3 claves para superar una crisis matrimonial
Superar una crisis matrimonial no es nada fácil. Estamos rodeados de historias de amor felices, de gente que parece que lo tiene todo claro y que nunca experimenta problemas en sus relaciones. Por eso, cuando notamos que algo va mal con nuestra pareja, solemos sentirnos mal. Igualmente, nos preocuparnos en exceso por lo que está pasando, como si los demás no tuvieran sus propias crisis.
Sin embargo, tener una crisis matrimonial no tiene que ser el fin del mundo. Si se gestionan bien, los problemas de pareja pueden ser una oportunidad para crecer. De la misma manera, podemos conectar con lo que es importante para nosotros, para reforzar nuestro compromiso y para mejorar la calidad de la relación.
Cómo superar una crisis matrimonial: 3 ideas para lograrlo
Según Díaz-Loving (1999) las crisis matrimoniales y de pareja son habituales y responderían a un ciclo natural de acercamiento-alejamiento. Después de un período de armonía y felicidad, ocurren acontecimientos externos o internos que nos hacen entrar en una fase de distanciamiento y crisis. Sin embargo, esto es algo totalmente normal. La diferencia entre unas parejas y otras está en saber aprovechar esas crisis para crecer y avanzar en la relación de pareja. A continuación hablaremos sobre ello.
La mayoría de los consejos para mejorar una relación son muy similares: comunícate con tu pareja, haz cosas bonitas por ella, encuentra momentos para reavivar la pasión… Sin embargo, nos encontramos en una época en la que hay más problemas entre las parejas que nunca.
Afrontar una crisis matrimonial no es tan sencillo como parece. Requiere valentía, decisión y la capacidad de tomar acción. Hemos recopilado tres de los mejores consejos para que puedas superar este bache en tu relación con éxito.
1. Recuerda por qué estás con tu pareja
La mayoría de nosotros, cuando estamos en medio de una crisis matrimonial o de pareja, nos centramos tan solo en lo que va mal. Seguidamente, empezamos a pensar que todo es terrible. Sin embargo, si llevamos bastante tiempo en una relación, suele ser porque la relación también nos ha aportado felicidad.
Según varios estudios psicológicos, nuestra pareja suele aportarnos tres cosas: seguridad, confianza y estatus. Dependiendo de la persona, uno de esos tres elementos será más importante que los otros. Incluso puede que incluso a alguno no se le otorgue relevancia.
En este sentido, conocer cuáles son nuestras necesidades más importantes nos puede ayudar a descubrir cómo mejorar nuestra relación. Si, por ejemplo, necesitamos mucha confianza, ¿está nuestra pareja aportándola? Y si no lo hace, ¿qué podemos hacer para empezar a sentirnos con más confianza?
2. No tengas miedo de herir los sentimientos de la otra persona
Cuando estamos muy enamorados, lo último que se nos pasa por la cabeza es hacer o decir algo que pudiera hacer sentir mal a nuestra pareja. Por ello, solemos callarnos algunas opiniones. Incluso, llegamos a no expresar nuestro dolor ante algunos hechos que nos provocan malestar.
Aunque en principio no decir lo que pensamos puede evitar algunos conflictos, a la larga nos hará más mal que bien. Estar sacrificando nuestras necesidades constantemente puede llevar a una crisis de pareja importante. Sin embargo, quejarnos constantemente tampoco parece el camino. ¿Qué podemos hacer?
La solución, como casi siempre, pasa por el punto intermedio. Aprender a expresar nuestras necesidades de forma asertiva. Si, por ejemplo, nos sentimos muy solos porque nuestra pareja se va al bar todas las noches con sus amigos, podrías decir algo así: “Cariño, cuando te vas todas las noches y me quedo sola en casa, me siento un poco sola y me preocupo porque pienso que no te importo. Sé que para ti tus noches con los amigos son importantes. Pero, ¿hay algo que podamos hacer para que estemos los dos bien?”
3. No te asustes si te atrae alguien nuevo
Llegamos a la que es posiblemente la mayor causa de crisis matrimoniales del mundo. Cuando estamos en una relación, esperamos que el amor sea tan fuerte que impida la atracción hacia otras personas.
La realidad es que la sexualidad humana está basada, en gran parte, en la variedad. Tanto hombres como mujeres estamos programados para sentirnos atraídos por parejas nuevas, una vez que llevamos cierto tiempo con la actual y se ha terminado el periodo de enamoramiento.
Por eso, la próxima vez que sintamos atracción por otra persona, respiremos hondo. Es algo normal. De hecho, no tiene por qué haber ningún problema con nuestra relación. Lo importante en estas situaciones no es el hecho de sentir atracción, sino lo que hagas con esa sensación.
En el fondo, una relación está basada en un compromiso entre dos personas. Aunque te sientas atraído por alguien más, debes pensar fríamente qué es lo que te va a traer más felicidad a largo plazo: ¿seguir tus impulsos o actuar de forma que puedas sentirte orgulloso de ti mismo?
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- Loving, R. D., & Aragón, R. S. (2002). Psicología del amor: una visión integral de la relación de pareja. Universidad Nacional Autónoma de México, Facultad de Psicología.
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