Características para identificar a las personas tóxicas

De seguro has interactuado con personas tóxicas sin darte cuenta. Aquí te ayudamos a identificarlas y te decimos cómo actuar frente a ellas.
Características para identificar a las personas tóxicas
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 28 septiembre, 2023

Las personas somos seres sociales por naturaleza. Esta necesidad de intercambio es fuente de bienestar, emociones positivas y aprendizajes. Es importante estar atentos a nuestras interacciones, para no permitir que nos arrebaten sus beneficios. De lo contrario, podemos quedar atrapados en las trampas de quienes solo buscan lastimarnos. Por ello, debes saber identificar a las personas tóxicas y cómo manejarlas.

Ten presente que las relaciones con esta clase de individuos apagan nuestra vitalidad, generan estrés y malestar psíquico. Nadie es inmune a su comportamiento.  Veamos más datos a continuación.

¿Qué significa ser una «persona tóxica»?

Es relevante tener en cuenta que, como seres humanos, no somos tóxicos. Sin embargo, en el contexto de este artículo, utilizaremos el término «persona tóxica» para referirnos a aquellos individuos que afectan negativamente el bienestar de los demás al impedir su crecimiento personal, expresión emocional, conductual y cognitiva.

Las personas tóxicas pueden crear relaciones disfuncionales que pueden ser muy perjudiciales para sus vínculos interpersonales. Pueden alejar a los otros de sus familias y amigos, generando un ambiente de aislamiento y dependencia emocional.

Señales para identificar a las personas tóxicas

Dada la popularidad del término «persona tóxica», es preciso destacar que no debemos abusar de él. No basta con que ese compañero de trabajo esté siempre de mal humor o que nos haga una crítica puntual para etiquetarlo de esa manera.

Identificar a las personas tóxicas exige tener en cuenta una serie de rasgos muy concretos que, por lo general, se mantienen estables en el tiempo. Son patrones conductuales y emocionales muy arraigados que pueden ser difíciles de cambiar.

1. Son egoístas y egocéntricas

Una de las características de las personas tóxicas es que hablan mucho de sí mismas. Monopolizan las conversaciones y destacan sus intereses y necesidades. Esto hace que el equilibrio de las relaciones se pierda y que la otra persona se sienta menospreciada.

Las motivaciones egoístas se relacionan con deficiencias en el bienestar, la salud y las relaciones, así lo señala una revisión publicada en Annual Review of Psychology. De manera que, a través de su egoísmo, las personas tóxicas deterioran los vínculos interpersonales que tienen.

2. Culpabilizan en exceso

Te hacen pensar que tú eres el equivocado, el que no sabe, el incompetente, el que todo lo hace mal, etc. Te convencen de que tú eres el problema, lo cual te hace sentir culpable. A largo plazo, este sentimiento podría no ser tan favorable.

El sentimiento de culpa, aunque es considerado como prosocial, puede tener un impacto negativo en la salud de las personas. Un estudio realizado en adultos alemanes ha encontrado una asociación entre la culpa y la depresión. Por esta razón y otras más, consideramos que una persona que constantemente culpa a otros es tóxica.

3. Tienen deficiencias para ser empáticas

Otro rasgo para identificar a las personas tóxicas es su poca capacidad de empatizar. Tienen dificultades para comprender la perspectiva de los demás y ser consciente de los efectos emocionales que tienen sus actos.

De acuerdo con una publicación en Proceedings of the National Academy of Sciences , e sta falta de empatía tiene un impacto social negativo, porque es fuente de conflictos y del sufrimiento interpersonal. Esto convierte las relaciones en un espacio donde nadie tiene la posibilidad de desarrollarse de manera óptima.

4. Son manipuladores

Como ya dijimos, las personas tóxicas solo piensan en ellos mismos y les importa muy poco el bienestar de los demás. Por tanto, son capaces de chantajear, controlar y utilizar con el fin de cumplir o satisfacer sus deseos y necesidades.

Según el libro Chantaje emocional, de Susan Forward, el chantaje es un modo de manipulación que se vale del miedo y la obligación. Estos tratos pueden afectar la estabilidad emocional de los otros, ya que al controlarlas y chantajearlas impide que reafirmen sus derechos y que desplieguen sus valores en el mundo.



5. Inhiben la expresión emocional

Otra de las características de las personas tóxicas es que inhiben la expresión emocional de los demás. Mediante la manipulación, el control y la crítica pueden hacer que las personas se sientan inseguras o temerosas de expresar lo que sienten y opinan.

La supresión de las emociones podría aumentar el riesgo de mortalidad, así lo indica un estudio longitudinal publicado en Journal of Psychosomatic Research.

