Automaltrato, ¿cómo se relaciona con la autoestima?

¿Qué impacto tiene el automaltrato en nuestra vida? ¿Cómo afecta a la autoestima? ¿Qué perdemos cuando nos lastimamos de esta manera? En este artículo te lo contamos.
Automaltrato, ¿cómo se relaciona con la autoestima?
Leticia Aguilar Iborra

Escrito y verificado por la psicóloga Leticia Aguilar Iborra.

Última actualización: 01 febrero, 2022

El automaltrato conforma la cara opuesta de la autoestima y es mucho más común de lo que pensamos. Gran parte de nosotros llevamos a cabo juicios sobre cómo somos, qué nos merecemos, cuánto valor tiene nuestro trabajo, etc. Estos juicios los solemos hacer de manera interna, manteniéndose muchas veces en secreto y minimizando los logros conseguidos. Contrariamente a este fenómeno, magnificamos a su vez los errores.

En consecuencia, tendemos a un mayor nivel de autoexigencia, teniendo la sensación de que siempre las cosas pueden hacerse mejor. Por tanto, la autoestima puede verse mermada. Se desprecian las acciones que llevamos a cabo, teniendo el pensamiento de que cualquier persona podría haberlo hecho mejor.

Mujer triste pensando

¿Cómo se desarrolla el automaltrato?

La autoestima, en términos generales, es la capacidad que tenemos para valorarnos a nosotros mismos. Implica además el desafío de afrontar los pensamientos negativos que puedan pensar otras personas sobre nosotros.

Una baja autoestima nos hace más permeables a las críticas de los demás, aumentando la probabilidad de que las tomemos incluso como verdades absolutas. Es entonces cuando empieza a desarrollarse el “dictador interno” del automaltrato: minimizamos los logros, aumentamos la percepción de los errores, sintiendo vergüenza por ellos, etc.

Automaltrato: el origen del “dictador interno”

Estamos expuestos a la valoración y al juicio de los demás desde el momento en que nacemos. La falta de motivación que sufrimos desde edades tempranas pone de manifiesto la capacidad que tenemos para defendernos de las críticas.

Si desde estas experiencias tempranas, nuestros fracasos han sido castigados y nuestros logros, en cierta medida, reducidos, probablemente nos terminaremos viendo como personas con pocos recursos.

Es más, tendremos la sensación de que no fracasar cobra especial importancia; de lo contrario, tendremos que vérnoslas con los juicios y críticas de los demás. Si la motivación por no fracasar se vuelve más importante que los logros, podremos, al no tomarnos las críticas en un sentido constructivo, perder todo el valor que nos pueden aportar.

En esta dinámica, las críticas de los demás pueden interiorizarse, haciendo que nos veamos como personas con poca valía. A su vez, estas críticas hacia nosotros mismos se vuelven mucho más despiadadas que las que otras personas pueden hacer: podemos albergar la creencia de que no somos válidos, no somos dignos de amor, etc. En consecuencia, la autoestima va de la mano del automaltrato: podemos creer que nuestra esencia se basa en nuestros logros y estos a la vez se perciben con poco valor.

¿Cómo darse cuenta del automaltrato?

Normalizar el automaltrato es muy peligroso. No solo hace daño a la autoestima, sino que también puede derivar en formas más peligrosas como son los trastornos del estado de ánimo, concretamente, los trastornos depresivos.

El automaltrato no surge de repente. Este tipo de agresión hacia uno mismo va anclado desde hace años en nuestra vida. Algunas veces se hace incluso difícil identificar las críticas de los demás y las de nosotros mismos. Cuando el automaltrato se instaura en nuestras vidas, incluso las críticas más constructivas que obtenemos por parte de los demás para mejorar se contemplan como un fracaso. Por ejemplo:

  • ¿Te han recomendado alguna vez hacer una tarea en tu trabajo, de manera diferente para obtener mejores resultados, y has estado dándole vueltas a lo mal que lo haces?
  • ¿Cuántas veces le has dado vueltas a tus errores a pesar de que tu esfuerzo ha sido reconocido?
  • ¿Has pensado alguna vez que no eres digno del trabajo que tienes, que alguien podría hacerlo mejor que tú, y en cualquier momento tus jefes se van a dar cuenta?
Hombre decepcionado

Parar nuestra vida para parar el “dictador interno”

La voz del “dictador interno” puede ser tan fuerte que puede paralizar nuestra acción basada en valores. Si interrumpimos actividades que consideramos valiosas, caeremos en la trampa de nuestra experiencia (los juicios por parte de los demás desde nuestra más temprana infancia, además de los juicios en el momento actual). En otras palabras, basaremos nuestra vida en intentar no fracasar.

Intentar no fracasar significa no estar dispuesto a experimentar dosis de malestar en el camino hacia los valores. No obstante, no nos libraremos del “dictador interno” del automaltrato: probablemente nos diga que estamos en la situación que estamos porque tenemos miedo y no somos capaces de afrontarlo.

Pero, ¿cuál es el papel de la autoestima?

¿Te has parado alguna vez en observar tu situación como si fuera otra persona que actúa en función de lo que le dice un conocido, según el juicio de esta última? Si consideramos esto, nos daremos cuenta de cómo nuestra mente, en modo automaltrato, nos aleja de lo que consideramos importante. Escuchar este diálogo interno y creérselo como una verdad absoluta puede resultar frustrante a la hora de perseguir objetivos: muchas veces, la mente nos dirá que no somos capaces.

No obstante, intentar eliminar el “dictador interno” es como eliminar malas hierbas en un jardín: podemos arrancarlas, pero van a seguir creciendo. Leer libros sobre autoestima tampoco ayudan a eliminar estas formas de automaltrato; solo enseñan pautas para mejorar la autoestima, pero solo constituyen un conocimiento más frente a la experiencia de muchos años.

Sin embargo, existe la opción de observar esta lucha entre el automaltrato y la autoestima desde otra perspectiva: la práctica de la autocompasión. La autocompasión nos permite observar esta lucha desde otra perspectiva, permitiéndonos fallar y observar lo que sucede en nuestro mundo interior cuando el malestar aparece.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.