Aaron Beck y la terapia cognitiva
Aaron Beck lo tiene claro, “si nuestro pensamiento es sencillo y claro, estamos mejor equipados para alcanzar nuestras metas”. ¿Es posible que nos compliquemos en exceso en muchas ocasiones? Puede ser, o tal vez es que nuestra visión del mundo se distorsiona casi sin querer , ¿no?
El caso es que Beck, psicólogo y catedrático, ha desarrollado una terapia cognitiva que demuestra una gran eficacia para el tratamiento de la depresión. Además, cuando sus ideas se han adaptado a otros problemas propios de la terapia psicológica también han mostrado un alto grado de eficacia.
“Si nuestro pensamiento es sencillo y claro, estamos mejor equipados para alcanzar nuestras metas”
-Aaron Beck-
La terapia cognitiva y Aaron Beck
La terapia cognitiva es una corriente psicológica que se ocupa de estudiar y conocer los procesos por los que el individuo toma conciencia del mundo y su entorno, así como los resultados del mismo.
De este modo, un modelo cognitivo pone especial atención en las creencias, los significados, las expectativas, las ideas… Es decir, en los filtros que utilizamos para percibir la realidad o los mecanismos que utilizamos para trabajar con esta información y con la que ya tenemos almacenada en nuestros cerebros.
Así, el papel que juega la memoria, la formación de conceptos, la atención, la resolución de conflictos, el procesamiento de la información es muy importante y así queda reflejado en los diferentes modelos cognitivos.
Aaron Beck ha sido pionero en este tipo de terapias. Otros como Albert Ellis también han desarrollado modelos parecidos. No obstante, Beck se centra en el estudio de las distorsiones cognitivas, mientras que Ellis se decanta por las creencias irracionales.
Método empleado en la terapia cognitiva de Beck
No es fácil definir la terapia cognitiva de Aaron Beck. No obstante, trataremos de hacer un resumen completo y entendible. En este sentido, el psicólogo basa su modelo en el sufrimiento personal de un individuo por la interpretación particular de los sucesos, pero no de estos en sí.
De ahí que Beck mostrase un gran interés en cómo esta interpretación de lo hechos influye en el establecimiento de trastornos psicológicos, especialmente la depresión.
Entonces, para tratar la depresión y otros trastornos, Beck propone una reestructuración cognitiva; la cual consiste en lograr que el paciente sea capaz de modificar los modelos que usa para interpretar. Para ello, se abordan las situaciones vividas y la valoración subjetiva qué la persona realiza de los hechos.
Una vez conocidos los esquemas con los que trabaja el individuo, en terapia se trabaja sobre ellos para que pierdan rigidez. A través de este tratamiento, el paciente se ve a sí mismo y encuentra esquemas para ver el mundo y a su entorno de una manera más beneficiosa para su salud mental.
Aunque esta terapia surgió para tratar la depresión, su creciente éxito en el tratamiento de este trastorno le permitió expandirse al abordaje de otras afecciones, como la ansiedad y las fobias.
Para comprender mejor de qué va, propongamos el siguiente ejemplo: si alguien tiene fobia a las inyecciones, se podrían reestructurar sus creencias de manera que entienda que la pequeña molestia provocada, puede evitarle largos y dolorosos tratamiento médicos.
Es decir, hacerle ver al paciente que al evitar el contacto con las agujas, puede propiciarle problemas, molestias y dolores mucho mayores que el de una simple inyección o extracción de sangre.
“La terapia cognitiva busca aliviar las tensiones psicológicas mediante la corrección de las concepciones erróneas y auto-señales. Al corregir las creencias erróneas, podemos bajar reacciones excesivas”
-Aaron Beck-
Conceptos clave de la terapia cognitiva de Beck
El modelo propuesto por Beck sostiene que ante una situación, los individuos no responden automáticamente; sino que antes de emitir una respuesta emocional o conductual perciben, clasifican, interpretan, evalúan y asignan significado al estímulo en función de sus supuestos previos o esquemas cognitivos (también llamados creencias nucleares).
Ahora bien, desarrollar por completo la terapia cognitiva de Aaron Beck sería un trabajo que, por extenso y necesitado de matices, superaría las pretensiones de este artículo. No obstante, podemos resumir algunos de sus principios más importantes:
Organización cognitiva
En el modelo de Beck, el individuo emite una respuesta interpretada y evaluada ante una situación, de manera que no actuamos de forma automática. Lo que dice Beck es que detrás de la gran mayoría de nuestras conductas existe un estilo particular de procesar la información -basado en nuestros esquemas cognitivos previos- que tiene una gran influencia sobre esta conducta.
