La adicción a las redes sociales

El usuario promedio de Internet pasa en línea más del 40 % de su tiempo de vigilia. Continúa leyendo para explorar más a fondo el uso problemático de las redes sociales.
La adicción a las redes sociales
Fátima Servián Franco

Escrito y verificado por la psicóloga Fátima Servián Franco.

Última actualización: 22 diciembre, 2023

Plataformas como TikTok, Instagram o Twitch cambiaron la forma que tenemos de vivir y relacionarnos. Estos sitios nos conceden un «boleto dorado» que nos permite espiar la vida de los demás y exponer la nuestra, pero, como todo, ¡demasiado de algo puede tener sus consecuencias!

Está claro que las redes sociales (RR. SS.) no son malas o peligrosas de por sí. Sin embargo, el riesgo de su uso excesivo o poco saludable es innegable: Puede comprometer nuestra salud mental y generar dependencia emocional, clasificándose dentro de la categoría de adicciones comportamentales luego de un largo debate en la comunidad científica.

En estas líneas, vamos a conocer más a fondo esta adicción cada vez más habitual en jóvenes y adolescentes, comprendiendo sus causas y consecuencias principales, así como investigando el tratamiento más adecuado.

¿Qué es la adicción a las redes sociales?

El término adicción se refiere, en general, al uso excesivo de sustancias que pueden resultar invasivas para el organismo. En este sentido, el consumo desmesurado de alcohol, tabaco u otras drogas se clasifica como «adicciones químicas».

Sin embargo, también existen las llamadas «adicciones comportamentales», que están vinculadas a patrones de comportamiento compulsivo y problemático de conductas específicas. Algunos ejemplos pueden ser el juego (ludopatía), las compras, el sexo, el trabajo, el ejercicio físico o el uso de la tecnología.

Cualquier conducta normal placentera es susceptible de convertirse en un comportamiento psicológicamente adictivo. Estas adicciones comparten algunas características comunes con las adicciones químicas, como la pérdida del control, la tolerancia (la necesidad de aumentar la frecuencia de la actividad para obtener el mismo efecto) y la interferencia en la vida diaria.



Por su parte, la adicción a las redes sociales se define por su uso problemático y abusivo. De acuerdo a datos obtenidos por Global Web Index los usuarios de internet pasan casi 7 horas diarias en línea. Eso es demasiado.

Implica una dedicación desproporcionada de tiempo a la navegación e interacción, a menudo a expensas de responsabilidades cotidianas y relaciones interpersonales significativas. Se trata, en definitiva, de una relación de dependencia.

Otros de los síntomas y signos comunes incluyen:

  • La preocupación continua por la aprobación del contenido publicado mediante likes o comentarios. La búsqueda constante de validación puede llevar a un ciclo repetitivo de publicación y revisión constante.
  • La sensación de ansiedad cuando no es posible acceder a las plataformas, ya sea debido a problemas técnicos de internet, wifi o, por ejemplo, por la prohibición de usar el celular en clase, en el trabajo o mientras se conduce.
  • La tendencia a compararse con otros usuarios en términos de popularidad, estilo de vida o logros personales.
  • El aislamiento social en la vida real debido a la prioridad dada a las interacciones en línea.

Principales causas

La adicción a las redes sociales es siempre multicausal. De hecho, suele ser el resultado de una combinación de factores biológicos, psicológicos y sociales. Profundicemos en algunos de ellos:

Recompensas cerebrales

Recibir likes, comentarios o mensajes positivos activa el sistema de recompensa del cerebro. Este proceso hace que se libere dopamina, un neurotransmisor vinculado al placer, de manera rápida y fácil.

Y, seamos honestos: ¿Qué queremos las personas después de experimentar una sensación agradable? Volverla a sentir. Así, nos motivamos a buscar una y otra vez ese mismo sentimiento de bienestar.

Problemas de autoestima

La baja autoestima puede llevar a una necesidad constante de validación externa, utilizando las interacciones como una forma de compensar la falta de autoconfianza. De esta manera se genera un círculo vicioso, ya que la gratificación inmediata por recibir aprobación en línea ofrece un alivio temporal a los sentimientos de inseguridad.

