3 claves para desarrollar la conciencia emocional

El primer paso para desarrollar la empatía y la inteligencia emocional es aprender a reconocer los estados emocionales propios. Eso vamos a explorar en este texto.
3 claves para desarrollar la conciencia emocional
Gema Sánchez Cuevas

Revisado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.

Escrito por Edith Sánchez

Última actualización: 15 julio, 2022

Desarrollar la conciencia emocional significa incrementar las habilidades para reconocer los patrones a los que se ajustan nuestras emociones. Dicho en otras palabras, identificar cuáles son los factores que activan nuestras emociones, de qué manera lo hacen y hacia dónde nos conduce tal activación.

El ser humano sigue unas líneas de acción, más o menos estables, a lo largo de su vida. Sin embargo, el cambio también es una constante. Particularmente, nuestras emociones siempre están en movimiento. No somos seres pasivos frente a lo que sucede alrededor y por eso mantenemos una gran dinámica interna. Desarrollar la conciencia emocional es también una manera de detectar esos cambios.

La conciencia es la voz del alma; las pasiones, la del cuerpo”.

-William Shakespeare-

El objetivo final es el de dejar de ser espectadores pasivos de lo que sucede en nuestro mundo interno. Ninguna emoción se produce o se disipa por azar. Si logramos identificar lo que sentimos y anticiparnos la manera en la que puede afectarnos, seguramente pondremos en marcha conductas más adaptativas. Enseguida te damos tres claves para desarrollar la conciencia emocional.

Dos cabezas con símbolos

1. Examen de las motivaciones

Uno de los ejercicios que más nos ayudan a desarrollar la conciencia emocional es hacer un examen frecuente de nuestras motivaciones. Se llama motivación a esa fuerza que impulsa a actuar en determinada dirección. Tanto el psicoanálisis como otras corrientes contemporáneas nos han mostrado que muchas veces ignoramos cuáles son nuestras motivaciones reales.

A veces seguimos genuinamente los deseos más profundos de nuestro ser. Entonces actuamos en consecuencia, y eso nos da un cierto equilibrio. En otras ocasiones, en cambio, ignoramos por qué nos decantamos por una opción y no por otra. O pensamos de un modo, pero actuamos de otro. O, simplemente, nos sentimos insatisfechos con lo que hacemos, sin saber exactamente por qué.

Un examen de las motivaciones lleva precisamente a explorar esas fuerzas que nos impulsan a actuar. ¿Es la voluntad o es el miedo? ¿Es la decisión o es la costumbre, la frustración, la ira u otra emoción? Indagar por nuestras motivaciones nos conduce a desarrollar la conciencia emocional.

2. Comprensión del uso del tiempo, una clave para desarrollar la conciencia emocional

Uno de los elementos más reveladores de nuestro mundo emocional es la distribución que hacemos del tiempo. Este es una categoría abstracta, que ofrece valiosas pistas para comprender nuestra realidad psicológica. Así que al analizar la manera en la que manejamos el tiempo, también logramos desarrollar la conciencia emocional.

En particular, es importante observar si están presentes algunos elementos en ese manejo del tiempo. Estos son: procrastinación, sensación de falta de tiempo y percepción de lentitud en el transcurso del mismo. Cada uno de esos estados nos habla de situaciones emocionales concretas.

La procrastinación nos habla de inseguridad y falta de compromiso; además, en ocasiones también puede señalarnos un rechazo inconsciente hacia aquello que se pospone. La sensación de falta de tiempo nos habla de obsesiones y ansiedad. El transcurrir lento nos sugiere la presencia de melancolía.

Por lo tanto, analizar nuestra percepción y manejo del tiempo es una valiosa fuente de información para conocernos.

Manos con un reloj simbolizando cómo desarrollar la conciencia emocional

3. Regular el tono emocional

Uno de los factores que nos ayuda a desarrollar la conciencia emocional es identificar las emociones más intensas que experimentamos con frecuencia. En nuestra forma de ser priman algunas emociones frente a otras. Por ejemplo, hay quienes se pasan los días enfadados. Otros son dados a reírse por todo o a sentirse abatidos. La emoción que predomina es lo que nos da un tono emocional particular a cada uno de nosotros.

Muchas veces nos “casamos” exclusivamente con una de esas dimensiones emocionales. Construimos una personalidad explosiva, o pasiva y temerosa, o crónicamente simpática y nos quedamos ahí para siempre. Sin darnos cuenta, olvidamos como sentir de otra manera. Nos habituamos a esas emociones predominantes y terminamos haciendo de ellas el eje de nuestra forma de ser.

hombre con diferentes emociones simbolizando cómo desarrollar la conciencia emocional

Para desarrollar la conciencia emocional es aconsejable que aprendamos a regular el tono emocional. Esto es, a ponerle cierto límite a esas emociones predominantes, permitiendo que emerjan las no habituales. Es una manera de explorar otras áreas de nuestro ser y de permitir que emerjan nuevas sensaciones y emociones. Esto, a su vez, nos hace más conscientes de lo que hay en nuestro interior.

El desarrollo de la conciencia emocional nos otorga mayor lucidez para actuar. También dota a nuestras acciones de un sentido más auténtico. Es, sin duda alguna, una de esas tareas que dan como resultado una vida más plena y una personalidad más saludable.


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  • Medina, C. P., Zambrano, C. M. N., & Andrade, M. F. B. (2019). Conciencia emocional y regulación emocional. Visionario Digital3(3), 75-83.
  • Zaldívar Sansuán, R. (2016). El desarrollo de la conciencia emocional en la adolescencia a través de la poesía. Ene9, 42.

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