5 claves para prevenir la demencia digital
Cuando hablamos de demencia digital es inevitable hacer referencia al psiquiatra alemán Manfred Spitzer. Gracias a su trabajo, hoy en día sabemos que este problema es nada más y nada menos que la reducción de nuestras habilidades cognitivas por el mal uso de las nuevas tecnologías, de forma similar a cómo se produce durante el proceso de envejecimiento.
Hace 20 años cualquier investigación parecida hubiera sido tachada de ridícula. ¿Cómo va el ser humano a dejarse dominar por los medios digitales? Un animal social, caracterizado por su capacidad de razonamiento e innovación jamás se dejaría doblegar por este tipo de realidad, o al menos es lo que se pensaba. Sin embargo, los malos hábitos tecnológicos tienen consecuencias que poco a poco se están haciendo visibles. De hecho, las generaciones más jóvenes son mucho más susceptibles a padecer problemas relacionados con la memoria a corto plazo.
Spitzer afirma que las nuevas tecnologías disminuyen el rendimiento cognitivo y la memoria de las personas que hacen un mal uso de ellas. Además, hace especial hincapié en que nuestro cerebro funciona en cierto sentido como un músculo: si se utiliza, crece y si no se utiliza, se atrofia. De ahí que estimular y ejercitar nuestra mente sea tan importante.
La adicción a las tecnologías provoca demencia digital, es decir, la reducción de nuestras habilidades cognitivas.
Cómo prevenir la demencia digital
Vivimos en un mundo hiperconectado. Cada vez es más normal encontrar niños pequeños con teléfonos móviles y ordenadores o buscar en Google cualquier término o duda que tengamos sin realizar antes ningún tipo de esfuerzo para reflexionar sobre ello. De ahí que la demencia digital vaya en aumento. Ahora bien, ¿qué podemos hacer al respecto?
Establece un horario
Establece un horario específico para usar el móvil. Si lo necesitas para trabajar, trata de respetar tu período de descanso (que también es muy necesario). Procura, por ejemplo, que sea justo después de cenar o en un momento en el que tengas todos tus tareas pendientes hechas.
No te olvides de pasar tiempo con tu familia, amigos o pareja. No cambies el tiempo con ellos por estar pendiente de tus redes sociales. Esto no significa que no puedas consultar tus redes sociales, navegar por internet o jugar a un videojuego, puedes hacerlo pero con moderación y equilibrio.
“La tecnología no es nada. Lo importante es que tengas fe en la gente, que sean básicamente buenas e inteligentes”.
-Steve Jobs-
Encuentra un pasatiempo sustitutivo
Aprende a tocar un instrumento, apúntate a clases de inglés o ve al gimnasio. Encuentra un pasatiempo sano que te haga olvidar tu dependencia al mundo digital. Si puedes, trata de que sea un hobby que te obligue a pensar y analizar.
¡Nada de utilizar los juegos de brain training del ordenador! Céntrate en el mundo real y en ejercicios que puedas hacer con un lápiz y un papel. Puedes reunir a un grupo de amigos o familiares y pasar una velada divertida con ellos.
Haz planes fuera de casa
Sal a la calle y disfruta de la naturaleza. Da igual si hace frío o llueve: cada estación tiene algo maravilloso. Aunque vivas en la ciudad, seguro que existen miles de parques donde estar al aire libre. Será bueno para tus pulmones, pero sobre todo para tu mente.
Aunque al principio no te apetezca, repite esta rutina todos los días. Poco a poco tu cuerpo y tu cerebro se irán acostumbrando y te apetecerá tener tu ratito diario bajo el sol o unos minutos bajo la lluvia.
Oblígate a pensar
La próxima vez que quieras optar por la vía fácil, frena. Pregúntate cómo lo habrías hecho en la época en la que no existía internet. Te darás cuenta de que hay muchas alternativas que no tienen un aparato tecnológico de por medio.
Haz introspección y madura tu opinión. ¿Es posible obtener una respuesta sin usar Google? ¿No es mejor leer un libro de vez en cuando? ¡No debes dejar que tu cerebro se oxide! Cada vez vamos a vivir más años y tenemos que mantenernos lo más activos posibles.
Cambia las series por los libros
Ver series es un pasatiempo muy divertido, pero no debe convertirse en tu única actividad. Si te gusta evadirte y sumergirte en nuevas historias prueba a coger un libro. Tu vista sufrirá menos y tu imaginación se verá reforzada.
La literatura permite que nuestra creatividad aumente y por lo tanto, desarrolla una parte de nosotros bastante dormida. Dejar que tu niño interior florezca siempre es una buena opción.
La demencia digital es una lacra que cada vez afecta a más personas. Combatirla es fácil, pero tienes que poner de tu parte. Cualquier persona a la que le preguntes te dirá que tras un duro día de trabajo lo único que quiere es tumbarse en el sofá y ponerse a jugar con el móvil o ver una película.
El uso de las nuevas tecnologías de forma rutinaria puede volverse muy peligroso. Intenta pasar al aire libre al menos una hora, tanto tu cuerpo como tu cerebro te lo agradecerán. Y no olvidemos que limitar el uso a los artefactos tecnológicos no tiene por qué aislarte de los demás si tú no quieres. La vida real es mucho más interesante que la digital.