Esquemas cognitivos
Estos se refieren a las estructuras que contienen los mecanismos de codificación, almacenamiento y recuperación de información. Aquí se incluye la memoria, interpretación, percepción y la atención. O sea, cómo percibes algo concreto y de qué forma lo interpretas.
Distorsiones cognitivas
Son pensamientos irracionales que la persona desarrolla y mantiene durante un tiempo prolongado. A medida que el tiempo transcurre, los pensamientos se afianzan hasta convertirse en creencias personales.
Dado que la mayoría de estos pensamientos comenzaron a desarrollarse durante la infancia, se mantienen inconscientes en la persona, ejerciendo gran influencia en su forma de ser y pensar. Por lo tanto, necesitará de la ayuda de un terapeuta para modificarlos y así superar el trastorno psicológico que la aqueja.
Algunas de las distorsiones cognitivas definidas por Beck fueron:
- Pensamiento dicotómico: tendencia a valorar los acontecimientos en extremos polares: bueno/malo, blanco/negro, todo/nada, etc.
- Sobregeneralización: consiste en extraer, sin base suficiente, una conclusión general de un hecho particular.
- Magnificación y minimización: tendencia exagerar los aspectos negativos de una situación, un suceso o un cualidad propia, y a minimizar lo positivo.
- Abstracción selectiva: consiste en enfocar nuestra atención a un solo aspecto o detalle de la situación. Por lo general, se tienden a ignorar los aspectos positivos, dando mayor importancia a los negativos.
- Visión catastrófica: adelantar acontecimientos y, de entre las distintas opciones, pensar que siempre va a ocurrir lo peor.
- Culpabilidad: tendencia a atribuirse a uno mismo, o a los demás, toda responsabilidad de los acontecimientos, ignorando otros factores que contribuyen a los mismos.
Creencias
Para Beck, los esquemas cognitivos están compuestos esencialmente de creencias. Diríamos que son mapas que permiten a cada individuo ver el mundo, darle sentido y construir estructuras mediante la experiencia.
En este caso, Beck distingue entre dos tipos de creencias:
- Creencias centrales o nucleares: son afirmaciones absolutas, duraderas y globales sobre uno mismo, los demás o el mundo. Por ejemplo, “soy una persona sensible” o “me gustan las mujeres”. Se trata de proposiciones muy arraigadas, por lo que son difíciles de cambiar, dan el sentido de identidad y son idiosincrásicas.
- Creencias periféricas: son más satelitales y no involucran a los aspectos centrales de la personalidad, por lo tanto pueden modificarse con más facilidad. Un ejemplo de ellas sería creer la vida siempre te da una segunda oportunidad.
Los productos cognitivos
Beck se refiere a aquellos pensamientos que resultan de la interacción con la información que una situación concreta proporciona. También interactúan en este caso las creencias, los esquemas y la propia organización cognitiva. Es decir, cómo actúa el individuo según su forma de ser y ver el mundo.
Pensamientos automáticos
Se trata de productos cognitivos desadaptativos y negativos. En líneas generales, son los diálogos internos, pensamientos o imágenes que aparecen ante una situación determinada; y las personas suelen considerarlos afirmaciones verdaderas no distorsionadas.
Sus características principales son:
- Son valoraciones referidas a una situación concreta.
- Se consideran verdaderos, independientemente de que sean irracionales o no.
- Son aprendidos.
- Aparecen de forma espontánea, dramatizando y exagerando lo negativo de la situación.
- No son fáciles de detectar ni controlar, pues aparecen en el flujo del diálogo interno.
El modelo explicativo de la depresión de Beck
El modelo cognitivo estructurado por Beck está diseñado, en un principio, por y para la depresión. Precisamente por eso, ha sido en el marco de ésta donde más se ha desarrollado
El modelo de Beck pretende explicar el origen de la depresión y poner de relieve la influencia que tiene el tipo de procesamiento de la información que hacemos en la aparición de esta, más allá de los sucesos circunstanciales. Un esquema de dicho modelo lo podéis ver a continuación.
