Tipos de trastornos del estado de ánimo
Depresión mayor, trastorno bipolar, depresión relacionada con una enfermedad… Los distintos tipos de trastornos del estado de ánimo configuran esa constelación de condiciones que, por término medio, aparecen con más frecuencia en la población. Identificarlas de manera temprana y llevar a cabo una adecuada intervención previene múltiples problemas que van apareciendo a corto y largo plazo.
Toda forma de depresión distorsiona de manera elevada la vida de la persona. No solo se verá limitada a la hora de desenvolverse en sus responsabilidades diarias. Además, correrá el riesgo de sufrir alteraciones en la alimentación, el descanso nocturno, se elevará la ansiedad y hay siempre una mayor peligro de caer en el alcoholismo o el abuso de las drogas.
Sin hablar, por supuesto, de que una parte de quien no recibe tratamiento acaba optando por el suicidio. Por tanto, conocer, prevenir y detectar cuanto antes estas realidades es una necesidad prioritaria en materia de salud mental. Profundicemos.
Los 9 tipos de trastornos del estado de ánimo
Antes de profundizar en los distintos tipos de trastorno del estado de ánimo cabe señalar una puntualización. Con la última versión del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-V) esta categoría diagnóstica ha desaparecido. Ahora, todas las categorías que vamos a describir se engloban bajo dos áreas genéricas: los trastornos bipolares y los trastornos depresivos.
Sin embargo, una amplia parte de los profesionales los sigue identificando y considerando trastornos del estado de ánimo porque ello, facilita la identificación y el propio diagnóstico. Veamos no obstante, cuáles son y cómo se manifiestan.
1. El trastorno depresivo mayor
El trastorno depresivo mayor o depresión mayor es la condición que aparece con mayor frecuencia. Se caracteriza por un estado de desesperanza persistente, decaimiento, pérdida de la energía, irritabilidad, insomnio o hipersomnia, ideación suicida, etc. Suele tener su primera aparición a los 20 años y es mucho más recurrente a partir de los 40 años.
No obstante, a día de hoy contamos con adecuadas estrategias terapéuticas para manejarla. La terapia cognitivo conductual sumada a los antidepresivos basados en la inhibición selectiva de la recaptación de serotonina (ISRS) son abordajes muy efectivos. Asimismo, en los casos más graves se puede optar por la terapia electroconvulsiva.
2. Trastorno depresivo persistente o distimia
Se sospecha que el trastorno depresivo persistente tiene origen genético. No obstante, más allá de las causas, origen y desencadenantes, está el problema de su persistencia. Una persona puede pasar décadas sufriendo apatía, decaimiento, baja motivación, desesperanza, problemas para tomar decisiones, etc. Pero más tarde, es común que durante unos meses recupere el ánimo y el bienestar.
La distimia viene y va pero rara vez se desprende del todo de la vida del paciente. Así, y aunque no estamos ante una condición clínica tan grave como la depresión mayor, el problema reside en el desgaste y el agotamiento que conlleva.
3. Trastorno bipolar
El trastorno bipolar es una de las condiciones mentales más frecuentes y también de las más graves. Sabemos que incide entre el 3 y 5 % de la población mundial y aunque, es más común en la población adulta, es importante saber que ya puede aparecer de manera temprana en la niñez.
Esta categoría clínica se caracteriza por intensos cambios en el estado de ánimo. Pueden ir desde esa euforia que alcanza la manía o hipomanía, hasta épocas en que el desánimo bordea la depresión.
4. Ciclotimia
Entre los distintos tipos de trastornos del estado de ánimo, este es también uno de los más comunes. Lo podemos describir como una forma leve de trastorno bipolar. Lo más complejo quizá, es su identificación. Suele aparecer por primera vez en la adolescencia, y ello, complica su diagnóstico dado que en esta etapa del ciclo vital, son comunes los cambios en el estado de ánimo, motivación, etc.
