7 tipos de temperamento y sus características

¿Sabías que la melancolía es parte de la personalidad de algunos individuos? Quienes la tienen suelen ser introvertidos, creativos, sensibles. Sigue leyendo y conoce otros tipos de temperamentos.
7 tipos de temperamento y sus características
Laura Ruiz Mitjana

Escrito y verificado por la psicóloga Laura Ruiz Mitjana.

Última actualización: 29 mayo, 2024

Junto con el carácter, el temperamento es esa parte de la personalidad que influye sobre nuestras actitudes, acciones, pensamientos y emociones. Su variedad es la que nos permite diferenciarnos de otras personas y configurar ese modo de ser tan único que nos caracteriza.

Cuando nacemos, somos puro temperamento, pero poco a poco las experiencias nos van moldeando. En este artículo, conoceremos los temperamentos desarrollados hace muchos siglos por Galeno de Pérgamo y qué los caracteriza. ¡Descubre cuál es el tuyo!

¿Qué es el temperamento?

La palabra temperamento proviene del latín temperamentum, que significa ‘medida’. Lo podemos entender como la manera en que una persona reacciona y afronta las situaciones que vive. Tal como afirma un artículo publicado en Anales de Pediatría Continuada, es el «estilo conductual o la reactividad emocional que manifiesta un niño cuando interactúa con su ambiente». Es la predisposición afectiva y comportamental congénica.

Se caracteriza por ser la parte más instintiva, biológica y afectiva de la personalidad. Es algo bastante hereditario, no influido por factores externos. Cambia muy poco con el tiempo, ya que es algo muy innato.

Temperamento vs. personalidad

No es lo mismo el temperamento que la personalidad. El temperamento surge mucho antes, al mismo tiempo que se forman nuestros brazos o nuestras piernas. Los niños pequeños son puro temperamento, mientras que la personalidad se forma después.

Por eso este representa la parte más genética de la personalidad, la que de alguna manera nos une a nuestros antepasados en el plano mental. Pero, ¿qué tipos de temperamentos existen y en qué se diferencian?

Los 4 tipos de temperamento de Galeno y sus características

Galeno de Pérgamo, médico griego, desarrolló en el siglo II a.C. la teoría de los temperamentos básicos, a partir de la teoría de los humores de Hipócrates. Los humores (sangre, flema, bilis amarilla y bilis negra) eran líquidos que circulaban por el cuerpo e influían en la salud y en la enfermedad de las personas. Para Hipócrates, la patología era el resultado del desequilibrio de esas sustancias, mientras que la salud era producto del equilibrio de las mismas.

Según Galeno, las personas somos el producto de la combinación particular de estos cuatro humores. En función del tipo de elemento que predomine en nosotros, nuestro temperamento será de un modo u otro. Cada uno de los humores que proponen estos autores están asociados a un elemento natural:

  • Sangre: se asocia al aire.
  • Flema: asociado al agua.
  • Bilis negra: vinculada a la tierra.
  • Bilis amarilla: le corresponde el elemento del fuego.

Antes de presentar la clasificación de Galeno, es necesario aclarar, con respecto a ella, lo siguiente:

  1. No ha sido corroborada a nivel científico.
  2. No existe evidencia de la existencia los humores de Hipócrates en los que se basa.
  3. Es un planteamiento teórico muy simple y reduccionista que no alcanza a explicar la complejidad del temperamento humano.

Aunque la propuesta de Galeno es interesante, los psicólogos no la usan en la actualidad, pues es una teoría obsoleta que carece de evidencia empírica. A pesar de eso, vale la pena conocerla, ya que fue uno de los primeros acercamientos al estudio del temperamento humano.

Temperamento sanguíneo

Se trata de sujetos con un estado de ánimo muy variable. Son personas animadas, optimistas, cercanas y cálidas a las que les gustan las relaciones sociales. Buscan la compañía de los demás y se muestran afectuosas en sus relaciones. Además, se dejan llevar más por la intuición que por la razón.

Como todo temperamento, tiene un lado fuerte y otro débil. Entre sus fortalezas, encontramos que la persona sanguínea se caracteriza por ser cálida, atenta, confiada, amistosa, simpática, entusiasta, compasiva. Con respecto a la debilidad, destaca por ser miedosa, inestable, impulsiva, exagerada, egocéntrica, improductiva, indisciplinada.

