Sin ti, yo no existo
Lo es todo para ti, no concibes la vida sin esa persona, con ella te sientes complementada, pero sin ella no eres nada… o al menos eso cree… Tu pensamiento constante es “Sin ti, yo no existo”. Quizás hayas sentido esto alguna vez, quizás lo hayas vivido o lo estés viviendo ahora…
Cuando todo tu mundo gira en torno a una persona que amas, si esa persona te abandona, tu mundo se derrumba. De repente, todo empieza a carecer de sentido. Te sientes abandonado, vulnerable, solo… No sabes qué hacer ni cómo actuar. Esa persona lo era todo y ahora… no tienes nada.
“Depender de la persona que se ama es una manera de enterrarse en vida, un acto de auto mutilación psicológica donde el amor propio, el auto respeto y la esencia de uno mismo son ofrendados y regalados irracionalmente”
-Walter Riso-
Es normal sentirse así, pues si has compartido tiempo con esa persona quizás de encuentres vacío durante un tiempo. Pero… ¿que tu vida y tu existencia dependan de ella? ¿qué es eso de “Sin ti, yo no existo”? Aquí ya debemos pensar en si estamos hablando de dependencia emocional.
Mi alegría dependía de ti
El vacío del que hablábamos anteriormente puede suceder cuando fallece un ser que amamos. Puede ser una madre, un padre, un hermano o nuestra pareja, entre otros. Es algo que no hemos podido evitar. Por circunstancias de la vida, esta se ha llevado la vida de esa persona que lo era todo para nosotros. Desde luego, nos llevará un tiempo poder asimilar y aceptar el vacío que ahora sentimos.
Pero, ¿qué ocurre cuando una persona se va de nuestro lado? ¿Qué pasa cuando se rompe nuestra relación de pareja, por ejemplo? En este caso, si todo se derrumba y no logramos seguir adelante, quizás nos hayamos aferrado a esa persona más de lo que debiéramos.
No podemos retener a nadie a nuestro lado, al igual que no podemos pretender que toda relación vaya bien. Pero, lo que sí no nos podemos permitir es dejar de existir, de cuidarnos, de pensar en nosotros una vez esa persona se ha ido. Debes pensar siempre en ti. Aunque estés con alguien, no permitas que tu vida, tu felicidad, tu bienestar dependa totalmente de la otra persona.
Estás realmente equivocado si piensas que esto es la verdadera felicidad. Tú debes ser libre, estar bien contigo mismo. Con esto, puedes compartir tu vida con la de otra persona, pero nunca darle el poder de decidir sobre ella. ¿Por qué de repente le doy el timón de mi vida a esa persona que amo?
Quizás sufras de una baja autoestima, quizás lo estés dando todo… Quizás tengas miedo al abandono y necesites aferrarte lo máximo que puedas, buscando esa seguridad de la que careces.
Aunque ya no estés, no me rendiré
Para liberarte de esta dependencia, debes tener en cuenta ciertas actitudes que te impiden avanzar y te bloquean si no tienes a tu lado a esa persona que es el centro de tu existencia. Para empezar, debes cuidar tu autoestima. Quiérete a ti mismo y date el valor que mereces. No pongas tu vida en manos de nadie, pues solo tú tienes el poder de decidir su rumbo. Con esto, ¿qué más debo tener en cuenta?
- No permitas que tu felicidad se centre en una sola persona.
- No antepongas sus deseos a los tuyos.
- Si solo te sientes bien cuando te sientes querido, ¡cambia! Hay algo que no funciona como debiera.
- No aceptes estar con alguien aunque sufras.
- No permitas que esa persona sea el centro de tu vida.
Estas y muchas otras circunstancias son las que provocan que nuestra felicidad dependa de otros y no de nosotros mismos, como debería ser. En ocasiones confundimos el amor o el cariño con la necesidad. Esto no trae nunca nada bueno y la relación no podrá ser sana. Debes poder estar en paz contigo mismo sin tener por qué necesitar de nadie. Aprende a estar solo, aprende a no depender de nadie.
“Aprende a amar sin atentar contra tu libertad”
Es posible que tengas miedo a estar solo, ¿pero de verdad ayuda a estar con alguien por miedo a caminar solo? Quizás te dé confianza y seguridad, pero las relaciones que construirás serán destructivas… y para nada saludables…
No te des el lujo de ser infeliz en tu vida, porque en tus manos está ser feliz por ti mismo. Libérate de cualquier atadura y reencuéntrate con tu yo interior. Ese que nunca te abandonará y que siempre estará contigo. Sin ti… puedo existir. Sin ti, sigo siendo yo.
Imágenes cortesía de Mijail Khonch, Claudia Tremblay, Art Spheric