El arte de ser uno mismo sin hacer daño a los demás
Ser uno mismo es complicado, pero serlo sin hacer daño a los que nos rodean lo es aún más. De hecho, generalmente, actuar como creemos y queremos en cada momento suele traernos problemas o, al menos, ciertas dificultades.
Ahora bien, esto no significa que debamos doblegarnos, sino que tenemos que permitirnos contemplar la vida con más calma, analizar qué esperan de nosotros y qué esperamos de los demás. Esto conformará nuestra realidad y nuestra actitud emocional de manera natural.
Ya lo decían en la Antigua Grecia con su lema “conócete a ti mismo”. Hacerlo te brindará la posibilidad de vivir sin límites y sin barreras. Así, aunque probablemente los demás quieran cambiar algo de nosotros, tendremos muy claro a qué estaremos dispuestos y a qué no lo estaremos.
Solemos encontrar nuestro destino en el camino que elegimos para evitarlo
Como hemos dicho, no es fácil lidiar con las expectativas y las necesidades de los demás. Por esta razón solemos negarnos a tomar ciertos caminos, ya que creemos si lo hacemos dañaremos a los que nos rodean.
De lo que no nos damos cuenta es de que con esos pequeños detalles nos estamos abandonando y que como más daño nos hacemos es renunciando a ser nosotros mismos. Obviamente esto puede levantar ampollas, pero a la larga podremos caminar sin miedo.
Cuando tomamos este tipo de decisiones es hora de que pensemos que las mentiras que contamos no nos hacen tanto daño como las que vivimos. Es decir, que si empezamos a creer en unos valores, lo suyo es comenzar a actuar en consecuencia.
Actuar como creemos que esperan de nosotros nos hace sentir miedo y debilitarnos. Esta falta de autenticidad se refleja en muchos momentos de nuestra vida.
La dura realidad del autoengaño y de la falta de autenticidad
Ser uno mismo es un arte para el que no hay manuales ni fórmulas secretas, pues es algo que nace en exclusiva de la esencia de cada uno. Es natural que nos resulte complicado mostrarnos tal y como somos, ya que nos han adoctrinado para reprimir nuestros sentimientos y emociones.
De esta manera, creamos un exterior que no se parece a nuestra esencia, con lo cual acabamos viviendo en una realidad que no nos pertenece.
La idea es que no nos dejemos avasallar por lo que los demás quieran. Si logramos esto, estaremos mucho más cerca de alcanzar un bienestar pleno y satisfactorio. Mantener nuestra autoestima alta y ser uno mismo supone no gustar a todo el mundo, pero será la actitud que nos ofrezca relaciones sanas, verdaderas, sinceras y puras.
Ser uno mismo y ser auténticos nos ayudará a mantenernos alejados de la falsedad, promoviendo que seamos nosotros mismos en todo momento, lo que a su vez nos ayudará a no faltar al amor propio que a nosotros mismos nos debemos.
Un mensaje para trabajar el amor propio
Para finalizar, recordemos esta oración de Fritz Perls, la cual ejemplifica a la perfección cómo debemos querernos y comportarnos con respecto a los demás. Está bien mantener estas palabras cerca de nosotros, ya que si acudimos a ellas en el momento preciso puede sernos de mucha ayuda y llenarnos de fuerza.
“Yo soy Yo.
Tú eres Tú.
Yo no estoy en este mundo para cumplir tus expectativas
Tú no estás en este mundo para cumplir las mías.
Tú eres Tú.
Yo soy Yo.
Si en algún momento o en algún punto nos encontramos
será maravilloso.
Si no, no puede remediarse.
Falto de amor a Mí mismo
cuando en el intento de complacerte me traiciono.
Falto de amor a Ti
cuando intento que seas como yo quiero
en vez de aceptarte como realmente eres.
Tú eres Tú y Yo soy Yo.”