Temperamento melancólico

En el temperamento melancólico predomina la bilis negra. Son personas tristes y soñadoras, melancólicas y nostálgicas. Suelen ser introvertidas, reservadas y observadoras. Perciben cualquier detalle de su entorno.

Su fortaleza reside en que son sensibles, leales, creativas, idealistas, analíticas, minuciosas, autodisciplinadas. Su debilidad está en que son críticas, egoístas, negativas, inflexibles, vengativas, antisociales, susceptibles.

Temperamento flemático

Se trata de personas amorosas que buscan relaciones cercanas y duraderas. Persiguen la armonía y cuidan mucho a sus seres queridos. Son un poco evitadoras (eluden los conflictos), aunque también intentan mediar en ellos. Son personas tranquilas y racionales que pueden llegar a parecer frías. Asimismo, son muy serenas y perseverantes.

Sobresalen con sus fortalezas porque son individuos prácticos, objetivos, eficientes, cumplidores, humoristas, organizados. El problema es que también tiene sus propias debilidades: suelen ser ansiosos, cobardes, indecisos, mezquinos, pretensiosos, desconfiados, desmotivados.

Temperamento colérico

Las personas con temperamento colérico son enérgicas y muy impulsivas, aunque con una gran fuerza de voluntad. Además, son inteligentes y analíticas, muy centradas en sus objetivos.

Les gusta hablar de temas interesantes y nunca superficiales. Se muestran independientes en sus relaciones, con tendencia a estar siempre dedicándose a algo. Defienden sus puntos de vista con energía y son muy proactivas.

Al sobresalir en su lado fuerte, son personas líderes, audaces, prácticas, enérgicas, optimistas, productivas, voluntariosas, independientes. En cambio, cuando sus debilidades tienen mayor predominio, son irascibles, insensibles, rencorosas, impetuosas, impacientes, intolerantes, dominantes.



La clasificación de Galeno no es la única que existe sobre el temperamento. En la actualidad, hay otras que, a diferencia de la anterior, tienen vigencia y se usan dentro de la psicología porque cuentan con un respaldo científico, como la teoría de los tres tipos de temperamentos fundamentales durante la infancia.

Los tres tipos de temperamento en la infancia

Stella Chess y Alexander Thomas iniciaron el Estudio Longitudinal de Nueva York (NYLS) en 1956 para probar la hipótesis de que el temperamento es clave en la interacción de los niños con su ambiente. En ese trabajo, los investigadores observaron la conducta y las reacciones emocionales de un grupo de 136 niños hasta la adultez. Entre los hallazgos, Chess y Thomas identificaron tres temperamentos significativos.

Temperamento fácil

Es el más frecuente. Son niños que están de buen humor. Se ríen y divierten con facilidad. Si tienen hambre o frío, por ejemplo, reaccionan de forma tranquila, y se calman cuando sus necesidades son cubiertas. Suelen adaptarse a la frustración y al cambio de manera rápida.

Temperamento lento

Son niños a los que les cuestan los cambios. Se adaptan muy lento a ellos. Así, necesitan más tiempo de lo «normal» para adaptarse a las nuevas condiciones. Son más tímidos y les gusta más observar que experimentar.

Temperamento difícil

Por último, los niños con temperamento difícil son activos e inquietos. Se distraen con facilidad, por lo que suelen cambiar continuamente de tarea. Suelen responder de forma enérgica ante situaciones incómodas y tener un predominio de los estados de ánimo negativos y de las respuestas de retraimiento. Además, también se adaptan de manera lenta a los cambios.

La flexibilidad de los temperamentos

El temperamento no es uno solo, sino la combinación de varios. De acuerdo con el contexto, puede sobresalir un rasgo por encima de otros. En este sentido, somos flexibles y no estamos determinados completamente por una sola tendencia o estilo conductual.

Gracias a este artículo, ahora sabes que Galeno propuso en su tiempo unos tipos de temperamento que le permitían clasificar la personalidad de los seres humanos. A pesar de su falta de apoyo científico e investigativo, aún se habla de ella porque hace parte de la historia de la psicología del temperamento.

¿Te has sentido identificado con alguno de los cuatro tipos de temperamento de Galeno? ¿De qué manera tu temperamento afecta la forma en que te relacionas con el mundo, contigo y con los otros?


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