En el esquema se puede apreciar cómo los esquemas cognitivos, de los que hablábamos antes, actúan como semillas de la depresión. Estos esquemas, que entran en juego por la necesidad que impone el estrés, de trabajar mentalmente de forma rápida, producirían los sesgos cognitivos que tendrían una gran influencia sobre el procesamiento de la información.
Además, serían estos sesgos los que finalmente configurarían una triple visión negativa -respecto a uno mismo, respecto al entorno y respecto al futuro- que precipitaría la depresión.
“Si nuestro pensamiento queda empantanado por significados simbólicos distorsionados, razonamientos ilógicos e interpretaciones erróneas, nos volvemos, en verdad, ciegos y sordos”
-Aaron Beck-
Tríada cognitiva: la base de la terapia cognitiva
Uno de los conceptos centrales de la teoría de Beck es la Tríada cognitiva. Como describe el autor: “consiste en tres patrones cognitivos principales que inducen al paciente a considerarse a sí mismo, su futuro y sus experiencias de un modo idiosincrático“.
- Consideración hacia sí mismo. Consiste en la visión negativa que tiene el paciente de sí mismo. Todo lo que negativo que le ocurre lo atribuye a él mismo y, de este modo, confirma su torpeza y su incapacidad para afrontar la vida. El paciente también se subestima, se critica y se siente inútil. Está convencido de que no posee los elementos necesarios para alcanzar la felicidad.
- Sus experiencias. El paciente tiende a interpretar lo que le ocurre de un modo negativo. Piensa que el mundo solo le pone obstáculos imposibles de superar. A pesar de poder interpretar las situaciones de forma positiva, el paciente tiende a interpretarlo todo de la peor forma posible, casi a modo de confabulación del mundo contra él.
- El futuro. La visión del paciente sobre su futuro es negativa. Todo proyecto que emprende pensará que está destinado al fracaso.
Diferencia entre la terapia cognitiva y la terapia cognitiva conductual
Es común confundir ambos tipos de terapia, sin embrago, ambas son diferentes.
En la terapia cognitiva el terapeuta y el paciente trabajan en conjunto para llegar a comprender y así reencauzar el pensamiento erróneo y desadaptativo. En este sentido, el comportamiento de la persona se modifica en la medida que va corrigiendo sus creencias.
Por su parte, la terapia cognitiva conductual abarca muchas otras técnicas, entre las cuales se encuentran la terapia cognitiva, la terapia multimodal y la terapia racional-emotiva. En este caso, el terapeuta se centra en ahondar en el problema que experimenta el paciente, para luego identificar cuál es el comportamiento que el paciente lleva a cabo y que afianza el problema.
Por último, el terapeuta cognitivo-conductual guía al paciente hacia nuevos patrones de comportamiento, los cuales debilitarán las conductas desadaptativas que conforman el problema.
En suma, la terapia cognitiva es una modalidad de tratamiento empleado por la terapia cognitiva conductual.
La importancia de Beck
La importancia del modelo propuesto por Beck trasciende lo descriptivo. Pues, su forma de entender la depresión dio lugar a una forma particular de tratarla.
En este sentido, aportó un modelo de intervención que basa precisamente en el trabajo sobre esquemas, sesgos y triada cognitiva. El cual ha demostrado ser uno de los tratamientos para la depresión más efectivos hasta el momento, pues ha permitido que muchas personas salgan del pozo sin esperanza que rodea siempre a la depresión.
Por otro lado, y para nuestro día a día, el modelo de Beck siempre puede ser un gran punto de partida para iniciar cualquier transformación personal. Piensa que en muchas ocasiones no podemos elegir las circunstancias en las que nos tenemos que desenvolver, pero sí podemos elegir cómo procesamos la información que nos llega de esas circunstancias y las conductas que emitimos como respuesta.
Esquemas cortesía de Gerardo Viau Mollinedo.
Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.
- Beck A y Weishaar M. (1989). Cognitive Therapy. En: Freeman A, Simon K, Beutler L, Arkowitz H (eds). Comprehensive Handbook of Cognitive Therapy. New York; Springer. 21-36
- Beck L. Terapia cognitiva: Conceptos básicos y profundización. Barcelona: Editorial Gedisa; 2015.
- Pérez M y García J. Tratamientos psicológicos eficaces para la depresión. Psicothema [Internet]. 2001 [consultado el 29 de junio de 2002]; 13(3): 493-510. Disponible en: https://www.redalyc.org/pdf/727/72713314.pdf