7 claves para volver a estudiar a edad adulta
¿Te planteas volver a estudiar a edad adulta? Antaño, esta podía parecer una elección extraña, casi absurda. Esa era la sensación que tenían muchas personas ante estas iniciativas. Sin embargo, se puede retomar la formación por muchos motivos, por necesidad, por curiosidad, por gusto, por querer aprender… Porque sí, de manera más o menos formal, nunca dejamos de aprender.
No pienses que volver a estudiar a edad adulta es objeto de un fracaso o una mala elección. Tu “yo” de 17 años tuvo que elegir a qué se quería dedicar el resto de su vida, con 17, con 37 o con 57 años. ¿Realmente tu “yo” adolescente era tan sabio para saber qué querría tu “yo” adulto veinte o treinta años después?
Por eso, cada día más personas retoman sus estudios o empiezan a interesarse por otras materias. Algunos lo hacen para buscar nuevos horizontes profesionales, otros por simple hobby. Sea lo que sea aquello que te motiva, existen una serie de claves que son interesantes conocer antes de arrancar con este proceso.
Cómo volver a estudiar a edad adulta
¿Quieres volver a estudiar en edad adulta? Si es tu caso, recuerda que hoy tienes muchas más opciones que las generaciones que te precedieron. Hoy en día, por ejemplo, tienes:
- Mucha más información sobre la oferta formativa y mayor experiencia vital para elegir qué deseas estudiar de verdad.
- Un mayor número de posibilidades de estudio.
- La formación online es ya una realidad absoluta y puede facilitar mucho este proceso.
Una de las autoras que más ha trabajado el regreso a los estudios es Isabel C. Franco, escritora de Volver a estudiar en la edad adulta: técnicas y consejos. En este libro, el lector encuentra técnicas y consejos que le pueden ayudar en diversas áreas formativas:
- Persistencia y aprendizaje frente al fracaso o el error.
- Técnicas para tomar buenos apuntes en clase, ya sean presenciales u online.
- Asimilación de pautas para ser constantes, especialmente cuando hablamos de una formación a distancia.
- Técnicas de memorización y lectura activa durante el estudio.
Cuando hemos pasado muchos años sin estudiar, no siempre es fácil volver a ese terreno familiar. Hemos perdido la rutina, incluso a las personas que nos supervisaban; por otro lado, el cerebro a cierta edad no tiene la misma capacidad de retención y aprendizaje que tenía durante la infancia y adolescencia.
Claves para el estudio en edad adulta
La formación continua es básica para cualquier profesional. No tiene por qué ser educación superior o universitaria, tampoco reglada. Cualquier curso de capacitación es útil para mejorar el desempeño. También hablamos de actualización para la mayoría de los puestos de trabajo: un reciclaje profesional.
Sea como fuere, por motivos profesionales, por puro placer o por el simple hecho de aprender y obtener más conocimientos, existen claves importantes que facilitarán este proceso que, a veces, puede ser complicado.
Confianza
La edad nos ha dado autonomía, pero también la responsabilidad de ser abanderados de nuestra confianza. Volver a estudiar puede ser un reto para muchas personas, de ahí que necesiten recuperar o consolidar la confianza en sus posibilidades. En este sentido, el entono también puede sumar o restar.
Prejuicios fuera
Es importante olvidar los prejuicios, apartarlos lo más posible. Cada día es más habitual ver a personas de todas las edades en clase. No obstante, hemos de derribar estas barreras, pues todavía mucha gente lo ve como algo negativo, contra natura, cuando en realidad es todo lo contrario.
“Sigue hambriento, sigue alocado”.
-Steve Jobs-
Motivación
La motivación y el convencimiento en lo que se hace es primordial. Si vuelves a estudiar, ve con todo y aprovecha y disfruta la experiencia sabiendo que has tomado el camino correcto.
Planificación
Por lo general, estudiar en edad adulta implica que posibles obligaciones familiares y laborales provoquen que la planificación deba ser casi milimétrica. Por eso, hay que organizar bien el tiempo, de forma realista, pero sin forzar el ritmo.
Hábitos de estudio
Poco a poco, el hábito de estudio se vuelve a recuperar tras años de haberlo perdido. Sea como fuere, es recomendable ir despacio, superando pequeños retos hasta que estudiar vuelva a ser parte de la rutina.
Elección
Es imprescindible hacer una correcta elección de la formación que haremos. Piensa también qué buscas con ella. ¿Mejorar tu desempeño profesional? ¿Asumir nuevos retos? ¿Alimentar tu curiosidad?
Las respuestas a esta pregunta te ayudará mucho a decantarte por una opción u otra. En este sentido, lo recomendable es no estirar demasiado el tiempo destinado a la decisión: las opciones infinitas pueden anestesiar nuestra confianza y motivación.
Apoyo
Apóyate en tu gente, en tu familia y amigos. Puede ser que aparezcan algunos momentos en que crees que no podrás con todo. Ahí será cuando su ayuda vendrá genial -o su ausencia fatal-.
Y ahora, ponte manos a la obra. No permitas que nadie te diga que volver a estudiar a edad adulta es una locura, pues no es verdad. Es una oportunidad única de crecimiento personal y profesional.
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- C. Franco, Isabel, (2017).
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