Descubre cómo aplicar la filosofía en la vida diaria

La filosofía puede ser aplicada por nosotros en la vida diaria. En este artículo exploraremos aquellos conceptos que son de utilidad en la cotidianidad.

La filosofía suele ser acusada de pensar cosas que están más allá de nuestra vida diaria a través de conceptos abstractos. Sin embargo, esto no es del todo así. Existen diversos estudios que apuntan a indagar esta dimensión terrenal de la vida cotidiana a través de un abordaje filosófico.

Tal es el caso de un artículo redactado por Hortensia Cuéllar, quien propone estudiar desde la filosofía la cotidianidad. En este ámbito, ¿qué puede ella ofrecernos? Desde un punto de vista existencialista, nos ayuda a buscar el sentido de la vida. Pero no en un más allá, sino en nuestro mismo entorno.

En los apartados que siguen, ofreceremos algunos conceptos que nos permitirán pensar la vida diaria a través de la filosofía. ¡Comencemos!

Reflexión en la vida diaria

En filosofía el concepto de reflexión es muy importante, ya que representa casi la totalidad de nuestra actividad filosófica. Podemos definirla como una actividad observadora del alma, es decir, una vuelta hacia nuestra propia conciencia.

Además, reflexionar es una vía para conocer el mundo que nos rodea. Lo más importante es que ella misma puede ser autónoma de nuestra capacidad sensitiva. Sin embargo, quedarse encerrada en la pura interioridad no es para nada beneficioso.

Al contrario, debemos tomar la reflexión y su actividad pensante para contemplar el mundo que nos rodea. De esta manera, seremos independientes en aquellos juicios que hagamos sobre la vida cotidiana.

¿Un ejemplo? Si vemos algo en la televisión o en redes sociales, no asumimos de inmediato que ello es verdadero, sino que usamos nuestra capacidad reflexiva para pensar mejor el asunto.

Autoconocimiento

El filósofo griego Sócrates, considerado el padre del autoconocimiento, invitaba a sus discípulos a conocer su propio ser. En su origen, este concepto buscaba depurar los falsos conocimientos que las personas creían tener. Además, de acuerdo con este pensador, no reconocer la propia ignorancia era un mal para el alma.

En la actualidad, esta filosofía puede aplicarse en la vida diaria de un modo particular. En este orden, el libro Filosofía para la vida: Y otras situaciones peligrosas, de Jules Evans, ofrece una perspectiva psicoterapéutica de las enseñanzas de Sócrates.

Transformando nuestros pensamientos

Debemos estar atentos a nuestras emociones y acciones. Por esta razón, vale la pena preguntarnos, ¿esto que hice es, en realidad, racional? En caso de que no lo sea, ¿cómo actuar con más sabiduría? En ese aspecto, Jules Evans plantea que un gran método para conocernos mejor y ser más sabios es mediante el autocuestionamiento.

Así, volvemos consciente nuestras creencias, convicciones y acciones. Luego, eso que se transforma en consciente, debe convertirse en hábitos de pensamiento y conducta.

Por ejemplo: si notamos que existen ciertos patrones en nuestra forma de relacionarnos, los mismos pueden ser cambiados. Esto a través de traer a nuestra consciencia aquellas actitudes y pensamientos que impiden otra forma de establecer relaciones. Después, eso tiene que convertirse en un hábito, de tal forma que no vuelva a repetirse.

Pensamiento crítico en la filosofía

El pensamiento crítico es una herramienta fundamental para la filosofía. El mismo se caracteriza por ser racional, reflexivo y se preocupa por las diversas problemáticas que impactan a las sociedades. Al respecto, un artículo publicado por la revista Sincronía encomienda una tarea para la filosofía, la cual podemos usar en nuestra vida diaria.

Se trata de que la filosofía piense y ofrezca una respuesta a los problemas contemporáneos. Es decir, que no se quede encerrada en una mera especulación teórica; el papel que le asignan es el de cuestionar, criticar y cambiar la realidad.

¿Cómo hacer esto? Lo primero que debe suceder es que surja una pregunta. En el momento en que sucede ya podemos estar en condiciones de cuestionar nuestra realidad. Por lo general, la incomodidad es el suelo propicio para el cuestionamiento.

Crecimiento personal

La filosofía tiene mucho que ofrecer a nuestro crecimiento personal, ya que puede centrarse en aquellos aspectos que potencian la vida, otorgándonos una visión más amplia de las cosas y una inteligencia más integral.

De tal modo, la filosofía ofrece otra manera de pensar la realidad y la vida. Se trata de un pensamiento que puede tocar la fibra sensible de nuestra existencia. Y ello nos daría el empujón necesario para avanzar un paso hacia la vida que queremos llevar.

¿De qué modo se evidencia? El desarrollo personal reúne una serie de características como el aprendizaje constante, una actitud optimista ante la realidad y una cierta disciplina, señala un artículo de la revista Capital Humano.

Argumentación y diálogo

La argumentación y el diálogo juegan un papel muy importante en la filosofía y en la vida diaria. En este aspecto, hay un debate entre los límites que pueden existir entre argumentar para exponer nuestras propias opiniones o bien para intentar convencer a los demás desde un punto de vista particular.

La filosofía nos enseña que debemos apuntar a un diálogo respetuoso ante las diversas formas de pensar. Así, esta disciplina se desentiende de la construcción de grandes sistemas de pensamiento y se sumerge al debate del día a día.

No hay duda de que en las sociedades en las que vivimos nuestra participación puede efectuarse en distintos ámbitos. Uno de ellos son las redes sociales y otro nuestra vida pública y política. Aquí se puede aplicar el diálogo respetuoso al que alude la filosofía.

Podemos aspirar a una vida cotidiana filosófica

En este artículo exploramos cómo la filosofía es más que una disciplina académica abstracta. En este sentido, ella nos ofrece una visión distinta para comprender el mundo y nuestras propias vidas.

Además, dicha disciplina nos invita a cuestionar y reflexionar desde un lugar más racional. Así, nos podemos deshacer del piloto automático en el que nos sumergimos día a día.