Los 5 tipos de conversación: ¿cuál es el que más practicas?
Hay diferentes tipos de conversación y algunos de ellos son más gratificantes que otros. El intercambio de palabras con alguien muchas veces no deja más que la pálida satisfacción de un contacto superfluo y ocasional. Otras veces, este encuentro con el otro a través de la palabra nos renueva y nos aporta mucho más que el recuerdo de un buen rato.
Está claro que las situaciones y los vínculos diversos generan también distintos tipos de conversaciones. No es lo mismo tener un encuentro rutinario con un compañero de trabajo a media mañana, que sentarte con un viejo amigo a tomar un café. Tampoco es igual una conversación familiar a la que podemos mantener con el médico o el psicólogo.
Habría mil maneras de clasificar los tipos de conversación. Sin embargo, una forma sencilla de hacerlo es sobre la base de los temas que se tratan. Este aspecto marca una gran diferencia entre una comunicación y otra. Desde ese punto de vista, encontramos cinco tipos, como veremos a continuación.
“El ejercicio más fructífero y natural de nuestro espíritu es, a mi juicio, la conversación. Encuentro su práctica más dulce que cualquier otra actividad de nuestra vida”.
-Michel de Montaigne-
1. Sobre cosas
Este es uno de los tipos de conversación más habitual. Es la que se sostiene de forma cotidiana con cualquier persona que uno encuentre. El tema a tratar es el tráfico, el estado del tiempo, la contaminación o asuntos por el estilo.
El papel que cumplen esta clase de conversaciones es favorecer o ambientar el contacto social con las personas que nos rodean. Es obvio que no hacen un aporte profundo, pero tienen validez en la medida en que contribuyen a construir un vínculo básico entre dos o más personas.
2. Sobre otros
Este es uno de los tipos de conversación que se dan entre dos personas que se conocen y tienen cierto nivel de confianza entre sí. Se puede hablar de otros de dos maneras diferentes, en principio. Es posible que haya un interés común en alguien que no está presente, y que este puede ser positivo o negativo.
Así mismo, a veces se habla de otras personas que no se conocen de forma directa, como un cantante, un escritor, alguna celebridad, etc. Esta clase de conversación no suele dar lugar al fortalecimiento del vínculo entre dos personas. Quizás sí se incremente la complicidad o simplemente se pase el rato, pero no más que eso.
3. Sobre ideas
Este es uno de los tipos de conversación que suele prestarse para incomunicar. En la mayoría de los casos, se comparten dos monólogos, ya que cada uno de los involucrados quiere dar a conocer lo que piensa y darles relevancia a sus ideas, pero poco escucha las de los demás.
A veces, es posible tener un intercambio de opiniones fructífero, pero no es frecuente. El registro de este tipo de conversación es básicamente mental y con mucha frecuencia contribuye a marcar puntos de contraste, antes que espacios de encuentro. El ego suele estar muy presente en esta clase de comunicación.
4. Sobre sentimientos
En este caso, se requiere un grado de intimidad mucho mayor que en los demás tipos de conversaciones. Solo se habla de sentimientos con alguien a quien se le tiene suficiente confianza y con quien ya se ha establecido un lazo importante. Por regla general, este tipo de conversación es muy gratificante.
Hablar de lo que se siente y sentir que alguien te escucha proporciona una satisfacción muy grande. Muchas veces eso es todo lo que se requiere para superar un mal momento o sentirse mejor. Es lo que comúnmente llamamos “desahogarse” y, como el nombre lo indica, es como recibir una bocanada de oxígeno cuando este escasea.
5. Compartir sentimientos
Este es el nivel más íntimo al que se puede llegar en una conversación. Aquí ya no solo hay la oportunidad de expresar lo que se siente, sino que también hay interés por escuchar al otro y comprenderlo. Se trata de un ejercicio de doble vía que es propio de las relaciones más profundas y sanas.
Las relaciones duraderas y sólidas de cualquier tipo se edifican a partir de esta clase de conversaciones. Estas no solo proporcionan una gran satisfacción, sino que además te permiten sentir que no estás solo y que lo que dices, piensas y sientes tiene validez.
Cada uno de los tipos de conversación tiene su razón de ser y aporta algo. Lo ideal es que cada persona pueda interactuar en todos estos niveles con los demás. En particular, es de valorar y cuidar esos vínculos que permiten tener conversaciones profundas y sinceras que jamás te dejan vacío.
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- Carballal, T., & Groeger, M. R. (2015). Introducción. El arte de la conversación. In Charlas de sobremesa (pp. 1-16). Yale University Press.