Si te conformas con migajas, siempre estarás débil y hambrienta

Si te conformas con migajas, siempre estarás débil y hambrienta
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Última actualización: 07 junio, 2019

Las migajas permiten sobrevivir, saltar de un lugar a otro a través del tiempo. Te permiten seguir viviendo, pero apenas te sostienen, arrastrando tu autoestima y tus ilusiones. Hay demasiadas personas conformándose con migajas que tienen una gran sensibilidad y talento, y demasiadas personas degustando el pastel entero sin el menor atisbo de decencia y sentimientos.

Si no existieran las personas que se conforman con migajas, no existirían las personas cebadas de ego y autocomplaciencia, o al menos lo tendrían más complicado. Se trata de personas que se complementan entre ellas creando relaciones tóxicas: el sádico con la masoquista, el trabajador abnegado y el jefe explotador, el marido entregado y la mujer atosigadora. El padre prudente y el hijo convertido en “pequeño tirano”.

¿Crees que estos continuos que se han convertido en dicotomías para poder relacionarse de la forma más cómoda y fácil surgieron de la nada? ¿Crees que algunos nacemos dispuestos a conformarnos con migajas y otros capacitados para comerse el pastel entero una y otra vez?

Lógicamente, esto no es así. Ni la frenología demostró que los negros tenían un cerebro con hendiduras que les predispusieran a la sumisión, ni los blancos una estructura cerebral que los convirtieran en amos y a la vez en dignos mandatarios.

La capacidad de no rebelarse viene desde muy lejos y el resultado es una autoestima acorralada y empequeñecida por miedos que en realidad son simples sombras, pensamientos de humo que no tienen ningún tipo de relato paralelo en la realidad salvo las cadenas que imponen a las personas que lo tienen.

Las migajas para tan solo sobrevivir hoy

Nuestras migajas para sobrevivir hoy son el hambre y la incertidumbre para mañana. No es fácil detectar cuando te están dando migajas y cuando estás recibiendo lo que hace sentir fuerte y entera. Pongamos el caso de una mujer que busca el amor y continuamente se topa con hombres que mienten y que además la ignoran, otorgándoles un papel irrelevante en sus vidas

Esta mujer valora el amor, el sentirse acompañada, la intimidad de los abrazos. Necesita alguna dosis de ello para “seguir tirando”. Sin embargo, ella da tanto y se conforma con tan poco que al final no encuentra nada de ello. Encuentra un beso entre cientos de desplantes, escucha una frase bonita tras un gran número de hechos que la contradicen y se encuentra durmiendo con alguien al que cada día conoce menos.

mujer pajaro en cabeza

Muchas personas piensan que dar amor sin esperar nada a cambio es bello. La parte maquiavélica de esta relación emocional desigual es que de tanto dar sin recibir, a veces se acaba por entregar también el amor propio.

Piensa que amar sin pedir nada a cambio es distinto a entregarte sin límite, hasta que te encuentres seca y exhausta, sin nada positivo que lo compense. Hasta que termines en una situación en la que ni siquiera queden clavos ardiendo a los que te puedas agarrar.

No tienes que establecer un contrato para saber cuánto estás dispuesta a perder cada vez. No se trata de prever posibles daños y prejuicios. Tu autoestima necesita ojos bien abiertos, oídos que escuchen con inteligencia y una memoria que sepa relacionar lo que acaba de vivir con lo que en realidad no desea que vuelva a ocurrir.

Tu autoestima no se forma con migajas

Tu autoestima no se conforma con migajas porque no es así cómo se forma. Tu autoestima se conforma de empatía, asertividad y capacidad para ser independiente. La autoestima dañada es parecida a un trabajador remunerado de forma totalmente mediocre. Trabajando horas y horas sin parar, sin ni tan siquiera la posibilidad de vivir una vida digna.

Nunca llevará a ninguna parte entregarlo todo, soportar los desprecios o aguantar la indiferencia para agradar. Eso nos convierte en un elemento subsidiario de lo emocional, en alguien que vive el romance soportando el noventa por ciento del tiempo sus vaivenes y el 10% su parte positiva, para pasar posteriormente a ser una persona cien por cien agotada. Sin fuerzas ni autoestima para buscar algo que le llene de verdad y no las migajas que le van tirando.

mujer practicando el autoconocimiento

Si quieres tener tu autoestima a cubierto y tus planes de vida a la vista y no a la deriva, no dejes que los demás te den migajas y que vean como tú te conformas y hasta te muestras agradecida con ello, porque quizás has llegado a pensar que es a lo único que puedes aspirar.

El resultado es un círculo vicioso: al acabar una relación siempre estarás débil y hambrienta, conformándote con las migajas de aquí y allá, sin poder a llegar nunca a saborear el pastel entero porque te has convencido de no merecerlo y los demás se lo han creído. Y eso parece encantarles, para su comodidad y juego. Ante las migajas, indiferencia.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.