7 frases de Oscar Wilde que te inspirarán
Oscar Wilde se caracterizó por un humor punzante. Estaba convencido de que la gente no escuchaba y contaba como asistió a una fiesta a la que llegó tarde y le dijo a la anfitriona como excusa que “había tenido que enterrar a una tía suya a la que acababa de matar”. La anfitriona le contestó: “No se preocupe usted, lo importante es que haya venido”.
Era hijo de una escritora y de un cirujano y se hizo muy conocido por sus obras de teatro, entre las que destaca La importancia de llamarse Ernesto y por la única novela que escribió El retrato de Dorian Gray. Destacó también por las frases que decía y que mostraban su forma de pensar. Vamos a ver algunas de esas frases.
Vive la vida plenamente
“Escribí cuando no conocía la vida. Ahora que entiendo su significado, ya no tengo que escribir. La vida no puede escribirse; sólo puede vivirse”.
En la época en la que vivía Oscar Wilde existirían distracciones, pero lo cierto es que en la actualidad se han multiplicado. No es raro cruzarnos con alguien que camina por la calle enfrascado en la pantalla de su teléfono, como si fuera un zoombi, sin mirar y ni ver nada de lo que les rodea. No somos capaces de alzar la mirada y observar la vida.
La vida no puede ni escribirse ni verse en una pantalla de ordenador o de un móvil. La vida es lo que tocamos, lo que olemos, lo que sentimos al ver el mundo real.
La importancia de saber equivocarse
“Experiencia es el nombre que damos a nuestras equivocaciones”.
A lo largo de nuestra vida cometemos muchos errores y es precisamente de esos errores de los que hay que aprender lo que no debe volver a ocurrir. Esas lecciones que nos va dando la vida es lo que llamamos experiencia.
La verdadera fuerza de cualquier persona está en aprender de cada experiencia, sea positiva o negativa. Levantarse cada vez que la vida nos tira al suelo y hacerlo con ilusión por el futuro, negando esa máxima de que el pasado es el mejor predictor de lo que vendrá…
Las reglas de la escritura según Oscar Wilde
“No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo”.
Oscar Wilde escribió multitud de obras de teatro, relatos, poemas y al final constató que lo importante es tener que decir algo y simplemente decirlo. Muchos escritores han pensado en innumerables reglas para escribir y otros escritores las han seguido o se han inventado, a su vez, reglas nuevas.
En realidad, a la hora de escribir o de pegar traspiés por la vida solo son importantes dos cosas: tener una idea y ponerla en práctica. Podemos leer reglas, seguirlas, aplicarlas, pero lo fundamental es fomentar la creatividad, la generación de ideas propias y la puesta en marcha de cada una de ellas. Los sueños son bonitos, pero es esencial tener el valor de hacerlos realidad.
Ama a la persona más importante de tu vida
“Amarse a sí mismo es el comienzo de un idilio que durará toda la vida”.
La autoestima, el amarse a uno mismo, es la base de una vida sana. Lo cierto es que nos afectan demasiado las opiniones de otros y nos decimos muchas cosas negativas a nosotros mismos. Es importante poner un límite y reflexionar sobre todas las cosas buenas y bonitas que hay en nuestra vida.
Párate un momento y piensa en lo que te dices a ti mismo cada día. Cambia esos “no puedo” por “voy a hacerlo”. La voluntad es el primer paso para poder hacer lo que deseas. No permitas que tu mente te diga cosas negativas, no le pongas barreras a tu propia a tu propia existencia.
Celebra el éxito de tus amigos
“Cualquiera puede simpatizar con las penas de un amigo, simpatizar con sus éxitos requiere una naturaleza delicadísima”.
Vivimos en una sociedad en la que impera la envida hacia el éxito de los demás. Muchas personas actúan con falsedad y dicen alegrarse de que a otras personas les vaya bien, pero no son capaces de asumir el éxito y alegrarse por otro, porque internamente les corroe la envidia.
Oscar Wilde fue un personaje en su época, nació en el seno de una familia con bastantes recursos y vivió una vida acomodada. Pero, en un determinado momento, cometió un error y fue encarcelado durante dos años. Al salir de la cárcel se trasladaría a París, se cambiaría de nombre y moriría a los 46 años en la más absoluta indigencia.
Aprende a alegrarte con honestidad de los éxitos de tus amigos. La sensibilidad que requiere esa honestidad es necesaria para tener relaciones sanas y duraderas con otras personas. Busca a personas que se alegren de tus éxitos y que los celebren contigo de forma sincera.
Ponte en acción ya
“Cuando hayamos descubierto las leyes que rigen la vida, nos daremos cuenta que el hombre de acción se ilusiona más que el soñador”.
Pasamos mucho tiempo soñando, pensando en lo que queremos hacer y nos absorben los quehaceres diarios. De esa forma perdemos la ilusión porque vemos cada vez más lejanos nuestros sueños y no hacemos nada por alcanzarlos, por salir de nuestra zona de confort y arriesgarnos.
Oscar Wilde fue un soñador, pero no es suficiente con ser un soñador, es necesario ponerse manos a la obra. Busca lo que te apasiona y hazlo parte de tu vida. Solo vamos a vivir una vez y el tiempo es limitado así que lánzate a tu pasión y disfruta todo lo posible de cada minuto, de cada latido.
Sigue a tu corazón y haz locuras
“El mundo ha sido hecho por los locos para los cuerdos”.
En esta vida hay que hacer locuras, hay que seguir al corazón y a la intuición. Tu corazón ya sabe lo que quieres, aunque tu mente lo niegue, escucha sus latidos. Recuerda que muchas de las personas que han logrado grandes cosas en la historia de la humanidad fueron tomadas por locas en su época.
Si quieres hacer un viaje hazlo, si quieres besar a una persona que te atrae hazlo, si no te gusta tu trabajo déjalo y busca otro, si quieres pintar cuadros cómprate un lienzo y óleos y empieza a pintar. Es tu vida, nadie la va a vivir por ti nadie te la va a dar para que la vivas otra vez.