
Pasar de un pensamiento ansioso a uno reflexivo requiere tiempo, compromiso con uno mismo y voluntad de cambio. Porque, cuando la mente se habitúa a procesar la realidad de una manera determinada, cuesta bastante convencerla de que lo haga de…
Cuando nuestra felicidad está supeditada en exclusiva a una persona, el sufrimiento es inevitable. El apego insano y obsesivo es el mayor detonante de malestares, de boicoteos y pérdidas de autoestima. Por tanto, debemos tenerlo claro: es necesario eliminar la dependencia emocional. hay que dar un paso efectivo para ser autónomos y emocionalmente solventes en materia afectiva.
La dependencia emocional tiene mucho que ver con la forma en que una persona se infravalora o la desvalorizan (caso, por ejemplo, de las mujeres víctimas violencia de género). Asimismo, no podemos dejar de lado un hecho casi innegable. Todos lo hemos hecho alguna vez. Confundimos amor con apego y nos vemos envueltos en vínculos faltos de reciprocidad. Incluso hasta el punto de dejar nuestro bienestar a merced de un tercero.
Aprendamos, por tanto, qué pasos o procesos internos debemos poner en práctica para disfrutar de unas relaciones más saludables. En las que la dependencia emocional no sea la que las guíe.
Un primer aspecto que debemos considerar es el siguiente: la dependencia emocional se extiende más allá de las relaciones de pareja. También se suele evidenciar con otras vinculaciones sociales: con amistades, compañeros, familia y personas del entorno. En general, es una situación que puede extenderse a casi cualquier ámbito.
A menudo, pueden pasar largos períodos de tiempo hasta que nos damos cuenta. Hablamos de meses e incluso de muchos años. ¿Por qué nos damos cuenta tan tarde? Porque durante ese trayecto, solemos haber perdido nuestra autosuficiencia emocional. Estamos supeditados a alguien hasta el punto de no pensar ni de actuar por nosotros mismos.
Intuir esa realidad psicológica será, sin duda, el primer paso para proceder a eliminar la dependencia emocional. Tengamos en cuenta los siguientes:
Para evaluar si tenemos la tendencia a establecer relaciones de dependencia con los demás, podemos fijarnos en las siguientes características:
A cualquiera nos gustaría tener a alguien especial en nuestra vida. Lo que diferencia a una persona no dependiente es que cuando están solo/a puede tener momentos de melancolía, pero eso no le detiene para seguir disfrutando de otras facetas de su vida.
Una vez que ya se ha reconocido la existencia del problema y se tiene convencimiento de la necesidad de eliminar la dependencia emocional, debemos dar un segundo paso. Haremos un listado de cosas que hemos llegado a hacer por alguien y que de una u otra forma, nos han perjudicado. No nos referimos a las acciones que hemos hecho por el otro basándonos en el amor; sino en lo que hemos hecho aún sabiendo que no era lo que queríamos, deseábamos o nos beneficiaba en ese momento.
Ten en cuenta que una persona dependiente no se fija en su bienestar personal, sino en el de la otra persona para no perderla.
Si quieres cambiar y eliminar la dependencia emocional en tu vida, lo primero que debes hacer es pensar en ti.
¿Qué cosas tenía la otra persona que te perjudicaban? ¿Qué has hecho tú por el otro que a ti te hacía daño? ¿Has dejado de lado amistades, familia, actividades, estudios, desarrollo personal, etc..? ¿Te han tratado con el respeto que te mereces?
En estos casos es importante ser consciente del sufrimiento que hemos experimentado. Todo lo dejado o relegado tiene un coste. Todo tiempo invertido es calidad de vida perdida. Reflexionemos sobre ello.
Como hemos visto el factor principal de cualquier dependencia emocional es una baja autoestima. Existen muchas opciones para poder reforzarla. La cuestión es darle la importancia que se merece y recuperar ese tendón psicológico indispensable.
Veamos a continuación algunos consejos:
«La mayoría de miedos de ser rechazado descansan en el deseo de ser aprobados por otras personas. No bases tu autoestima en sus opiniones».
-Harvey Mackay-
La vida es más bonita con amor, pero éste llega sanamente cuando nos sentimos bien con nosotros mismos. No podemos tener una relación saludable si antes no nos hemos desarrollado como personas. Por tanto, para eliminar la dependencia emocional, es necesario aprender a estar solos. Disfrutar de nosotros mismos. Entendernos, comprendernos. Ahondar en cómo somos, qué deseamos y qué no.
Cuando uno mismo se ama y no necesita a los demás, es cuando está preparado para querer de una manera sana.
A todos nos gustaría tener una pareja ideal, personas a quien querer. Pero una cosa es “necesitar” y otra muy diferente “desear”. Cuando necesitamos no funciona. Cuando tenemos que tener a alguien a nuestro lado para sentirnos bien, es muy probable que la relación no se desarrolle de manera saludable.
Uno debe aprender a disfrutar de la vida sin pareja. Hay infinidad de cosas que hacer, como descubrir y desarrollar nuestros habilidades, labrar nuestro futuro, dedicar tiempo a las aficiones, hacer amistades con gente buena, viajar, disfrutar de las pequeñas cosas. Y sobre todo cuidarnos y amarnos como nos merecemos.
Eliminar la dependencia emocional es preservar nuestra autosuficiencia, es invertir en dignidad y bienestar.