Tiré la toalla que protegía mis sueños y caí en un tunel oscuro

Tiré la toalla que protegía mis sueños y caí en un tunel oscuro
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 03 octubre, 2018

Sentí que no valía para nada. Mi trabajo me estaba hundiendo cada vez más, no acertaba, me equivocaba continuamente, recibía críticas… y yo sentía miedo por perder lo único que tenía. No tenía ni un euro. Estaba solo, todos mis amigos se habían establecido en la vida. Trabajaban, se habían casado, estaban felices y encontraban un sentido a sus vidas… yo, no.

Tiré la toalla que protegía mis sueños y caí en un túnel oscuro…

No tenía a nadie a mi lado y no había hecho otra cosa que embarcarme en relaciones avocadas siempre al fracaso. Ya no creía ni en mi ni en los demás. Me sentía como un barco a la deriva que había perdido el rumbo y que ni si quiera ya tenía ganas, ni ilusión por encontrar la brújula que me llevara de nuevo a ver el horizonte.

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No le encontraba ningún sentido a la vida o posiblemente a mi existencia. Y pensaba, que ojalá pudiera desaparecer fácilmente de este mundo que no me daba más que quebrantos y problemas. En cualquier caso, ¿quién me echaría de menos?, ¿qué sentido tenía vivir cada día igual que el anterior sin el más mínimo resquicio de que esa situación cambiaría?

Tiré la toalla que protegía mis sueños y caí en un túnel oscuro…

Nunca tendría dinero para viajar, una de mis grandes ilusiones, ni siquiera para vivir dignamente. Mi trabajo no me lo permitía. Nunca recordaría a nadie que me amó, ni que viví una historia de amor como lo hicieron el resto de mis amigos cuando eran jóvenes como yo. Una historia que a pesar de del paso de los años y de las diferencias, los sigue uniendo.

No supe manejar mi propia vida, me equivoqué demasiado y tampoco me sentía una persona especial ni para mi mismo, ni para los demás. Yo no me quería y tampoco sentía el cariño de nadie.

La vida me resultaba tremendamente aburrida, monótona. Cuando salía de esa absurda monotonía era tan solo para recibir una crítica en el trabajo o por los que me rodeaban, para sufrir desengaños de mi trato con la gente… ¿Qué me estaba pasando?, ¿en qué espiral de negatividad me estaba metiendo?

Quizás en alguna ocasión o en este preciso momento, te sientas así. Poco a poco la desgana se ha hecho tu fiel compañera y te ha presentado a su amigo el derrotismo. De repente, te ves inmerso en bucles de negatividad donde la luz ni siquiera se asoma.

Lo importante en estas situaciones es no quedarse estancado durante mucho tiempo, pues un momento puede convertirse a largo plazo en un hábito. Por ello, te contamos a continuación cómo afrontar estas situaciones.

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¿Cómo salir de esos temibles y peligrosos bucles de negatividad?

1. Observa su trayectoria, pero no dejes que se instalen en tu pensamiento. De acuerdo, te pasan por la cabeza, pero salúdalos y deja que pasen; no permitas que se instalen. Y si es así, intenta dejar tu mente en blanco y respirar profundo, poner música, hablar con alguien cercano de lo que te está pasando en ese mismo momento por la cabeza…

Lo importante es no focalizar demasiado tu atención en ellos.

2. Intenta solucionar todo lo que esté en tu mano. Corrige tus errores sin martirizarte, todos nos equivocanos. No seas tan duro contigo mismo.

Además, siempre puedes ver un error como una oportunidad para avanzar. Por lo tanto, busca alternativas.

3. Acepta tu vida y no idealices la de los demás. Por algo dicen que las comparaciones son odiosas. A todos nos ocurren cosas buenas y malas.

Cada uno vive su vida de acuerdo a sus experiencias y valores, aunque vivamos la misma situación para cada uno de nosotros tendrá un significado distinto.

4. No te encierres en ti mismo. Habla con quien bien te conoce. Rodéate de personas que te quieren y busca su cariño. No estás solo aunque lo creas. Recuérdalo siempre. Hay personas que aparecerán en tu vida que ni te imaginabas y que vendrán para ofrecerte todo en lo que habías dejado de creer.

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5. No pienses que tu vida siempre es igual. La vida nos cambia a todos en un momento dado, tanto para lo bueno como para lo malo. Hoy estás abajo, se te han acumulado un montón de momentos malos que te han absorbido… pero mañana puedes estar arriba. Acepta la noria de la vida.

6.Empieza a aprender con inteligencia emocional. Hazlo como un propósito que te va a ayudar de verdad. Lee artículos sobre autoayuda o libros. Si tú quieres de verdad, puedes empezar a ver las cosas de otra manera con un poquito de ayuda. Deja que tu mente se abra a nuevas formas de pensar y ver la vida.

 


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.