Tipos de diálogo interno que favorecen tu salud mental

Si cuidas la forma en que te hablas a ti mismo toda tu realidad cambia. Esta artesanía psicológica no es precisamente fácil, pero si aplicas estas cuatro estrategias empezarás a notar beneficios día a día.
Tipos de diálogo interno que favorecen tu salud mental
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 16 junio, 2020

Hay una serie de tipos de diálogo interno que favorecen tu salud mental y que además le gustan a tu cerebro. La verdad es que a menudo descuidamos la gran trascendencia que tiene esa charla interna y cómo, en algunos casos, puede actuar como un debilitante del ánimo y la felicidad. Es más, esas conversaciones suelen ser el sustrato de muchos trastornos psicológicos.

Cabe señalar que el estudio sobre el diálogo interno es reciente. Hasta no hace demasiado, se infravaloraba la relación existente entre la forma en que las personas se hablan a sí mismas y el bienestar. Es más, en algún momento de nuestro pasado, se opinaba que el hecho de que alguien se «hablara a sí mismo» evidenciaba poco más que un rasgo de locura. Afortunadamente, ya sabemos que dialogar con nosotros mismos no solo es necesario, sino también saludable.

Ahora bien, es necesario hacerlo de manera adecuada. Porque no basta con que un día seamos nuestro peor enemigo y al otro, nos tratemos con respeto. El autocuidado es un ejercicio diario, riguroso y hábil con el que debemos comprometernos. Por ello, es interesante practicar estas cuatro formas de comunicación interna, cuatro estrategias que debemos tener presentes.

Chica con gafas aplicando los tipos de diálogo interno que favorecen tu salud mental

4 tipos de diálogo interno que favorecen tu salud mental

Hay épocas en que las cosas se nos complican más de la cuenta y el mundo entero (como dicen los niños) se nos hace «una bola». Es decir, cuesta masticar, tragar y digerir los problemas, todo se acumula y lo que empezó siendo una piedra en el camino acaba siendo una montaña insuperable. Pasar por épocas así es normal, como lo es también que nuestro diálogo interno se vuelva algo más negativo.

Ahora bien, la clave está en que esas situaciones no se vuelvan crónicas. En caso de que dejemos pasar el tiempo y ese tipo de pensamiento se vuelva negativo, corremos el riesgo de sufrir estrés e incluso problemas cognitivos como pérdidas de atención o memoria. Debemos reaccionar y para ello, lo ideal es aplicar estos tipos de diálogo interno que favorecen tu salud mental. Son los siguientes:

1. Sé Paul Auster, mejor un narrador en segunda persona

Nuestro diálogo interno casi siempre usa la voz en primera persona. Nos decimos aquello de “pero qué despistado soy, he metido la pata”, “si hago esto seguro que hago el ridículo”, “todo me va a salir mal…”.

Lo ideal en estos casos para ganar en sensación de control es usar la voz en segunda persona; ser un narrador un poco más alejado, pero directivo que es capaz de supervisar y a su vez controlar. Estrategias como decirnos “¿pero qué razón hay para que pienses que te vas a equivocar en esto? Mejor inténtalo y luego valoras”, “Venga, Carlos, puedes hacerlo”, “Muy bien, Elena, lo estás haciendo genial”.

El narrador en segunda persona no es muy común en literatura, pero cuando se usa, el efecto es muy intenso e impactante. Recordemos el libro de Paul Auster, Diario de invierno:

«Piensas que nunca te va a pasar, imposible que te suceda a ti, que eres la única persona del mundo a quien jamás ocurrirán esas cosas, y entonces, una por una, empiezan a pasarte todas, igual que le suceden a cualquier otro»

2. Sé un buen fotógrafo, amplía el enfoque

En un estudio realizado por la doctora Barbara Frederickson, de la Universidad de Carolina del Norte, en Estados Unidos, se demostró algo interesante. Cuando hacemos uso de un enfoque mental negativo es común aplicar la clásica visión de túnel. Es decir, nos focalizamos solo en lo adverso, en lo problemático, en el lado más oscuro de la vida.

Así, uno de los tipos de diálogo interno que favorecen tu salud mental es aprender a relativizar, a ser como un fotógrafo que hace un zoom panorámico y mucho más amplio. Solo así vemos más opciones, más perspectivas y esperanzas.

Decirnos cosas como “de acuerdo Natalia, estás preocupada, pero haz algo”; “fíjate en que hay más opciones que esa que ahora tienes en mente”; “habla con otras personas y verás como todo se puede solucionar”.

Mente de una persona con un corazón para representar la inteligencia emocional durante el confinamiento

3. Sí a las autoafirmaciones

Este dato no deja de ser curioso. Sabemos que el tema de las autoafirmaciones es un clásico, pero no falta quien lo pone en duda. El decirnos cosas como eres valioso, mereces lo que quieres, vas a poder con esto o así como eres ya eres perfecto” entraba a menudo en ese campo de la espiritualidad o del crecimiento personal con menos evidencia científica.

Sin embargo, funciona. De hecho, son varios los estudios que avalan el hecho de cómo al decirnos cosas positivas, a modo de refuerzo, genera alivio, reduce el estrés y aumenta la positividad. Investigaciones como la llevada a cabo en la Universidad de California por el doctor Clayton Ricther son un ejemplo.

4. Charla empática, el mejor de los tipos de diálogo interno que favorecen tu salud mental

Hay muchas personas que son amables, compasivas e increíblemente empáticas con los demás. Sin embargo, consigo mismas son poco más que sus peores enemigos. ¿Por qué lo hacemos? A veces, es por baja autoestima, autoexigencia o porque, en realidad, siempre nos hemos hablado de ese modo.

Hay que cambiarlo. De hecho, el mejor de los tipos de diálogo interno que favorecen tu salud mental es la charla empática. Decirnos cosas como “Alberto, sé lo que sientes y entiendo que veas con angustia el no tener trabajo ahora. Sin embargo, ambos sabemos que has pasado por situaciones más complicadas antes. Podrás con ello, estoy contigo y creo en ti”.

Para concluir, solo cabe señalar un detalle: no es nada fácil cambiar el diálogo interno. Generamos pensamientos e ideas de manera tan automática que apenas somos conscientes de cómo modelan nuestro estado de ánimo. En la medida de lo posible, hay que tomar plena conciencia de todo lo que habita, pasa y ocupa nuestro universo mental. Pongámonos a ello.


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    • Fredrickson, B. (2009). Positivity: Discover the upward spiral that will change your life. New York: Crown.
    • Kross, E. (2014). Self-talk as a regulatory mechanism: How you do it matters. Journal of Personality and Social Psychology, 106 304-324.

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