7 ejemplos de comunicación agresiva en la pareja
Podríamos dar múltiples ejemplos de comunicación agresiva en la pareja. Sin embargo, hay un hecho evidente y es que todas las tipologías hieren, menosprecian, infravaloran y destruyen el equilibrio psicológico de un miembro de la relación sobre el otro. Así, no importan nuestros estudios, nuestra edad o la experiencia previa: todos, en algún momento, podemos ser susceptibles de padecer estas dinámicas tan lesivas.
Decía el psicólogo y psicoterapeuta existencialista Rollo May que la comunicación debe guiarnos siempre hacia el entendimiento, la intimidad y la valoración del otro. De hecho, saber comunicar en pocos ámbitos y escenarios es tan relevante como en un vínculo afectivo. El bienestar, la felicidad y la proyección de futuro entre dos personas depende en buena parte de ese pilar.
Admitámoslo, no todo el mundo es competente en este campo. Porque saber comunicar no implica solo ser eficaz a la hora de transmitir un mensaje. La correcta comunicación es aquella que sabe controlar las emociones y se expresa con asertividad para obtener un fin: llegar al otro desde el respeto.
¿Cómo es la comunicación agresiva?
La comunicación agresiva consiste, básicamente, en hacer uso de una actitud egocéntrica que no respeta los pensamientos, sentimientos y derechos de la otra persona. Podríamos describirla como ese estilo de interacción unidireccional en la que solo importa lo que uno diga, lo que uno opine. Así, no es difícil deducir que detrás de esta tipología se encuentra una personalidad violenta.
Estas serían las características básicas de este perfil:
- Son personas que solo tienen en cuenta sus propias necesidades.
- Su objetivo es que la pareja asuma y claudique a sus deseos, objetivos y perspectivas.
- Son beligerantes, no dudan en humillar y vulnerar derechos ajenos.
- Asimismo, es importante destacar que son personalidades explosivas e imprevisibles. Nunca se sabe cuándo van a estallar con un comentario agresivo.
- Menosprecian todo pensamiento, decisión o comentario del otro.
Por otro lado, debemos destacar que la comunicación agresiva puede ser verbal y no verbal. Es decir, además del mensaje o las palabras que dirijan a la pareja, está también la gestualidad, el dedo que señala y amenaza, la cercanía que invade el espacio personal, etc.
Ejemplos de comunicación agresiva en la pareja
Lo señalábamos al inicio: es muy fácil caer en una relación abusiva en la cual la comunicación violenta es una constante. Esto se explica sobre todo por la indefensión en la que derivan buena parte de las víctimas. Uno de los rasgos de este tipo de dinámicas es que la agresividad comunicativa es impredecible. La pareja queda sorprendida, azorada, nadie espera ese ataque de desprecio, sarcasmo o súbito insulto.
Poco a poco, la víctima acaba minimizando ese tipo de comunicación, la normaliza porque su autoestima está bajo mínimos y porque su identidad queda completamente supeditada al otro. Conozcamos, por tanto, unos cuantos ejemplos de comunicación agresiva en la pareja.
1. No sirves para nada, mejor lo hago yo
Esta frase degrada al otro. De este modo, la persona agresiva asume el poder despreciando al otro. Lo más complejo es que muchas veces el “no sirves para nada” se suele expresar mediante ese tono cariñoso y medio en broma que puede llegar a parecer inocuo.
Expresiones como “Ay cariño, no sé qué harías sin mí” son símiles dañinos revestidos de falsa amabilidad.
2. Tú siempre, tú nunca (…)
Hablar en términos absolutos es una forma de comunicación violenta que muchas veces pasamos por alto. Es importante tenerla presente.
Frases como “tú nunca haces esto o lo otro, tú siempre eres así o te equivocas, etc.” es un modo insidioso de hacer daño. Daniel Goleman nos indica en su libro Inteligencia Emocional el peligro de hacer uso de este recurso. Tomar lo particular y transformarlo en algo general es un ataque a la otra persona.
3. La culpa de todo es tuya
Entre los ejemplos de comunicación agresiva en la pareja no puede faltar la proyección de la culpa. Dejar sobre hombros ajenos el peso de todo lo que sucede, del malestar propio, las propias frustraciones y los problemas más insignificantes es una clara forma de violencia.
4. Solo dices tonterías
Uno de los objetivos de toda persona agresiva y manipuladora es anular emocional y psicológicamente al otro. Es importante detectarlo, porque ese deseo, el de menospreciar para dejar bajo mínimos la autoestima ajena puede hacer uso de múltiples mecanismos, recursos, expresiones, frases y sofisticados comentarios.
Asimismo, es importante destacar algo. Estudios como el realizado en la Universidad Loyola de Chicago nos indican que la comunicación agresiva y esta forma de menosprecio aparece por igual en ambos sexos.
5. Actúas igual que tu madre, padre, como mi anterior pareja (comparación)
La comparación es otro de los ejemplos de comunicación agresiva en la pareja más clásicos. Sin embargo, este tipo de expresiones y mensajes pasan muchas veces el filtro de la normalidad. Los escuchamos con frecuencia y no siempre reaccionamos.
El que nos digan cosas como “actúas como tu madre, eres igual de exagerada” o “al final todos sois iguales, eres igual de despreocupado que mi anterior novio” son comentarios que no siempre identificamos como comunicación agresiva.
6. Deberías hacerte ver eso, “no estás bien de la cabeza”
Este comentario es también todo un clásico en el repertorio de la comunicación violenta y manipuladora. Lo podemos definir mediante el término “hacer luz de gas”, es decir, hacer creer al otro que tiene un problema mental, que sus preocupaciones no son normales, que todo lo sobredimensiona, que está perdiendo el control…
Este tipo de descalificación es una forma de abuso y manipulación de la percepción de la realidad del otro.
7. Ejemplos de comunicación agresiva en la pareja: aquí se hace lo que digo yo
“Lo que tú opines no importa, porque en esta casa mando yo”. Este es otro de los ejemplos de comunicación agresiva en la pareja más contundentes y claramente violentos. La imposición del propio punto de vista, la necesidad de pisotear los derechos de la pareja para dejar claros los propios es una forma de vulneración absoluta.
Para concluir, cabe señalar que hay muchos más ejemplos de comunicación violenta. Sin embargo, lo más decisivo de todo ello, es reconocerlas y reaccionar. El lenguaje agresivo daña, destruye y distorsiona el auténtico sentido del afecto en una relación. Saber amar implica saber hacer uso de una comunicación más empática, respetuosa y constructiva.
Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.
- Elena-Adriana, T., Maria, O., Ovidiu, G., Cristina, G., Gabriela, B., & Manuela, G. (2014). The Impact of Communication in the Harmonization of Couple Relationships. Procedia - Social and Behavioral Sciences, 116, 5041–5045. https://doi.org/10.1016/j.sbspro.2014.01.1070
- Stockdale, Laura & Tackett, Sarah & Coyne, Sarah. (2013). Sex differences in verbal aggression use in romantic relationships: A meta-analytic study and review. Journal of Aggression. 5. 10.1108/JACPR-09-2012-0003.
- Overall, N. C., Hammond, M. D., McNulty, J. K., & Finkel, E. J. (2016). When power shapes interpersonal behavior: Low relationship power predicts men's aggressive responses to low situational power. Journal of personality and social psychology, 111(2), 195–217. https://doi.org/10.1037/pspi0000059