3 razones por las que ser feliz sin tener pareja
El amor es una de las emociones que la propia vida nos invita a sentir cada día, ya sea compartiendo con los demás, ayudando o amando a los que más queremos. Es bien sabido por todos nosotros que, socialmente, nos enseñan a asociar el amor directamente con establecer una relación de pareja. Y nos dicen que si no vivimos dicha experiencia nunca podremos sentir lo que es amar, y ser felices. Lo que no nos han dicho, también, es que puede ser feliz sin tener pareja.
Este hecho, a muchos de nosotros nos ha llegado a perjudicar a la hora de vivir nuestra vida y seguir las directrices sociales inconscientemente impuestas. Pensamos que por no tener una relación somos raros o simplemente no tenemos nada que aportar a los demás, careciendo de virtudes que compartir. Si no tenemos pareja asociamos por ello directamente que no podremos ser felices.
Es cierto que sentir a nuestro amado o amado a cerca de nosotros es una experiencia que nos aporta un gran crecimiento personal y las mejores sensaciones basadas en el amor incondicional. Nos permite adquirir aprendizajes en los que compartir, respetar y aceptar son indispensables.
Pero siempre teniendo en cuenta que antes de eso, para gestionar de una forma positiva la relación para ambos integrantes, madurar y encontrar el equilibrio con nosotros mismos en la soledad es vital y necesario. Porque para tener una relación de pareja sana es imprescindible aprender a ser feliz con uno mismo.
“La valía de un hombre se mide por la cuantía de soledad que le es posible soportar”.
-Friedrich Nietzsche-
Aun así, y como ya sabes que me encanta aprovechar contigo cualquier situación para aprender, hoy te contaré las 3 razones por las que estar sin pareja también te puede hacer feliz.
1. Dispones de más concentración para crecer tú mismo
Antes de continuar, y aprovechando esta maravillosa razón, tengo que decirte que todos estos beneficios obviamente podemos disfrutarlos también en pareja. Pero seré un poco más específica en cuanto a emociones se refiere el “estar solos”.
El hecho de no tener que emplear un alto nivel de energía en comprender y atender las necesidades de la otra persona, nos facilita el concentrarlas únicamente en nosotros mismos. Es decir, no tener pareja nos permite centrarnos más en nosotros mismos y nuestras necesidades. Pero también va más allá, porque centrar la energía en nosotros también puede equivaler a centrarla en otros. Es decir, servir de beneficio para los demás. Investigaciones científicas afirman que ayudar a los demás nos ayuda a ser más felices.
No tener pareja permite encontrarte más a ti mismo, así como aprovechar todo ese flujo de emociones en solitario para solucionar aquellos problemas que te perturban el cuerpo y alma. De esta forma, en el momento en el que aparezca alguien habremos realizado las tareas que, como te comentaba anteriormente, necesitamos llevar a cabo en soledad para madurar.
Si no llegamos a encontrarnos, ni a conocernos, ni a conectar con nosotros mismos, corremos el riesgo de caer en relaciones de apego y dependencia. De esta forma, buscaremos en la otra persona aquello que nos falta y dejaremos nuestra felicidad en sus manos. Algo que, aunque parezca bonito, sin duda, puede ser perjudicial, ya que nuestra felicidad depende de cada uno de nosotros.
2. Puedes emplear más tiempo para realizar tus sueños personales
Está claro que para ser la mejor versión de nosotros mismos y disfrutar la vida tenemos que tener claro aquello que nos enriquece el alma, y nos hace brillar el corazón. Para ello, necesitamos disponer de tiempo para llevar a cabo un autodescubrimiento y definir “a dónde deseamos llegar o qué queremos alcanzar”.
El no estar disfrutando de una relación de pareja nos supone uno de los mejores momentos para hacer lo que nos gusta. Disponemos de más energía para concentrarnos trabajar con nosotros . El hecho de tener pareja, a veces, nos lleva a concentrarnos en exceso en las necesidades de la otra persona o no emplear tiempo en nosotros mismos por estar con él/ella, dejando de lado nuestros sueños y metas.
De ahí que el estar soltero no tenga por qué concebirse como algo negativo, ya que nos brinda una etapa perfecta para ser uno mismo. Así como tomarnos tiempo para realizar aquellos pasos con serenidad que nos acercan a nuestro estado ideal y concentrarnos totalmente en ellos. Porque se puede ser feliz sin tener pareja.
Aprovecha esta experiencia para llevar a cabo un plan de acción y empezar a tocar por fin las estrellas
3. Es el mejor momento para descubrir tus fortalezas y aprender a amarte
La soledad emocional nos invita a tomar consciencia de quienes somos y para qué estamos vivos. De esta forma, podemos descubrir nuestros potenciales personales. ¿Cuáles son nuestras auténticas motivaciones? Indagando en nuestra mente, podemos llegar a sorprendernos de la cantidad de información que desconocíamos sobre nosotros.
Es cierto que socialmente muchos somos los que hemos creído que para sentirnos completos tenemos que emprender la búsqueda de nuestra “media naranja”. Y sentir eso nos convierte en seres incompletos de alma y corazón. Sin embargo, no somos ninguna media naranja, sino que somos una naranja completa. Estar llenos, es la mejor forma de empezar una relación.
En esta ocasión, es bueno pensar todo lo hermoso que tienes con y para el mundo. Y en el momento en el que aparezca el amor de tu vida compartir todo eso desde el corazón. Aprovecha esta etapa para aumentar y trabajar tu autoestima, y sacar la belleza de tu interior. Se puede ser feliz sin tener pareja ni esperando a que esta llegue. Se puede ser feliz en soledad.
Recuerda que no necesitas pensar exclusivamente que aquellos que viven una relación de pareja son felices de por sí. En este caso, recordar la importancia de no depender de los demás es vital, ya que si no cabe la posibilidad de vivir en relaciones tóxicas que tan solo nos dañan.
¿Y tú? ¿Eres capaz de ser feliz sin tener pareja?
“La soledad es el patrimonio de todas las almas extraordinarias”.
-Arthur Schopenhauer-