Cómo vencer el miedo irracional a los animales
El miedo irracional a los animales es una fobia conocida como cinofobia. Decía Immanuel Kant que “podemos juzgar el corazón de una persona por la forma en que trata a los animales”. Por desgracia, mucha gente no puede ser juzgada bajo esta sentencia, pues sufre un pánico terrible e irracional al estar cerca de estos seres, especialmente de los perros.
Cabe destacar que el miedo a los animales suele ser irracional y desproporcionado, lo cual constituye una fobia. Por norma general, y exceptuando muy contadas situaciones, una persona que teme a un perro no se encuentra una situación de peligro real y el perro está muy lejos de realizar ningún tipo de ataque.
La fobia a los animales aparece habitualmente ya en la infancia. También el temor a contraer ciertas enfermedades, especialmente la rabia, suele ser motivo del desarrollo de esta fobia, aunque esta elaboración es más elaborada y más característica de los adultos. Finalmente, muchos de los miedos infantiles a los perros vienen porque algún adulto, más con su comportamiento que con sus palabras, también ha dado a entender que son animales peligrosos.
Por otro lado, la cinofobia puede ser superada si se sabe cómo. Para descubrir los métodos científicos, nos basaremos en los postulados de las fobias específicas que los psicólogos M.A. Antony y D.H. Barlow han descrito en diferentes estudios, especialmente los del año 97 y 2002.
“La grandeza de una nación y su progreso moral puede ser juzgado por la forma en que sus animales son tratados”
-Gandhi-
Bases para superar el miedo irracional a los animales
Según Antony y Barlow, todo tratamiento eficaz que arroje buenos resultados con respecto a las fobias pasa por la exposición. Guste o no, una persona con miedo irracional a los animales tendrá que afrontar en repetidas ocasiones al estímulo que le produce temor. Este hecho es eficaz por:
- Habituación: los estudios psicólogos con respecto a esta fobia indican que el efecto se desarrolla de forma similar a lo que ocurre con los olores. Cuanto mayor es la exposición, más sencillo es dejar de percibirlo.
- Debilitación: El temor hacia un estímulo temido acaba suponiendo un refuerzo negativo. Ahora bien, si se consigue debilitar dicho refuerzo negativo hasta su total eliminación, el miedo a los animales acabará por desaparecer.
Técnicas para eliminar el miedo a los animales
Llegados a este punto, cuando ya somos capaces de darnos cuenta que existe un miedo irracional a los animales, es el momento de acudir a un profesional que utilice las técnicas adecuadas para combatir esta fobia irracional que tantos problemas causa a miles de personas.
Lo primero y esencial que se ha de tener en cuenta es que la persona que afronta esta fobia sepa que es irracional. El psicólogo le explicará cómo la exposición repetida a su temor le ayudará a debilitar el refuerzo negativo y le habituará a convivir con esta situación de forma natural.
En este sentido podemos aclarar unos puntos básicos:
- Una buena técnica para acabar con los miedos al animal, especialmente al perro, es la reiteración. Es necesario tener claro que ningún can va por la calle atacando alegremente a los transeúntes. Si algún canino u otra especie se comporta de forma agresiva, hay una serie de motivos lógicos y naturales para su actuación que nada tienen que ver con la imagen grabada en la mente de la persona con miedo.
- Los animales, en especial las mascotas, son seres muy sociales. Por lo general todo perro, gato u otra especie que se observa por la calle está acostumbrado a los humanos. Así pues, nada hay que temer de ellos.
- El comienzo de la exposición debe ser progresivo. El individuo que sufre la fobia tendrá que comenzar por objetivos sencillos, como acercarse a un cachorro, por ejemplo. Posteriormente se podrá intentar acariciar y tocar. Así se avanzará poco a poco hasta llegar a especímenes de mayor tamaño.
- La observación del comportamiento animal también es un paso importante. Se puede comenzar por vídeos, para posteriormente visualizar un parque con perros, por ejemplo. Eso sí, siempre hay que mantener una distancia prudencial de seguridad, especialmente al inicio del tratamiento.
- Finalmente, las amistades y los familiares amantes de los perros pueden actuar de refuerzo positivo para debilitar el refuerzo negativo provocado por las malas experiencias. Acercarse a sus mascotas, observar el comportamiento de ambos pueden ser dos buenas ideas. Es decir, que el amante de los animales actúe como una especie de embajador entre el sujeto que sufre el temor y su propio animal.
“Cuando un hombre se apiade de todas las criaturas vivientes, sólo entonces será noble”
-Buda-
En realidad, el miedo irracional a los animales no solo es infundado en la mayoría de los casos, también provoca que una persona se pierda todas las ventajas psicológicas y fisiológicas que acompañan a la convivencia con una mascota. Por eso es importante hacer frente a esta fobia y acudir cuanto antes a un profesional especializado.