, en la misma persona este tiempo también puede variar en función de la etapa de la vida en la que le toque realizar la adaptación.
¿Qué aportan los cambios negativos?
Los cambios negativos suele motivar una reflexión interior, dar paso a un diálogo íntimo que nos mueve a buscar razones, excusas, culpables y responsables en los que el mundo se convierte en nuestro mayor enemigo y nos sentimos demasiado pequeños para combatirlo. Desaparecen relaciones, nos aferramos a lo que fuimos y empezamos a dudar de las brújulas que hasta ese momento nos han servido de referencia.
Es entonces cuando la creatividad se afila para buscar salidas o soluciones: todo nuestro ser se vuelca en cambiar la situación y recobrar el equilibrio. Una tarea realmente agotadora, pero muy productiva de aprendizaje, superación y reencuentro con el camino que abandonamos. Realmente la insatisfacción parece ser la fuente, el motor del cambio.
La creatividad expresa, grita todo lo que queremos cambiar, lo que es y lo que debería ser, lo que fui y lo que quiero ser. Cambia el mundo, lo transforma y lo modela, convirtiéndolo en un lugar mejor para vivir.
La negación del cambio
Los estados de transición vital, característicos por la incertidumbre que les acompaña, suelen producir vértigo en algunas personas, hasta pánico. Tanto que incluso son incapaces de sentirse plenas en ningún momento y permanecen atascadas, enjauladas en su tristeza, en sus crisis, sin permitir que la felicidad y/o otras infelicidades formen parte de sus vidas. Un estado peligroso que puede convertirte en una persona que no te gusta.
Es un momento de abandono, que cuando dura un periodo demasiado largo puede dar cierta sensación de comodidad, incluso reconfortar. Ya manejan la situación y cambiarla podría suponer perder el falso equilibrio que alcanzaron, al tener que mover el árbol de nuevo y salir de su zona de confort.
Un periodo de aprendizaje
Carl Rogers, psicólogo estadounidense, defendía la visión positiva del ser humano. Así, pensaba que cada uno de nosotros puede convertirse en el tipo de personas que deseemos. A partir de ahí todo un proceso de aprendizaje se activa al ser sorprendidos por los cambios.
Es importante definir las dificultades y buscar las soluciones. De hecho la creatividad se aprende y se estimula en los procesos en los que somos sensibles a los problemas y estamos motivados para encontrarles una solución. Nace cuando somos conscientes de nuestros puntos débiles, capaces de reunir la información válida, analizarla y buscar la oportunidad que necesitamos para que el cambio se transforme en una situación positiva.
“La esencia misma de la creatividad es su novedad”
-Carl Rogers-
La creatividad aflora más fácilmente en las personas inconformistas que buscan recursos para reinventar la realidad que viven ellos mismos o los demás. Necesitan un estado casi permanente de cambios y mejoras en todo aquello que se consideren capaces de cambiar.
Es por ello que los cambios externos y las circunstancias que los rodean demandan una valoración. Analicemos los cambios en función de nuestra capacidad creativa para adaptarnos a ellos o modificarlos siempre buscando una salida positiva.
- Adaptándose a aquellos cambios que debo asumir y que son imposibles de modificar ya que no está en nuestras manos alterar esa realidad.
- Buscando soluciones para alterar o modificar nuestro entorno.
- Buscando soluciones para revisar qué podemos alterar en nuestras vidas y nos perjudica.
Alcanzando el cambio positivo
Cuando finalmente el cambio positivo se produce, nos relajamos y disfrutamos de cada instante, la mente continúa creando pero deja de buscar y pelear. El mundo parece haberse convertido en ese lugar maravilloso que siempre debió ser. Por arte de magia todos los enemigos desaparecen, o al menos no los percibimos. Además, nos sentimos llenos de energía para enfrentarnos a cualquier problema que nos encontremos.
La creatividad en este punto parece haber desaparecido o la intensa búsqueda de soluciones ha cesado y con ella el esfuerzo que empleamos. En realidad es un periodo de transición, nuestra identidad parece haber cambiado y con ella las percepciones de uno mismo y de los demás.
Durante este periodo hay que parar para observar, analizar y absorber todo lo nuevo. Sí, realmente es todo nuevo. Nada parecerá como antes, y aunque se regresen momentos peores, ya no tendremos tanto miedo a los cambios.