Tesoros, esas personas con las que puedes mostrarte vulnerable
Encontrar a esa persona que te dé la suficiente seguridad como para mostrarte vulnerable es uno de los indicadores más fiables a la hora de que una relación funcione. Así lo asegura una de las investigaciones más importantes que ha estudiado las relaciones de relaciones de pareja. Aunque la investigación concluyó en 2013, sus conclusiones han sido presentadas ahora al gran público en forma de un libro, ‘The Secrets of Enduring Love: How to Make Relationships Last.
Este estudio desveló que lo que más une a las parejas es el vínculo de confianza; un lugar donde pueden comportarse como realmente son, sin las presiones sociales, laborales o familiares a las que nos vemos sometidos a menudo. Ese espacio con la pareja en el que tener la sensación de libertad a la hora de compartir, sabiendo que nuestra pareja nos acepta a pesar de nuestros defectos, es la clave para que las relaciones sean duraderas y enriquecedoras.
Todas las relaciones pasan por diversas etapas. Sin embargo, ya nos encontremos en una u otra, tener la suficiente seguridad como para mostrarnos vulnerables con nuestra pareja es un indicado positivo de la salud de dicha relación
La vulnerabilidad es necesaria para el crecimiento de la relación, para que aparezca la intimidad y los lazos se estrechen. Algo que nos permite abrirnos a la otra persona y mostrar partes de nosotros más delicadas, por las que somos fuertes y en las que al mismo tiempo nos pueden llegar a hacer mucho daño. Hablamos, por ejemplo, de dejar que el otro aprecie como nos afecta lo que hace o de descubrir las cicatrices, esas que hoy nos siguen condicionando y que cuando se formaron cerraron una herida profunda y dolorosa.
No hay pareja ni amistad que esté tan segura como la que se mantiene libre. Sólo es eterno lo que se basa en un amor libre. Los deseos te hacen siempre vulnerables.
Cuando nuestra pareja nos trasmite seguridad
La búsqueda de seguridad es una de nuestras motivaciones trasversales y, al mismo tiempo, esenciales. Lo es porque es una necesidad que nunca se completa, su miedo nos causa temor pero también hormigueos en el estómago que son, cuanto menos, interesantes. Dejando a un lado esta curiosa paradoja, podemos decir que las certezas en las relaciones son pocas.
Todo es más una cuestión de probabilidad y en este sentido, según indica el estudio ‘The Secrets of Enduring Love: How to Make Relationships Last, nos dice que un nivel de seguridad alto (confianza) es uno de los mejores indicadores de felicidad en la pareja. Interesante, ¿verdad?
El amor es precisamente el mejor alimento para esta confianza. Esta idea ya la solemos interiorizar gracias a los cuidados que recibimos desde pequeños: confiamos en las personas que nos quieren y, al mismo tiempo, nos sentimos inclinados a querer a aquellas personas que nos inspiran confianza.
Cuando nuestra pareja nos trasmite confianza se produce en nuestro cerebro un estado de bienestar y seguridad en el que difícilmente cabe el estrés. Al mismo tiempo, el vínculo de seguridad que formamos con nuestra pareja nos permite crear un espacio para sacar nuestro lado más personal.
Para comprender la seguridad no hay que enfrentarse a ella, sino incorporarla a uno mismo.
¿Por qué ocultamos nuestro lado más vulnerable?
Ocultarnos o protegernos es una reacción natural cuando nos sentimos en peligro; por otro lado, la sensación de vulnerabilidad puede ser un potente altavoz para esta sensación de peligro o amenaza.
Muchas personas utilizan una máscara por miedo a mostrar alguna parte de su intimidad por la que piensan que en un futuro pueden versa a tacadas, de manera que este ataque les cause muchos daños. Sin embargo, en una relación de pareja, esta sensación tiene que encontrar un equilibrio con la necesidad de intimidad y de disfrutar de ella. De otra forma, es imposible que crezca la confianza entre la pareja: la confianza se alimenta precisamente de confianza.
Así, una de las tareas más complicadas que tenemos los seres humanos es llegar a conocernos a nosotros mismos. Sin embargo, en la medida en que nos conocemos a nosotros mismos y nos aceptamos tal y como somos le tendremos menos miedo a esa posible vulnerabilidad, en la que nos sentiremos más fuertes que débiles.
“Cuando te da igual mostrarte vulnerable delante de alguien… eso debe de ser amor”
-Elisabet Benavent-