Black Mirror: "Be right back", la pérdida del ser querido
Black Mirror es una serie británica cuyos episodios son totalmente independientes el uno del otro, ni siquiera los actores son los mismos. No se trata de una serie antológica al estilo de American Horror Story, sino que cada episodio es como una película breve, con actores, personajes y escenarios completamente diferentes. Las temporadas tampoco siguen ningún tipo de orden y no tienen el mismo número de capítulos.
Black Mirror suele ponernos en tono crítico el uso que hacemos de las nuevas tecnologías. Esto lo hace presentando futuros distópicos o situaciones llevadas al extremo.
Black Mirror: “Be right back”
El primer episodio de la segunda temporada de Black Mirror se titula “Be right back” (en español, “vuelvo en seguida”). En este episodio, conocemos a una joven pareja formada por Martha y Ash. Ash es un hombre adicto a las redes sociales, ya desde el comienzo, vemos cómo publica su vida en las redes y está totalmente enganchado.
Esta adicción molesta a Martha, pues incluso cuando ella le habla o le pide ayuda, él está demasiado distraído con su smartphone y no le presta atención. Se trata de un retrato bastante realista del uso que hacemos de las redes sociales y de cómo, a veces, aunque estemos acompañados, le prestamos más atención al móvil que a nuestro acompañante.
Al comienzo del episodio, Ash le cuenta a Martha que su madre, cuando murieron su hermano y su padre, quitó todas las fotos que había en el salón y las guardó en la buhardilla. Poco después, Ash sufre un accidente de tráfico y muere.
Tras la muerte de Ash, vemos a Martha apática, no habla, no llora… Durante el funeral, una amiga comienza a hablarle de una extraña aplicación que le ayudará a “afrontar” la pérdida, Martha reacciona con irá ante su amiga, se encuentra en un estado de negación. Aunque finalmente acepta la sugerencia de su amiga.
La aplicación mencionada por su amiga es capaz de “devolvernos” a la vida, pues realiza un exhaustivo rastreo de todos nuestros datos en la red, siendo capaz de reproducir nuestra forma de hablar con total exactitud. Ash era un adicto a las redes sociales por lo que será el individuo perfecto a rescatar, a mayor información, mayor precisión en la reproducción de sus palabras.
Martha comienza a chatear con “Ash” y se asombra al ver que es exactamente igual que su novio. La aplicación da un paso más allá del chat y le dice que puede reproducir su voz, por lo que comienzan a hablar por teléfono.
La pérdida de un ser querido siempre es dura, puede resultar muy difícil aceptarla y, en ocasiones, es necesario pedir ayuda profesional. Martha niega la muerte y, ante esta negación, surge la posibilidad de resucitar a Ash, por ello, acepta y entra en una espiral muy arriesgada.
El duelo en Black Mirror: “Be right back”
El duelo es un proceso lento y doloroso que requiere un gran esfuerzo por nuestra parte, pero es necesario afrontarlo y pasar por todas sus fases para una superación exitosa. Aceptar que un ser querido a fallecido no significa olvidarlo, nuestros seres queridos pueden vivir en nuestra memoria, pero es necesario mirar hacia el futuro y aceptar la pérdida para poder salir adelante.
Martha tiene la oportunidad “no tener que decir adiós”, de revivir a Ash y, en un momento tan delicado, ella acepta. Puede resultarnos un tanto escalofriante cuando vemos el episodio; sin embargo, es muy probable que muchos de nosotros cayéramos en la tentación si se presentase la oportunidad de posponer la despedida.
Martha se encierra en sí misma y deja a un lado a los vivos, llegando a olvidar que había quedado con su hermana. Hay un momento clave y es cuando Martha sufre un ataque de ansiedad por romper accidentalmente el móvil que utiliza para hablar con Ash, en ese momento, siente que lo ha vuelto a perder, que Ash la ha vuelto a dejar. Es entonces cuando la aplicación le dice que puede dar un paso más.
“La vida de los muertos está en la memoria de los vivos”
-Cicerón-
Este paso más consiste en comprar un muñeco biónico que cobrará la forma de Ash, hablará como Ash y, en definitiva, será un clon exacto de Ash. Sin embargo, no deja de ser una especie de robot, carente de sentimientos y Martha empieza a cansarse, lo que al principio parecía una buena idea, ahora le produce rechazo.
A lo largo del episodio, descubrimos que Martha está embarazada y conoce la noticia tras la muerte de su novio, motivo que le dificultará aún más la aceptación de su pérdida. La noticia del embarazo le produce rechazo y tristeza por no poder vivir el momento junto a Ash.
Finalmente, la copia de Ash será demasiado para Martha y terminará por enfrentar la situación. Ash ha muerto y no hay vuelta atrás, por lo que Martha encierra a la copia en el desván, igual que había hecho la madre de Ash con las fotografías de sus difuntos. Al final del episodio, vemos unos años después junto a su hija, la niña se dirige a Ash llamándolo por su nombre y no papá porque él es una copia de su padre. Piensa como él, habla como él y es igual que él, pero ¿es realmente Ash?
Black Mirror y las nuevas tecnologías
La serie se centra principalmente en el uso que hacemos de las nuevas tecnologías, pero quería destacar este episodio por ser el más humano y cercano y por plantearnos una situación bastante peculiar.
¿Qué uso hacemos de las redes sociales? ¿Hasta qué punto estamos protegidos en internet? La aplicación era capaz de recrear con exactitud a Ash, su forma de hablar, su voz, sus gustos… Incluso su aspecto físico, eso sí, reproduce su aspecto en un buen día, en la mejor de sus versiones porque, como explica la propia copia de Ash, todos subimos nuestras mejores fotos a las redes sociales.
Por tanto, cabe plantearse si la imagen que damos de nosotros en internet es una imagen real o es un espejismo. Solo mostramos lo que queremos que se vea y, en las redes sociales, la competición por ser el mejor en todo es bastante palpable. En cierto modo, cada vez que compartimos algo en la red, ese algo permanecerá ahí hasta el fin de internet y, como consecuencia, una parte de nosotros; de alguna manera, las redes sociales son un paso hacia la inmortalidad.
La aplicación conoce todo de Ash, es decir, la información que él compartía no estaba realmente protegida, pues una aplicación ajena a él es capaz de conocer todo sobre él. Si pensamos en la cantidad de personas que accedemos diariamente a las redes sociales, nos damos cuenta de que esa información es infinita y, realmente, no sabemos hasta qué punto puede estar protegida.
El momento de creación de la copia, vemos que se da en una bañera oscura y fría, algo ya nos anticipa que no todo va a ser perfecto, que vamos a ver a una especie de monstruo de Frankenstein. Toda esta resurrección guarda, al final, un lado oscuro que va más allá de la superación de la pérdida del ser querido, porque pasa también por cuestionarnos cómo y en qué medida somos conscientes de la repercusión que tienen las redes sociales en nuestras vidas.
“La vida no es más que una sombra que pasa”
-William Shakespeare-