Bulimia nerviosa: síntomas, causas y tratamiento
La bulimia nerviosa es un trastorno de la conducta alimentaria que según el DSM-5 (APA, 2013) tiene una prevalencia a 12 meses de entre el 1 % y el 1,5 % en mujeres jóvenes. La prevalencia más alta se da en las últimas etapas de la adolescencia o en adultos jóvenes.
Suele iniciarse entre los 18 y los 25 años, siendo el inicio antes de la pubertad o después de los 40 años es poco común. Normalmente, los atracones que caracterizan el trastorno empiezan durante o después de un episodio de dieta para perder peso.
¿Qué más sabemos sobre este trastorno? ¿Cuáles son los síntomas, las causas y las intervenciones con las que hemos obtenido resultados más prometedores?
Bulimia nerviosa: definición y síntomas
La bulimia nerviosa es un trastorno de la conducta alimentaria (TCA) que afecta sobre todo a mujeres, en una proporción aproximada de 10 mujeres por cada hombre que lo sufre. Los criterios diagnósticos (síntomas) de la bulimia propuestos en el DSM-5 (APA, 2013) son los siguientes:
Presencia de atracones
El paciente muestra episodios recurrentes de atracones. Un episodio de atracón se caracteriza por lo siguiente:
- Comer en un período corto de tiempo (por ejemplo, dentro de un período de dos horas) una cantidad de comida que es definida como superior a la que la mayoría de los individuos podrían comer en un período de tiempo similar bajo circunstancias similares.
- Sensación de ausencia de control sobre la comida durante el episodio (por ejemplo, un sentimiento de que no se puede parar de comer o controlar qué o cómo se está comiendo).
Conductas compensatorias y distorsión de la imagen corporal
Otro de los síntomas de la bulimia son las conductas compensatorias recurrentes e inapropiadas, dirigidas a prevenir la ganancia de peso, tales como: vómitos autoinducidos, uso de laxantes, diuréticos u otras medicaciones, ayuno o ejercicio excesivo. Los atracones y las conductas compensatorias tienen lugar una vez a la semana durante tres meses en promedio.
La autoevaluación está muy condicionada a lo que la persona piensa de su constitución corporal. Existe una alteración o distorsión de la imagen y la silueta corporales.
La persona está encerrada en una especie de bucle distorsionador del pensamiento que le lleva a “poner una lupa” de muchos aumentos sobre aquellas partes de su cuerpo que no les gustan. En sus pensamientos, la parte “que amputarían” se convierte en un todo, generando un malestar muy intenso.
Destacar que para poder hablar de bulimia, los síntomas anteriores no pueden deberse exclusivamente a episodios de anorexia nerviosa.
Causas de la bulimia
Los factores de riesgo y el pronóstico de la bulimia tienen que ver con el temperamento de la persona, el ambiente y los factores genéticos y fisiológicos.
Factores temperamentales
Entre las posibles causas de la bulimia relacionadas con factores temperamentales, encontramos: preocupaciones acerca del peso, baja autoestima, síntomas depresivos, ansiedad social u otros trastornos de ansiedad en la infancia. Estos factores podrían incrementar el riesgo de desarrollar el trastorno.
Factores ambientales
A nivel ambiental, también encontramos posibles causas del trastorno. Una de ellas es la interiorización de un cuerpo “ideal”, que se identifica como uno de los principales factores de riesgo asociados al trastorno.
Por otro lado, aquellas personas que experimentan abusos físicos o sexuales en la infancia también incrementan el riesgo de desarrollar bulimia nerviosa.
Genética y fisiología
La obesidad en la infancia y en la pubertad incrementan el riesgo de una bulimia nerviosa. Puede haber transmisión familiar de la bulimia, así como marcadores genéticos de vulnerabilidad para el desarrollo de la misma.
Tratamientos (intervención)
A nivel psicológico, existen diferentes modalidades o tipos de tratamiento para la bulimia. Encontramos: los tratamientos conductuales, los cognitivo-conductuales y la terapia interpersonal.
Tratamientos conductuales
Los tratamientos conductuales son los más utilizados. Dentro de ellos encontramos los siguientes:
- Información y educación (psicoeducación): sobre la enfermedad y las consecuencias físicas y psicológicas de las conductas purgativas.
- Control de estímulos: para evitar los atracones.
- Exposición con prevención de repuesta (EPR): para la reducción de atracones y vómitos (en anorexia subtipo bulímico).
- Programas de refuerzo: se refuerzan los objetivos que se van cumpliendo.
- Técnicas de exposición y prevención de respuesta: para el afrontamiento de la urgencia de vomitar.
Tratamientos cognitivo-conductuales
La terapia de Fairburn, Marcus y WIlson (1993), que aún se emplea en la actualidad. Según esta terapia, el eje central del trastorno lo constituyen las ideas disfuncionales que el paciente tiene respecto a la comida y a su propio cuerpo.
Fairburn indica que determinadas características cognitivas, como la tendencia a autovalorarse en función de la figura y el peso, la baja autoestima, el elevado perfeccionismo y la presencia de pensamiento dicotómico, son factores que favorecen el miedo a engordar.
El programa que plantea con sus colaboradores se estructura como un manual-guía para su utilización por parte de los clínicos. Su duración es de 20 sesiones, repartidas en tres fases:
- Fase 1: presentación del modelo cognitivo de la bulimia nerviosa. En esta fase se utilizan técnicas cognitivo-conductuales (autorregistros, control de estímulos…), para reemplazar los atracones por unos patrones más estables y adecuados de alimentación.
- Fase 2: se trabajan los pensamientos, creencias y valores que mantienen el problema.
- Fase 3: se mantienen los cambios logrados y se previenen recaídas.
Terapia interpersonal
El objetivo de este tratamiento se focaliza en el estrés personal y las relaciones interpersonales, más que en la dieta, el peso o la imagen corporal.
Las dianas de intervención son la baja autoestima y los sentimientos de ineficacia, cuya mejora provocará la reducción de la sintomatología alimentaria.
La bulimia nerviosa es un trastorno grave con un amplio rango de comorbilidad con otros trastornos: depresión, ansiedad, consumo de alcohol o estimulantes… Se caracteriza por atracones, conductas compensatorias para perder peso y una distorsión de la imagen corporal.
Afortunadamente, la bulimia es un trastorno que tiene cura, y que conviene abordar a nivel médico y psicológico.
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- Pérez, M., Fernández, J.R., Fernández, C. y Amigo, I. (2010). Guía de tratamientos psicológicos eficaces I y II:. Madrid: Pirámide.