#Auténticos, la maravillosa campaña del Día Mundial del Síndrome de Down
Personas con síndrome de Down. Personas con una condición biológica diferente, personas que tienen un cromosoma más en el par 21. Una trisomía que cursa con discapacidad intelectual y que genera rasgos físicos distintivos de la condición como por ejemplo un pliegue característico en el rabillo de los ojos, un achinamiento de los mismos y una lengua un poco más gruesa y, en ocasiones, agrietada.
Su particularidad también hace que estemos ante seres auténticos, genuinos, únicos, sin artificios. Personas naturales, personas con gran espontaneidad que marcan la diferencia con su autenticidad, su sensibilidad, su riqueza emocional, su capacidad para ver lo bueno de la vida, para generar intercambios ricos e inigualables.
Cada 21 de marzo se celebra el Día Mundial del Síndrome de Down con el objeto de que no se nos olvide la necesidad de seguir visibilizando la discapacidad intelectual y de seguir trabajando para mejorar la inclusión social de estas personas. En este año 2018, Down España ha lanzado la campaña #Auténticos, la cual pretende reflejar la autenticidad y el carisma que emanan las personas con síndrome de Down.
El vídeo de la campaña está lleno de sensibilidad, de afecto y de, valga la redundancia, autenticidad. Cabe decir que la genuinidad de estas personas es especial porque está vacía de cualquier tipo de artificio y repleta de bondad, de inocencia y de sinceridad. Pero no todo son palabras, para ello os traemos el vídeo.
¿Qué nos queda por hacer como sociedad en relación al síndrome de Down?
¿Qué nos queda por hacer como sociedad en relación al síndrome de Down? La respuesta es clara, aún nos queda mucho camino por recorrer. Aún nos quedan muchas barreras, muchos prejuicios y mitos que eliminar, así como mucha información por conocer.
En primer lugar, si analizamos la situación de manera superficial, podemos destacar que nos equivocamos cuando, al relacionarnos con personas adultas con síndrome de Down, las tratamos como a niños. Nos equivocamos al mostrar una actitud paternalista. Nos equivocamos al etiquetar y al no tratar con naturalidad a estas personas.
Porque una persona con síndrome de Down es una persona con limitaciones y potencialidades particulares. Como todos. Por ello, desde Down España, las personas con síndrome de Down reclaman que se considere la discapacidad intelectual como “una condición natural de vida de algunas personas, las cuales se ven a sí mismas de forma espontánea, franca y sin complejos”.
“Si te ríes de un niño diferente, él se reirá contigo, porque su inocencia sobrepasa a tu ignorancia”.
Muchos hemos escuchado alguna vez el comentario de “¡Qué pena!” o “¡Qué lástima!” en referencia a una persona con síndrome de Down. Sin embargo, aunque es una reacción muy habitual, refleja que ignoramos que no hay razón para sentir lástima o pena. Cada uno convive con sus condiciones y, las personas con síndrome de Down, luchan día a día por hacerlo con las suyas, las cuales son particulares.
Esto es importante porque no todas las personas son síndrome de Down son iguales, al igual que el resto, sea cual sea nuestra condición, no lo somos. Tener esto claro nos permite destacar que tenemos que esforzarnos por conocer a todas las personas en su variabilidad, no por aquellos rasgos que nos conducen a clasificar en un grupo a alguien.
Recordemos, entonces, que el síndrome de Down no define a Jesús ni a Marta ni a Luis… Cada persona se define a sí misma en el curso de su vida desarrollando distintas capacidades.
Estamos recorriendo el camino hacia un mundo distinto, un mundo donde el respeto, la integración, la normalización de la diferencia y la convivencia se alcen como bandera. Aún queda mucho por hacer, y para hacer un poquito más pequeño ese mucho hoy podemos comenzar por sumarnos al movimiento #Auténticos.