Terapia breve estratégica según Giorgio Nardone, ¿en qué consiste?
La adaptación de la terapia breve estratégica (TBE) por parte del psicólogo italiano Giorgio Nardone es un modelo que pretende responder a las necesidades del paciente/cliente/consultante en un tiempo muy corto. Para ello, el terapeuta renuncia a explorar la historia del asistente, dedicando la atención al presente y a lo que sucede en él.
En la TBE se utilizan técnicas específicas para crear un cambio rápido en el pensamiento y el comportamiento; son estrategias como las que veremos a continuación.
- La paradoja: se utiliza para desafiar la lógica del problema y cambiar la forma en que el paciente lo percibe. Por ejemplo, instar al paciente a que intente hacer lo contrario de lo que ha estado haciendo para resolver su problema.
- El reencuadre de los problemas: consiste en cambiar la percepción del problema para que se vea de una manera diferente. Pretende cambiar la perspectiva del paciente, haciéndole ver el conflicto de una manera más positiva o menos amenazante.
- La sorpresa: empleada para interrumpir los patrones de pensamiento y comportamiento del paciente y fomentar la flexibilidad. Persigue crear una situación inesperada o sorprendente que le haga ver que hay otras formas de pensar o actuar frente al problema.
- La desviación de la atención del problema: desvía la atención del paciente de la descripción del problema y la enfoca en la búsqueda de soluciones. Se le anima a hablar de las excepciones a su conflicto, es decir, los momentos en que el problema no ocurre o es menos intenso.
- La prescripción del síntoma: sugiere al paciente que intencionalmente realice o exagere el comportamiento o síntoma que le causa problemas. Esta técnica le haría darse cuenta de que tiene el control sobre su comportamiento y puede ayudar a reducir la ansiedad asociada al síntoma.
La TBE nos invita a realizar reflexiones como las siguientes: «¿qué es ‘la realidad’?», «¿cuántas ‘realidades’ existen?». Si tenemos en cuenta que el ser humano es un organismo que «construye su propia realidad», esta tendrá tendencia a ser subjetiva, única y particular de cada persona. Con tal premisa nace precisamente el modelo de Nardone, que señala que «la realidad objetiva» es una quimera (Bartoli et al., 2023).
«La solución no es el final del problema, sino el inicio de algo nuevo».
-Giorgio Nardone-
Terapia Breve Estratégica, ¿en qué consiste esta técnica de Giorgio Nardone?
La terapia surge gracias a los desarrollos del famoso Mental Research Institute (Palo Alto, California), la cuna de la psicoterapia sistémica. Hablamos de un enfoque centrado en la solución en el momento presente, pero sin dejar de atender los orígenes de la persona.
Mediante el uso de diversas estrategias, el profesional busca romper el círculo vicioso en que se encuentra el paciente. A menudo, las personas solucionan los problemas con métodos similares. Y, en consecuencia, fracasan.
El objetivo se concentra en promover soluciones alternativas que puedan modificar lo que Giorgio Nardone denomina «sistema perceptivo reactivo», que explicaremos más adelante. Esto se consigue mediante prescripciones, mensajes metafóricos, técnicas hipnóticas y conversaciones estratégicas (Bartoli et al., 2023)
«La fuerza de la terapia breve estratégica no reside en los problemas, sino en las soluciones».
-Giorgio Nardone-
La construcción de soluciones para mitigar los problemas
Tras la afirmación de que «cada sujeto cimenta su propia realidad», también podemos deducir que, cuando surgen problemas, la persona es capaz de construir «sus propias cárceles». Así, según Giorgio Nardone, lo importante es buscar multitud de soluciones para problemas particulares. O sea, ampliar el abanico de posibles respuestas.
El sujeto, con su problema (es decir, sus síntomas de ansiedad, de depresión o de la entidad clínica que tenga), ha tratado de solucionarlo de diversas formas. Sin embargo, todas ellas resultan infructuosas. En terapia, se busca proporcionar una óptica diferente que permita «romper el círculo vicioso» de los intentos de solución ineficaces ejecutados por el paciente (Bartoli et al., 2023).
Para ello, tras identificar el problema que trae la persona a consulta, se estudia cómo este «funciona en el día a día de la persona». Es decir, esta técnica fija su atención en el impacto que tiene dicho problema en la vida diaria del paciente. El enfoque se centra en aquellos elementos que mantienen el problema, que pueden coincidir con las causas originales o ser otras muy distintas.
Al centrarnos en la resolución de la entidad clínica, en vez de en su origen, el tiempo dedicado al tratamiento disminuye exponencialmente. Para Giorgio Nardone, de poco le sirve al paciente que el terapeuta se centre en las «características clínicas objetivas» del trastorno. El terapeuta, desde este enfoque, prefiere centrarse el «problema a partir de su solución» (Bartoli et al., 2023).
Con este fin, usa las conversaciones estratégicas y de la reestructuración cognitiva. Se sirve de preguntas estratégicas (por ejemplo, «¿los pensamientos que irrumpen en tu mente son siempre iguales o distintos?»), así como de prescripciones (por ejemplo, «por la noche, mírate en un espejo y pregúntate: ¿quiero dejar de sentirme así o prefiero seguir experimentando ira?»)