6. Generan emociones negativas

Otra manera de identificar a las personas tóxicas es que nadie se siente tranquilo con su compañía. Y es que tienen la capacidad de desestabilizar las emociones. Además, cuando estamos junto a ellas:

  • Agotan nuestra energía y optimismo.
  • Nos sentimos controlados.
  • Sentimos la obligación de cuidarle, atenderle o protegerle.
  • Nos sentimos cohibidos.
  • Promueven la culpa, la vergüenza y el temor.

En general, se sabe que las emociones negativas son un factor de riesgo para tener enfermedades físicas y mentales. Por lo tanto, las personas tóxicas tienen el potencial de deteriorar nuestra salud a través de la inducción de estados de ánimo negativos.

7. Ejercen la violencia y el maltrato

No todas las personas tóxicas son violentas o maltratadoras, sin embargo, todas aquellas que sí lo son, son consideradas tóxicas debido a que su comportamiento. El maltrato y la violencia es uno de los grandes problemas de las relaciones tóxicas, y se puede expresar a través de la violencia de género y el acoso, muy frecuente entre los jóvenes.

8. No respetan los límites

Las personas tóxicas tienen dificultades para respetar los límites. Esto se debe a diferentes factores, como la necesidad de controlar o la falta de empatía y comprensión hacia los demás. Algunos comportamientos típicos de la trasgresión de límites son:

  • Irrumpir en el espacio personal y no respetar la privacidad.
  • Demandar atención y tiempo sin tener en cuenta las necesidades y deseos ajenos.
  • Ignorar los límites y las necesidades de los otros.
  • Manipular el comportamiento.
  • No respetar las opiniones, sentimientos y creencias.

No nos engañemos. Allí donde habita este tipo de personalidad, nada prospera. Donde se practiquen estas artimañas, nadie sentirá felicidad ni podrá alcanzar meta alguna. El costo de esta clase de comportamiento puede ser inmenso, si se trata de un familiar cercano o de nuestra pareja.

9. Son dependientes a nivel emocional

La forma en que los dependientes emocionales se relacionan puede tener un impacto negativo en la vida de otros, haciéndolos sentir abrumados y agotados por las demandas afectivas tóxicas. Esto puede resultar en la pérdida del espacio personal. Además, pueden sentirse presionados y responsables de satisfacer las necesidades emocionales del tóxico. Vale la pena aclarar que no todos los tóxicos tienen este rasgo.

¿Cómo actuar frente a una persona tóxica?

Lidiar con estos sujetos puede ser difícil y desafiante, pero es importante que tomes medidas para proteger tu salud emocional y mental. Aquí hay algunas estrategias que puedes usar:

  • Establecer límites: traza barreras en la relación con la persona para que no altere tu estabilidad emocional. Puedes limitar el tiempo que pasas con ella, los temas de conversación que estás dispuesto o no a tocar, etc. Reflexiona sobre lo que no estás dispuesto a permitir ni a negociar, así podrás defender tus límites.
  • Conservar la tranquilidad: aunque sea difícil hacerlo, intenta mantener la calma ante sus comportamientos, así podrás evitar conflictos innecesarios sin perder tu estabilidad.
  • Hablar de manera asertiva y firme: con eso podrás comunicar lo que sientes y reafirmar tus derechos sin faltarle el respeto a la otra persona. Antes de hablar, tómate un tiempo para identificar lo que quieres decir, qué límite vas a defender y cómo lo harás.
  • Evitar la culpa: con frecuencia, las personas tóxicas intentan culparte de sus problemas y avergonzarte en público. Por ende, es fundamental que recuerdes que no eres responsable de sus comportamientos disfuncionales.
  • Tomar distancia de la persona tóxica: si la relación es insoportable y merma tu calidad de vida, aléjate, así cuidarás y conservarás tu salud mental. Tu bienestar es primero.
  • Buscar apoyo: el acompañamiento de un profesional de la salud mental puede ayudarte a lidiar con el estrés y la ansiedad asociados a la interacción con esa persona.

Es posible que necesites diferentes estrategias y recursos de afrontamiento porque cada situación, persona y relación es diferente. Por eso, reiteramos la necesidad de que consultes a un profesional.



Conclusión

Las personas somos animales sociales que necesitamos de la interacción para nuestro bienestar. Sin embargo, a veces esas relaciones nos perjudican, sobre todo, cuando interactuamos con personas tóxicas.

Así pues, es imprescindible reconocer las características de estos individuos para evitar tener vínculos afectivos con ellos. Si la relación es inevitable, es crucial establecer límites y buscar apoyo profesional para manejar estas situaciones de manera efectiva.


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