No obstante, existen unas claves que pueden guiarnos en su detección.
- La persona es consciente de que sufre cambios en el estado de ánimo y que esto afecta a su vida.
- La familia tiene serios problemas de convivencia con el adolescente ciclotímico.
- Aparecen episodios leves de depresión (estado melancólico, irritabilidad, alteración del sueño y la alimentación).
- Se manifiestan también momentos de euforia o hipomanía.
- Cabe señalar que la alternación de un estado de depresión al de euforia, es mucho más rápido que en el trastorno bipolar.
5. El trastorno afectivo estacional
El trastorno afectivo estacional es otro de los tipos de trastornos del estado de ánimo más común entre la población. Aparece con el cambio de estación, sobre todo, con el paso del otoño al invierno. Se cree que el origen de ello estaría en una pequeña alteración en la melatonina y la serotonina (hormonas que regulan nuestros ritmos circadianos).
Ahora bien, estudios como los realizados en la Universidad de Maryland (Estados Unido) señalan que también podrían existir causas genéticas y psicológicas. En todos los casos, se ha podido ver que el enfoque clínico más adecuado para tratar la depresión afectivo-estacional es la fototerapia sumada a la terapia cognitivo-conductual.
6. Depresión relacionada con una enfermedad física
Los estudios relativos a la asociación entre las enfermedades crónicas y el desarrollo de una depresión son cada vez más comunes. Trabajos, como los realizados en el centro de investigaciones de la Universidad de Seattle, nos indican que este es un hecho que se aprecia con elevada frecuencia en afecciones como las siguientes:
- Enfermedad de Párkinson.
- Enfermedades cardio y cerebrovasculares.
- Cáncer.
- Hipotiroidismo.
- Fibromialgia.
- Esclerosis múltiple.
- Diabetes.
7. Depresión inducida por el consumo de drogas o medicamentos
La depresión por consumo de sustancias o fármacos es otro fenómeno recurrente, grave y preocupante. Así, la adicción a la heroína, el opio, la codeína y los analgésicos con principios narcóticos suelen cursar en buena parte de las veces con trastornos del estado de ánimo.
Por otro lado, también es importante considerar que el abuso y el mal uso de muchos medicamentos y psicofármacos, tienen efectos adversos y afectan a nuestra salud mental. El consumo excesivo de betabloqueantes (para la hipertensión), los anticonvulsivos (trastornos psicóticos) o benzodiacepinas (para la ansiedad) tienen este resultado.
8. El trastorno disfórico premenstrual
El DSM-V ya ha incluido en la nueva versión el trastorno disfórico premenstrual como categoría diagnóstica. Entre sus síntomas más comunes, que suelen aparecer una semana antes de la menstruación, estarían los siguientes:
- Cambios rápidos en estado de ánimo.
- Irritabilidad, tristeza, tensión, sensación de culpa, enfado…
- Problemas de concentración…
- Sentimientos depresivos.
- Fatiga, problemas de sueño, alteraciones del apetito…
9. El trastorno de desregulación destructiva del estado de ánimo
El trastorno de desregulación disruptiva del estado de ánimo también es una categoría de aparición reciente en el DSM-5. Es una condición que aparece en niños de entre 9 y 18 años, caracterizándose por lo siguiente:
- Rabietas persistentes.
- Ataques de ira y rabia.
- Agresividad y violencia explosiva.
- Mala gestión emocional.
- Nerviosismo, hiperactividad, problemas de atención.
Por lo general, estas manifestaciones surgen entre 3 y 4 veces por semana. Son realidades muy problemáticas que necesitan de una intervención temprana con antidepresivos y una terapia basada en el análisis conductual aplicado. Para concluir, los diferentes tipos de trastornos del estado de ánimo definen siempre casos y experiencias vitales muy desgastantes, tanto para la propia persona como para su entorno cercano. No dudemos en solicitar ayuda experta lo antes posible.
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