Tipos de pasión, desde la armonía hasta la obsesión
Hay sentimientos que nos movilizan. A veces, algunos están más presentes que otros y, por supuesto, también son sensibles a las diferencias individuales; por ello, existen tanto los que nos hacen realmente padecer de gran angustia y aquellos que nos motivan a ser mejores cada día. Por ejemplo, los tipos de pasión.
Solemos pensar que la pasión forma parte del bienestar, incluso del éxito. Algunos hemos escuchado frases que nos alientan a ser apasionados como: “Hay que tener pasión para conseguir llevar a cabo el proyecto de vida”. Sin embargo, esta sentencia está lejos de ser ley.
¿Qué es la pasión?
La Real Academia de la lengua Española (RAE) define la pasión de distintas maneras. Por un lado, dice que es ‘una acción de padecer’, por otro que es ‘lo contrario a la acción’, además: ‘un estado pasivo del sujeto’, ‘una perturbación o afecto en el estado de ánimo’, ‘inclinación o preferencia muy vivas de alguien a otra persona’ o ‘apetito o afición vehemente a algo’. Definiciones que nos invitan a ver las dos caras de la pasión. Por un lado, se muestra como algo que nos perturba; por otro, como un impulso que nos proyecta hacia una actividad o meta.
Sin embargo, la mayoría de las veces se atribuye a la pasión la inclinación que las personas tienen para llevar a cabo una actividad. Lo podemos ver cuando nos describen las aficiones de una persona, como el fútbol o el baile.
Puede que la pasión esté presente en esas aficiones, lo que hay que matizar es el tipo o la frecuencia. En investigación se ha hablado mucho al respecto, por ejemplo Chamarro y colaboradores (2011), en su estudio nos muestran cómo los bailarines no presentan una mayor pasión obsesiva, en contra de las creencias habituales, más bien cuentan con una pasión armónica.
Tipos de pasión
Pasión armónica
Dentro de los tipos de pasión, la armónica, es aquella que se integra en nuestro self auténtico; ya que nos valoramos y elegimos las actividades por nuestra propia voluntad. Para ello, nos hace falta, tanto dominarnos, como estar atentos a nuestro desempeño para mejorar las habilidades.
Por otro lado, la pasión armónica, está vinculada con el estado de flujo. Entonces, cuando estamos inmersos en una actividad por el placer de participar, podemos llegar a perder el sentido de nosotros, por lo tanto los resultados, carecen de importancia.
No se trata de un asunto negativo, más bien, de que nos permitimos estar conectados con el momento presente. Así, sentimos que sin esfuerzo mejoramos nuestra concentración, somos flexibles y abiertos; lo que al final conduciría a una mayor satisfacción. En este sentido, la pasión armónica refuerza nuestro bienestar integral: el psicológico, físico, y social.
Pasión obsesiva
Hablando de los tipos de pasión, la obsesiva implica perseguir sin descanso aquello que nos apasiona. Por lo tanto, podríamos sentir que la actividad podría llegar a dominarnos. Entonces, se trata de una compulsión a la actividad.
De este modo, perdemos el sentido de autocontrol, y al no cesar, llega a causarnos daño, agotamiento, sentimientos de culpa y de vergüenza. No se trata de emociones en esencia negativas, pero sí cuando las experimentamos con mucha frecuencia y no les concedemos espacio a otras.
La pasión obsesiva involucra rigidez a la hora de realizar la actividad. Por lo tanto, hay dificultad para adaptarnos o alejarnos cuando es necesario para nuestro bienestar. Un hecho que podría afectar no solo la actividad en la que nos estemos desenvolviendo sino también a otras áreas de nuestro bienestar.
Entonces, al contrario de lo que sucede con la pasión armónica, nos resulta difícil estar conectados con el momento presente, pues nuestra mente se centra en la actividad. Incluso, podría resultar difícil definirnos al margen de esta pasión.
¿Cómo conectarnos con una pasión saludable?
Hay varios caminos para conectarnos con una pasión que resulte nutritiva para nuestras vidas. Veamos algunos:
- Visualizar. Se trata de que revivamos en nuestra mente algún momento en el que hayamos experimentado una pasión armoniosa, derivada de nuestros trabajos o alguna actividad significativa.
- Anclarnos al presente. Así, nos comprometeremos con la actividad.
- Tomar decisiones. De forma autónoma, y no depender de los resultados. Hacerlo basándonos en nuestros valores.
- Agradecer. Hacer lo que nos gusta, por el hecho de tener esa oportunidad.
- Seamos flexibles. Consiste en adaptarnos a distintas situaciones para manejar mejor las vísperas no planeadas.
- Disminuir actividades que nos causen conflicto. Es decir aquellas que causan un impacto negativo en algún área de nuestras vidas
- Realizar actividades en sintonía con nuestra identidad. Y, que nos brinden satisfacción y alegría, no únicamente estrés. ¡Ojo! con esto no queremos decir que únicamente debamos estar alegres, pero si, que no predominen emociones que nos causen malestar constantemente. ¿Cómo podemos identificarlo? Si vemos involucradas otras áreas de nuestras vidas y nos causa gran angustia realizar la actividad.
La pasión estimula el entusiasmo y la determinación. Es una forma de impulsar el crecimiento y generar resiliencia -capacidad de sobreponernos a nuestros problemas-. La pasión, como fuente de energía tiene un valor incalculable y constituye un precioso lugar para la inspiración cuando somos nosotros quienes la gobernamos.
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- Chamarro, A., Martos, V., Parrado, E., & Oberst, U. (2011). Aspectos psicológicos del baile: Una aproximación desde el enfoque de la pasión.
- Aloma: Revista de Psicología, Cienències de l'Educació i de l'Esport,
- (29), 341-340. Morales C., J. I. (8 de agosto de 2020). Two types of passión: Harmonious vs Obsessive. Can passion cost you? Psuchology Today.
- https://www.psychologytoday.com/intl/blog/building-the-habit-hero/202008/two-types-passion-harmonious-vs-obsessive
- Vallerand, R.J. (2015). The psychology of passion: New York: Oxford University Press.