Es innegable que los factores psicológicos contribuyen de manera significativa al desarrollo de esta adicción. Es más: Una investigación publicada en Computers in Human Behavior pone en evidencia la relación entre la percepción negativa de uno mismo con el uso problemático de redes sociales.

Acceso fácil y normalizado

El móvil se ha vuelto una extensión más de nuestra mano. ¿Y las redes sociales?; Algo así como una sombra que nos acompaña desde que abrimos los ojos por la mañana hasta que no vamos a dormir. Además, están al alcance de todos y en todo momento.

El uso de estas herramientas está tan normalizado en nuestra sociedad que ya no nos sorprende ver a todas las personas en el metro con la cabeza hacia abajo chateando, leyendo noticias o reproduciendo videos en sus dispositivos.

Principales consecuencias y efectos de la adicción a redes sociales

Las redes sociales no son dañinas por naturaleza. De hecho, podemos obtener grandes ventajas al utilizarlas. Más bien, su uso excesivo e inconsciente puede traernos problemas considerables y, en el peor de los casos, desarrollar una adicción comportamental hacia ellas.

La adicción a las RR. SS. contribuye a problemas de salud mental como los trastornos de la conducta alimentaria (TCA), la ansiedad, la depresión y la sensación general de insatisfacción.

Acerca de esto, un trabajo realizado por psicólogas especialistas en el tema, destaca la relación de la sintomatología depresiva con esta adicción y alerta sobre cómo algunas personas intentan salir de la depresión a través de aquello que les hunde más (el mundo digital).

Por otro lado, la productividad académica o laboral, se ve afectada de manera significativa debido a la distracción constante. Resulta evidente cómo las personas con uso problemático de la tecnología pierden tiempo en las plataformas casi sin notarlo, lo que se traduce en una disminución del rendimiento en otras áreas de la vida.

Otro de los efectos más notables es el impacto negativo en los vínculos. La sobredimensión en el mundo digital puede generar una desconexión con la vida real, debilitando las relaciones interpersonales. También, se asocia con una disminución de la calidad del sueño y en la capacidad de concentración.



Tratamiento

La diferencia principal entre una adicción a sustancias y una adicción comportamental está en el enfoque del tratamiento. Mientras que el abordaje de la primera suele implicar la distancia absoluta a la sustancia adictiva, el de la segunda, como la adicción a las redes sociales, no exige necesariamente abandonar por completo la actividad en cuestión.

En este caso, y siempre y cuando la situación no sea crítica, el enfoque terapéutico suele centrarse en desarrollar hábitos saludables y aprender a controlar los impulsos en lugar de optar por la abstinencia total.

La psicoterapia es una parte fundamental en este tratamiento. A través de sesiones regulares con un profesional de la salud mental, se exploran patrones de comportamiento, se identifican factores subyacentes que contribuyen a la adicción y se trabajan estrategias para cambiar estos hábitos.

Por otro lado, pueden ser útiles las intervenciones grupales, donde se comparten experiencias con otras personas que enfrentan desafíos similares. Además, el tratamiento farmacológico puede ser necesario en determinadas ocasiones. En cuyo caso, los profesionales tratantes realizarán la derivación correspondiente.

¿Qué lugar ocupan las redes sociales en tu vida?

Queremos subrayar que las redes sociales no son monstruos, por lo que no tenemos que salir despavoridos de ellas. La clave está en el uso que les damos. Por ello, es esencial reflexionar hasta qué punto son una prioridad en nuestras vidas.

A menudo, las plataformas virtuales funcionan como vitrinas donde mostramos, en especial, todo lo relacionado con la felicidad. Comportamientos que de forma puntual no indican nada, pero que en exceso ayudan a la creación de una imagen falsa. De esa manera, notamos cómo pueden afectar las redes sociales a nivel individual y en la sociedad en general.

En última instancia, ¿la adicción a las redes no puede advertir de una necesidad personal no satisfecha? Quizás, responde a un vacío que intentamos llenar visitando perfiles ajenos o inventando una vida propia. Recordemos que la verdadera felicidad no proviene de factores externos, sino que surge desde nuestro interior.


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