Anuptafobia: miedo patológico a no encontrar pareja
Tras cenar con varias amigas hace algún tiempo, caí en la cuenta de algo triste pero innegable: nuestras reuniones habían dejado de ser divertidas. Unas solteras, otras casadas, otras ya con niños; éramos incapaces de mantener una conversación divertida o profunda sobre algo que no tuviese que ver con el hecho de encontrar pareja y tener hijos. Éramos incapaces de planear algo que consistiese básicamente en disfrutar de nuestra compañía. Fue entonces cuando pensé en la anuptafobia.
No fue esta una situación aislada. De repente, mujeres a las que yo siempre había considerado ingeniosas, divertidas e independientes no parecían mostrar otro interés más allá que el de “estabilizarse”. Eso no debería suponer un problema, excepto cuando se llegan a vivir situaciones en las que compruebas que el encontrar pareja para muchos no es un deseo, sino que se transforma en una obsesión o un requisito imprescindible para tener una vida completa.
Ese miedo patológico a no encontrar pareja, a quedarnos “solos”, es lo que se conoce como anuptafobia
El origen de la anuptafobia
La presión por encontrar pareja es una de las cosas más comprensibles en el mundo en el que vivimos: todo está organizado para estimular el deseo de encontrar una pareja y tener hijos. Así, tradicionalmente el éxito ha estado asociado en cierta manera a encontrar una pareja y tener descendencia con ella.
Aunque muchas personas no sientan esa necesidad en un principio, la pueden desarrollar: llegados a una determinada franja de edad, el ocio parece reducirse de forma drástica. Muchos amigos y coetáneos han encontrado pareja y su el tiempo del que disponen para divertirse o para charlar es menor.
Si bien es cierto que podemos encontrar la necesidad de estar en pareja en ambos géneros, parece ser que es en el rango de edad de los 30 y en el género femenino cuando esta necesidad puede tornarse patológica. Las alusiones en la sociedad al reloj biológico femenino no hacen sino acentuar esta sensación de agobio, especialmente para las que ya se sienten vulnerables y cuestionadas por no tener pareja
El proceso de encontrar pareja puede ser divertido y suceder de una forma natural ser o un proceso totalmente tortuoso y angustiante. Una de las líneas que separan a uno de lo otro es la forma en la que las personas entienden y viven su soltería.
Existen personas que viven su soltería no como un medio para encontrar pareja, sino como un estado pleno en sí mismo. No es que deseen estar solas o en pareja, lo que desean es estar tranquilas y con una vida en la que predominen las emociones positivas. Estar en pareja por tanto sería un factor positivo más, que añade un componente de compañía, intimidad y cariño; que suma, pero que no es imprescindible para sentirse bien.
Sin embargo, otras personas creen que la soltería es algo “antinatural” y socialmente limitante; que los hace más vulnerables a experimentar experiencias negativas. Son personas que han interiorizado como mandato las “recomendaciones” sociales hechas por familiares y amigos acerca de tener pareja. Sienten que estar solteros/as es un fracaso social, una evidencia de que cuentan con alguna “tara“.
Comportamiento de las personas con anuptafobia
El comportamiento de las personas con anuptafobia responde a un patrón de ansiedad y obsesión en torno a la idea de tener pareja. Las personas más allegadas a estas personas son las que sufrirán más esta obsesión, ya que cualquier proposición o vivencia de ocio no resultará satisfactoria si no se encamina a encontrar pareja.
Las personas con anuptafobia tienen un grave problema de autoestima, propiciado quizás por anteriores rupturas traumáticas, vivencias de rechazo y/o abandono por parte de alguno de las figuras de apego en la infancia o adolescencia.
En el presente, existen algunos detalles que nos pueden revelar que estamos ante una persona anuptafóbica:
- Victimización excesiva por estar sin pareja.
- Promiscuidad y comportamientos límite.
- Categorización de las personas de su alrededor en “personas con o sin pareja”. En ocasiones las personas con anuptafobia pueden emplear un lenguaje agresivo e hiriente con personas de su alrededor.
- Cuestionan las relaciones sentimentales ajenas, especialmente las que no están relacionadas con el compromiso por considerarlas “inmaduras o vacías”.
- Suelen empalmar una relación con otra, sin importar demasiado las características del romance. Suelen fundirse con los gustos y opiniones del cónyuge por temor a un nuevo abandono.
- Entienden el matrimonio y los hijos como una superficie estable y segura: un lugar equilibrado por el compromiso a largo plazo con la pareja, mas que un proyecto vital con significado.
- Incapacidad para disfrutar de actividades sin compañía de la pareja.
- Una vez en pareja, especial interés por exhibir la felicidad de pareja ante los demás.
Se debe entender la anuptafobia como un miedo irracional, como su propio sufijo indica. Por tanto, el comportamiento de una persona con anuptafobia suele ser lo bastante pronunciado y llamativo respecto a un simple deseo y búsqueda de pareja.
Esta tendencia causa más dolor y malestar del que se piensa en un grupo amplio de la población, que siente que el estar en pareja es el único medio de validarse y estar en el mundo, lo que conlleva a una continua búsqueda infructuosa del sentido de uno mismo. Sentirnos la mitad y no enteros, buscar a alguien para ser y no simplemente para estar más feliz siempre es un camino equivocado.