¿Existe el amor a primera vista?
El tiempo se para durante unos segundos, el corazón se acelera haciendo que se dilaten nuestras pupilas y nos ponemos nerviosos. En ese corto espacio de tiempo parece que no existe nadie más alrededor, aunque 50 personas vayan caminando por la calle. Ha aparecido alguien que nos roba toda la atención y que se convierte en nuestro amor a primera vista.
En ese instante, una persona se sumerge en otra. Entre las dos ocurre un flechazo que en ese instante solamente se materializa químicamente dentro de ellos, como si una fuerte racha de viento les hubiese golpeado en un día soleado.
“El amor nace de un flechazo; la amistad del intercambio frecuente y prolongado.”
-Octavio Paz-
Amor a primera vista, ¿existe?
Ante esta pregunta hay varias respuestas, aunque probablemente si estás leyendo este artículo creas en la afirmativa. ¿Es verdad que podemos ser “víctimas” de una oleada tan fuerte de sentimientos momentáneos o, por el contrario, es nuestro cerebro el que nos engaña?
Muchas personas pensarán que el amor a primera vista no es real y no existe: de hecho, algunos experimentos científicos aseguran que se trata de un conjunto de recuerdos, que regresan a nosotros para intercalarse con sentimientos del momento. El amor, en este caso, es un perfecto “collage” de cosas vividas e imágenes del presente.
Otras, como yo o como probablemente tú -por la razón que te he contado antes-, probablemente creerán en el poder de una primera mirada o en cómo realmente hasta un mínimo detalle puede despertar en nosotros un universo. Es decir, creemos que sí, que el amor a primera vista es real o, al menos, que existen esos segundos de euforia, energía y positivismo que hacen que el mundo parezca, literalmente, el paraíso.
“Y de pronto nos miramos a los ojos y nos sumimos uno en el otro
y nos consumimos.”
-Óscar Hahn-
Y de repente, sucedió
El fenómeno del amor a primera vista suele surgir cuando no se espera absolutamente nada. Pongámonos en una situación que podría ser real: hace un tiempo que hemos acabado una relación sentimental con una expareja y estamos autodescubriéndonos. Un día, de repente, sucede.
En el sitio más inesperado del barrio o en un viaje vacacional, te cruzas con alguien y algo se activa dentro de ti. ¿Quién es y por qué estoy nerviosa? En un cruce de miradas parecen haberse concretado más sentimientos que en tus últimos 5 meses o, como diría Elvira, una vida.
“Que la vida
puede durar un cruce de miradas
en medio de una tormenta.
Y os aseguro que eso es un regalo, es más que suficiente.”
-Elvira Sastre-
Sucede que, a veces, solo con mirar a alguien tenemos la certeza de haber estado con ella desde siempre y, sin saber por qué, nos gustaría que pudiera estar. Así, sin conocernos de nada, como si de repente entendiéramos lo que Cortázar quería expresar con eso de “me basta mirarte para saber que con vos me voy a empapar el alma”.
Hoy es siempre todavía
Y entonces, lo que ocurre con el amor a primera vista es que puede comenzar a ser nuestro amor del hoy, el del siempre todavía. Porque sí, porque nos suena a película romántica de domingo, pero el amor a primera vista también puede llegar a convertirse en un amor duradero, o quizá eterno.
De hecho, el flechazo es una especie de enamoramiento repentino e idealizado que puede dar lugar a relaciones serias: la clave se encuentra en manejar los sentimientos y comprobar que la otra persona ha sentido lo mismo. Si es así, puede ser una oportunidad única de conocer a alguien de nuevo y un bonito comienzo.
Por otro lado, si el desenlace no es tan maravilloso como parece esperar, siempre quedará en nosotros la experiencia de haber visto actuar a Cupido de esa forma: la intensidad de un amor a primera vista, es sin duda, una de las manera más irracionales y cómplices de sentirnos humanos.
Pero…¿Es realmente amor a primera vista?
Hablar de amor a primera vista es complejo. ¿Es realmente amor lo que sentimos o enamoramiento? El eterno debate sobre el que cada vez los expertos arrojan más luz. Cuando vemos a alguien que nos cautiva a primera vista se produce una explosión de diferentes factores. Por un lado nos provoca cierta excitación sexual. Por otro nos imaginamos teniendo una cita en la que todo va de maravilla. También nos imaginamos cómo sería nuestra vida al lado de esa persona. De alguna forma, pensamos que esa persona nos aportará esa felicidad que nos falta.
El amor a primera vista no es más que una proyección de nuestros deseos y expectativas en otra persona. Aunque esto no quiere decir que el encuentro no pueda acabar en una relación estable. Sin embargo, debemos tener en cuenta que todo aquello que sentimos y que se nos pasa por la cabeza, no es más que una construcción propia. Así pues, para prevenir algún tipo de decepción, lo mejor es no crearse faltas expectativas e ir poco a poco conociendo a la otra persona.
De hecho, en una investigación llevada a cabo por Zsok y Haucke (2017) comprobaron que el amor a primera vista no era amor ni pasión, sino una fuerte atracción que provoca en cada una de las personas la posibilidad de establecer una relación.