«El problema no es ‘el problema’, sino cómo reaccionamos ante él».
-Giorgio Nardone-
Estrategias para el cambio
Mientras que los terapeutas tradicionales asumen la creencia de que «poseen un conocimiento científico y objetivo» que enseñar y aplicar al paciente, para esta terapia el paciente es el «único experto en sí mismo». Esto sucede porque quien acude a consulta es el constructor de su propia vida y esta, por tanto, es irrepetible.
De hecho, este proceso de construcción también gravita en torno al encuentro entre terapeuta y paciente. Porque el terapeuta, al conocer más a la persona con la que está tratando, también está «construyendo» conocimientos sobre el paciente. Entonces, como consecuencia de la «co-construcción» de la realidad del problema, entre paciente y terapeuta surgen soluciones que antes se encontraban ocultas, vías que no se consideraban como una alternativa.
Para Nardone, el conocimiento que se tiene sobre el paciente es solo «una aproximación a la realidad». Por ello, el trabajo terapéutico se enfoca en los aspectos prácticos, en vez de teóricos. O sea, se focaliza en la solución del problema, tras observar cómo funciona y pensar, junto con el paciente, cómo podría funcionar mejor. El objetivo es proporcionar bienestar al paciente con eficacia (Nardone, 2010).
«El cambio es posible cuando se tienen metas claras y se actúa de forma estratégica».
-Giorgio Nardone-
El sistema perceptivo reactivo
Al carecer de una teoría que explique por qué surgen las entidades clínicas, se hace uso del «sistema perceptivo reactivo», una forma de categorizar el problema. Consiste en categorizar los síntomas con base en sus posibles soluciones, en vez de sus orígenes.
El diagnóstico que se realiza es operativo. Responde a preguntas como «¿por qué presenta este problema?», «¿cómo funciona?», «¿qué lo mantiene activo?», «¿qué soluciones se han aplicado?», «¿alguna solución fue eficaz?». Es decir, lo describe en términos de «función y solución».
De esta manera, el sistema perceptivo reactivo es una forma de entender el problema del paciente desde la reacción que este presenta hacia sí mismo, los sujetos con los que interacciona de forma cotidiana y las creencias que alberga sobre el «mundo», en términos generales (Watzlawick, 2012). De esta manera, el terapeuta busca potenciar la conciencia del paciente entorno al «cómo» resolver en el problema, en lugar del «por qué» el problema comenzó a existir.
«La terapia breve estratégica no busca la verdad, sino la utilidad».
-Giorgio Nardone-
La eficacia del modelo de Giorgio Nardone
Esta terapia, basada en el modelo de este famoso psicólogo italiano, ha demostrado su eficacia con creces. Los porcentajes de resolución exitosa varían en función de la entidad clínica tratada (Nardone et al., 2004, 2017, 2018):
- En el caso del TOC, la eficiencia asciende al 89 %.
- Las disfunciones sexuales pueden tratarse de manera positiva hasta en un 91 %.
- Presenta una eficacia del 95 % en la resolución de fobias y de trastornos ansiosos.
- El 83 % de los sujetos con depresión o con TCA se benefician de esta intervención.
Además, estos porcentajes aluden a intervenciones en las que no utilizan psicofármacos. En este sentido, podría, incluso, ser más efectiva que la tradicional TCC para la intervención de las entidades clínicas reseñadas (Bartoli et al., 2023).
Como se ha visto, esta terapia tiene el potencial de paliar el sufrimiento humano de manera rápida. Se centra en el motivo de la consulta, en otros términos, el problema, en lugar de en su origen. Y se trabaja con intensidad desde la primera sesión, para solventarlo con la mayor celeridad posible.
«La terapia breve estratégica evidencia ser una alternativa a tener en cuenta dada su relevancia a nivel clínico y de salud pública».
-Stefano Bartoli-
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- Bartoli, S., y de la Cruz, R. (2023). Epistemología, historia y fundamentos de la Terapia Breve Estratégica. El Modelo de Giorgio Nardone. Papeles del Psicólogo, 44(1), 36-44. https://doi.org/10.23923/pap.psicol.3009
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De la Cruz Gil, R. (2022). El modelo de Psicoterapia Breve Estratégica de Giorgio Nardone. Ciencia y Psique, 1(1), 67-80.
- Nardone, G., y Portelli, C. (2017). Conocer a través del cambio: La evolución de la terapia breve estratégica. Herder.
- Nardone, G., y Watzlawick, P. (2004). Brief Strategic Therapy. Philosophy, techniques, and research. Rowman & Littlefield Publishers Inc.
- Nardone, G., y Balbi, E. (2018). Surcar el mar a espaldas del cielo: lecciones sobre el cambio terapéutico y las lógicas no ordinarias. Herder
- Nardone, G. (2003). Más allá del miedo. Paidós.
- Nardone, G. (2010). Problem-solving estratégico: El arte de encontrar soluciones a problemas irresolubles. Herder
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Watzlawick, P. (2012). El lenguaje del cambio: nueva técnica de la comunicación terapéutica. Herder Editorial.