Botones emocionales: cómo afectan a tus relaciones
Hoy vamos a hablar de los puntos emocionales sensibles compartidos por la mayoría. Botones emocionales que afectan a muchos aspectos de nuestra vida, aunque es en nuestras relaciones con los demás donde pueden producir una fricción más alta, consiguiendo que nos pongamos a la defensiva y que incluso en algunos casos lleguemos a estallar de ira.
Estos botones emocionales resultan más problemáticos para unas personas que para otras. Conocerlos y manejarlos es una garantía de control sobre situaciones en las que nos sintamos rechazados, ya sea de forma real o imaginaria.
Las personas que ven críticas a su persona por todas partes y reaccionan de forma exagerada a las opiniones ajenas pueden asegurar que tienen botones emocionales especialmente sensibles. Esto se conoce en psicología como sensibilidad al rechazo. Son personas que mantienen una expectativa constante sobre la idea de no agradar o ser rechazados por otros.
Un estudio llevado a cabo por la Universidad de Long Island concluye que estas personas están seguras de que el resultado más probable de sus intercambios interpersonales será el rechazo. Es por esto que están especialmente preparadas para la detección de señales que indiquen el rechazo de los demás, que pueden darse en cualquier momento.
Presionando los botones emocionales
El acto de presionar voluntaria o involuntariamente los botones emocionales de estas personas genera, de forma casi inmediata, respuestas desadaptativas y desesperadas. Esto provoca que se desarrollen comportamientos de escape, de represalias contra la agresión percibida o de actitudes de distancia emocional deliberadas.
Con el tiempo, y si estos botones emocionales no se regulan, las personas tienden a evitar por completo las relaciones con los demás, aún cuando sienten que las necesitan. Esto es la “tensión irresoluble” y lo que se crea es un círculo vicioso: lo que están temiendo que suceda es exactamente lo que termina sucediendo por los medios o las condiciones que se ponen para que suceda.
Esta evitación de las relaciones acaba dándose en ambas direcciones. La persona teme interactuar con los demás por su miedo irracional al rechazo, pero también los demás terminan por no relacionarse con ella por sus respuestas exageradas.
Rompiendo el ciclo
Si conseguimos que alguna parte de la situación cambie, podremos romper esta dinámica de miedo al rechazo y evitación mutua. Esto es lo que el equipo de investigación de Kevin Meehan intentó analizar en su estudio: cómo cambiar la dinámica para romper este ciclo.
Los voluntarios fueron 228 estudiantes de pregrado a los que se les facilitó una aplicación para teléfonos móviles. El objetivo era que la utilizaran para ir calificando las emociones que sentían a lo largo del día, además de indicar otras cosas que iban sucediendo a su alrededor.
Con los datos obtenidos a través de este método, el equipo estableció un patrón básico y eligieron a una de las estudiantes para continuar el estudio. La voluntaria había obtenido una puntuación alta en sensibilidad al rechazo y evaluaron los datos.
Parece que la alta sensibilidad que presentaba la persona objeto del estudio había propiciado el desarrollo de un sesgo de negatividad ante personas dominantes que interactuaban con ella y la hacía comportarse de una manera hostil.
El hecho de percibirse de esta manera hizo que la persona comenzase a adoptar ciertas medidas para calibrar la reacción exagerada a la activación de sus botones emocionales. En un primer análisis parece que era mucho más fácil adoptar una postura menos asertiva y más cálida con las personas cercanas que con los desconocidos.
Un excelente punto de partida
Este estudio augura nuevos e interesantes seguimientos de las conductas y las emociones de personas con alto nivel de activación de los botones emocionales; estudios que pueden seguir ofreciéndonos información muy relevante y útil para su aplicación en terapia.
En este sentido, quizás lo más importante de esta investigación ha sido la confirmación de que, en muchas ocasiones, son nuestros propios botones emocionales los que provocan las situaciones que más tememos.
Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.
- Meehan, Kevin B; Cain, Nicole M; Roche, Michael J; Clarkin, John F; De Panfilis, Chiara (2018) Rejection Sensitivity and Self-Regulation of Daily Interpersonal Events. Journal of Contemporary Psychotherapy. 126. 109-115. 10.1016/j.paid.2018.01.029.
- Jill Lobbestael, Arnoud Arntz & Reinout W. Wiers (2008) How to push someone's buttons: A comparison of four anger-induction methods, Cognition and Emotion, 22:2, 353-373, DOI: 10.1080/02699930701438285
- Krauss Whitbourne, Susan (2019) Are Your Emotional Hot Buttons Affecting Your Relationships? A new study shows how being overly sensitive impacts your closest ties. Psychology Today