7 claves para desconectar y relajarse
A veces, tenemos tantas responsabilidades personales y profesionales que apenas tenemos tiempo para nosotros, para disfrutar, para relajarnos… Ahora bien, lo que sí experimentamos es mucho estrés y esa extraña sensación de llegar a todo y a nada, porque nuestra lista de pendientes cada vez se hace más y más grande.
Para hacer frente a este tipo situaciones es recomendable aprender algunas claves para desconectar y relajarse, para apagar el piloto automático y conectar con nosotros mismos. Porque dedicar unos minutos a nuestro bienestar no solo nos viene bien sino que es necesario.
“La persecución, incluso de las mejores cosas, debe ser calmada y tranquila”.
-Marco Tulio Cicerón-
1. Mantenerse fiel a un horario
Una de las primeras claves para desconectar y relajarse consiste en establecer un horario fijo para nuestro día y mantenernos fiel a él.
Así, será más fácil ser consciente de cuánto tiempo dedicamos a nuestras obligaciones, además de establecer un control para saber cuánto tiempo dedicamos a relajarnos.
Podemos, por ejemplo, tratar de terminar de trabajar o estudiar un poco antes de lo planeado, para luego tener un tiempo extra para nosotros en ese momento.
2. Practicar mindfulness
Cuando las preocupaciones de nuestra vida nos agobian, es recomendable dedicar un tiempo a calmar nuestra mente. Por tanto, podemos practicar mindfulness para centrar nuestra atención en aquello que hacemos en cada momento y vivir en el aquí y el ahora. De esta forma, evitaremos estresarnos por cosas que todavía no han llegado.
Esto nos permitirá disfrutar de las sensaciones que experimentamos en el presente. Eso sí: al principio, esta práctica podrá resultar algo complicada, ya que inicialmente suele ser difícil centrar nuestra atención, pero poco a poco lo conseguiremos.
Sin embargo, aunque no estemos muy acostumbrados, seguro que poco a poco podemos mejorar esta capacidad.
3. No preocuparnos en todo momento
Aunque la tercera de estas claves para desconectar y relajarse también puede resultar algo difícil al principio, nos podrá ayudar en gran medida una vez entrenada. Para ello, es recomendable poner hora a nuestras preocupaciones.
No tiene excesivo sentido preocuparnos en todo momento, sino que resulta más productivo en términos de bienestar intentar dedicarnos a nuestros problemas en los momentos en los que podamos enfrentarlos, y trabajar entonces en buscar soluciones.
4. Cambiar de ambiente
Es habitual que el ajetreo de una gran ciudad o la rutina hagan que no podamos escapar de nuestras preocupaciones. Por ello, puede ser recomendable cambiar, a veces, de ambiente y tratar de alejarnos de todo aquello que nos agobia.
Una pequeña escapada al campo o algo tan sencillo como dar un largo paseo podrá ayudarnos a despejar nuestra mente y a pensar con algo más de perspectiva.
Esto, sin duda, nos podrá ofrecer más posibilidades para solucionar nuestros problemas.
5. Descansar entre una tarea y otra
Un problema habitual cuando estamos trabajando o estudiando es que nuestro nivel de agobio suele aumentar cuanto más tiempo nos dediquemos a la tarea. Por tanto, suele ser altamente recomendable tomarnos unos minutos de respiro entre una tarea y otra.
Podemos descansar viendo algún vídeo interesante, comiendo un aperitivo o levantándonos un poco de la silla del escritorio. A la larga, esto nos ayudará a ser más productivos.
6. Disfrutar de un hobby
Las aficiones son muy importantes a la hora de enriquecernos y desarrollarnos como personas, así como para aumentar nuestra autoestima.
Por ello, dedicar tiempo a algún hobby será una buena forma de alejarnos de nuestras preocupaciones y despejar nuestra mente.
Además, resulta complicado mejorar en algún tipo de afición, como pintar o tocar un instrumento, si no le dedicamos tiempo suficiente.
7. Apagar el móvil durante un tiempo
Aunque hoy en día vivimos muy conectados a nuestros teléfonos móviles, nunca está de más dejar de lado este dispositivo durante un rato cada día.
Aunque el móvil es una forma excelente de estar conectados con el mundo, esta conectividad es precisamente lo que también puede convertir en una fuente de preocupaciones.
Por ello, una de las claves para desconectar y relajarse sería apagar el teléfono o alejarnos de él, al menos durante unos momentos cada día.
Así, podremos centrarnos en aquello que estamos haciendo en el momento, ya sea trabajar o algo que nos ayude a relajarnos. Además, esta actitud podrá liberar más tiempo para nosotros y así permitirnos practicar el mindfulness de una forma más eficaz.
Estas son algunas claves que suelen resultar útiles para desconectar y relajarse; poniéndolas en práctica podremos alejarnos de muchas de las preocupaciones a las que nos enfrentamos durante nuestro día a día. Esto, a su vez, nos podrá ayudar a afrontar nuestros problemas con algo más de perspectiva.