Superagers: las mentes mejor conservadas
Cuando envejecemos, nuestras capacidades cognitivas comienzan a disminuir. Así, las capacidades de razonamiento, memoria y velocidad de procesamiento, que alcanzan su máximo rendimiento en la adultez, se ven afectadas con la edad. Sin embargo, existe una parte de la población de mayores que presentan un mayor rendimiento en comparación al de sus iguales. A estas personas se les ha llamado superagers.
Este nombre lo han recibido personas de 80 años de edad o mayores cuya memoria funciona igual que otras que tienen entre 25 o 30 años menos. Esto ha generado un gran interés en la comunidad científica al ver que, además, tenían vidas muy activas y no mostraban signos de cansancio. Así, se plantea incluso la posibilidad de que tengan hasta una constitución genética diferente.
¿Por qué son especiales?
De forma general, los superagers son especiales porque presentan capacidades superiores a las que se esperaría para su edad. En este sentido, algunos expertos han diferenciado entre superagers físicos y superagers cognitivos. Los primeros, presentan una capacidad aeróbica fantástica. Y los segundos, muestran, sobre todo, una memoria excelente, comparable a la de jóvenes adultos.
Por otro lado, está más o menos claro que son personas más resilientes ante las adversidades de la vida. Incluso se estudia si entre sus características de personalidad está el ser más extravertido y menos neurótico. Esto llevaría a afrontar los retos de una forma distinta, incluso a mostrar cierta inclinación hacia actividades que potencian las capacidades cerebrales. Por ejemplo, el ejercicio o las actividades estimulantes.
No se conoce con exactitud qué es lo que ha llevado a estas personas de avanzada edad a tener estas características. Lo que es evidente, es que los investigadores de todo el mundo están tratando de descubrirlo con el objetivo de poder aplicar la clave a intervenciones en adultos. De esta manera, ya se han encontrado resultados sobre qué les diferencia y, por tanto, por qué han alcanzado tal nivel.
Un cerebro distinto
Principalmente, los investigadores se han centrado en estudiar el cerebro de estas personas. Uno de los descubrimientos que se han hecho es en relación a la proteína beta amiloide. Esta proteína, presente de forma natural en el cerebro, puede terminar por agruparse formando placas, las cuales son un punto clave en la enfermedad de Alzheimer.
Así, en los superager se ha visto una mayor presencia de beta amiloide e incluso de placas. Sin embargo, a pesar de esto, las capacidades cognitivas y en especial de memoria se veían intactas.
Además, parece ser que estos “súper mayores” tienen más neuronas von economo que la media de sus iguales. Estas neuronas son un tipo especial de célula que, al parecer, sirvieron durante la evolución para satisfacer las demandas de un cerebro más grande. A lo largo de su desarrollo, se convirtieron en un centro de emoción, sensibilidad e inteligencia emocional.
Así, los investigadores han encontrado más neuronas de este tipo en tres regiones cerebrales de los superagers: la corteza frontoinsular, la prefrontal dorsolateral y cingulada anterior. Esta corteza anterior cingulada, más gruesa en superagers, está relacionada con las funciones ejecutivas, empatía y comunicación.
Aspecto social
Si tenemos en cuenta las características cerebrales que los diferencian, sería de esperar que también presenten un comportamiento social distinto. En este sentido, un estudio de la Universidad de Chicago, comparó a un grupo de superagers con un grupo de iguales en cuestión de personalidad, bienestar y tareas de memoria.
Entre sus resultados, cabe destacar que observaron niveles similares de bienestar en ambos grupos. En cambio, los superagers puntuaron más alto en la escala de relaciones positivas. Es decir, presentaban mayor satisfacción y cualidad en sus relaciones. Este hallazgo encaja con el mayor desarrollo de las neuronas von economo y la corteza cingulada anterior, estableciéndose como un punto clave en la conservación de sus mentes.
Además, corrobora un gran campo de investigación que viene confirmando que las actividades sociales e interacciones positivas son muy beneficiosas para la salud cognitiva. No solo por la importancia que tiene el apoyo social, sino porque cuando nos relacionamos con los demás estamos activando todo el cerebro y potenciando algunas habilidades cognitivas. Entre ellas, la memoria, la atención o la toma de decisiones.
Entonces, ¿cómo podemos convertirnos en superagers? El secreto de este poder no está aún claro. De hecho, se han observado diferencias genéticas en este grupo tan bien conservado. No obstante, si tenemos en cuenta lo que los caracteriza, una vez más la naturaleza y la investigación nos recuerdan que para permanecer sanos por mucho tiempo, el secreto es mantenerse activos física, mental y socialmente.