Cambiar un hábito en 6 pasos

Cambiar un hábito en 6 pasos
Gema Sánchez Cuevas

Revisado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.

Escrito por Edith Sánchez

Última actualización: 30 julio, 2020

Cambiar un hábito es todo un reto, especialmente si está muy arraigado. Por otro lado, mirándonos al espejo, todos somos capaces de identificar una costumbre que nos gustaría cambiar. Llega el fin de año y nos hacemos el propósito de hacer o dejar de hacer. Lo cierto es que muchas veces comenzamos bien, pero al poco tiempo volvemos a lo mismo.

La buena noticia es que sí hay métodos eficaces para cambiar un hábito. A veces lo que falla no es la voluntad, sino la estrategia. Por supuesto que se requiere de esfuerzos y perseverancia, pero sin un método adecuado es mucho más difícil conseguir el objetivo de cambiar.

Para cambiar un hábito se necesita poner en juego aspectos cognoscitivos, emocionales y volitivos. La decisión es solo un precedente necesario, pero no suficiente. A partir del análisis de la conducta humana, se ha establecido que el propósito de alterar una costumbre pasa por seis etapas. Son las siguientes.

Nadie puede ser esclavo de su identidad: cuando surge una posibilidad de cambio, hay que cambiar”.

-Elliot Gould-

1. Precontemplación, el primer paso para cambiar un hábito

El proceso de cambiar un hábito empieza con esos indicios que comienzan a susurrar en el oído. Una voz, casi siempre tenue, dice que hay una costumbre poco saludable o positiva en nuestras vidas. A veces son otros, a veces uno mismo quien detecta el hecho. Lo cierto es que aparece la idea de que quizás haya alguna conducta que sería bueno erradicar.

Chica con los ojos cerrados simbolizando cómo cambiar un hábito

Al mismo tiempo se presenta una negación de los hechos. La resistencia a veces es muy fuerte. Buscamos razones para mantener el hábito, o desestimamos los argumentos que invitan a cambiarlo. Las personas tendemos a mantener todo igual y la idea de un gran cambio no nos entusiasma en un comienzo.

2. Contemplación

Es la etapa más larga en el proceso de cambiar un hábito. Dura meses, años, o toda la vida. Comprende el momento en el que cada quien se hace consciente de que efectivamente tiene una costumbre negativa, que esto le afecta y que lo adecuado sería introducir una transformación.

Esta también es la fase en la que a veces se toma la decisión de cambiar y eventualmente se hacen los primeros intentos por lograrlo. Ya no hay negación. Lo que sí puede haber es falta de motivación o dificultades para encontrar el camino del cambio.

3. Preparación

La preparación es aquella fase en la que comienzan a hacerse esfuerzos por cambiar. Es el tiempo de la exploración. Intentos fallidos, no muy constantes, que de todos modos se realizan, aunque finalmente no se consoliden.

Hombre subiendo una cuesta de una montaña con una piedra simbolizando cómo cambiar un hábito

En esta etapa la persona descubre el grado de dificultad que tiene el cambiar un hábito. Persiste la conciencia de que es necesario hacerlo y comienzan a identificarse los principales obstáculos para lograrlo efectivamente. Es una etapa necesaria que, de todos modos, representa un avance.

4. Concreción

En esta fase hay esfuerzos conscientes, dirigidos y continuados por alcanzar un cambio. Se plantea una estrategia para lograr el objetivo, muchas veces motivado en los consejos de otros, o en información que se recaba al respecto. Hay logros visibles, aunque no necesariamente un cambio radical.

Muchas veces la consolidación falla porque no se han llevado a cabo las etapas anteriores. Hay quienes quieren comenzar el proceso concretando un logro, lo cual es extremadamente difícil y, casi siempre, fallido. En todo caso, en esta etapa ya hay avances perfectamente observables y claros.

5. Mantenimiento

Como el nombre lo indica, esta es la fase en la que se mantiene el nuevo comportamiento. Se ha dejado o se ha adquirido un nuevo hábito y ahora la tarea es lograr que este persista y se integre a nuestra forma natural de vivir. Hay mayor seguridad y confianza.

avión rojo ascendiendo simbolizando cómo cambiar un hábito

Sin embargo, para que la nueva conducta se mantenga, lo ideal es que se adquieran nuevos hábitos de refuerzo. Por ejemplo, si el objetivo es dejar de fumar y se ha logrado, no va nada mal que esto se acompañe de un nuevo hábito asociado con la actividad física. También es muy importante mantener la motivación y recompensarse frecuentemente por los logros.

6. Recaída

Las recaídas son una parte normal de un proceso de cambio. La mente humana no es lineal, sino que funciona a través de curvas ascendentes o descendentes. Sin embargo, una recaída no devuelve a una persona hasta el punto cero del proceso, incluso si es muy fuerte. Todo el camino recorrido sirve para recomenzar, a un paso más acelerado.

Lo aconsejable es retomar el proceso desde la fase de preparación. También es fundamental no fustigarse y, en cambio de ello, alentarse, motivarse y no permitir que la duda o la desconfianza se apodere de nuestro estado de ánimo. Siempre es bueno examinar qué llevó a la recaída e identificar los factores de riesgo hacia el futuro.

Piedras del equilibrio simbolizando cómo cambiar un hábito

Cambiar un hábito no es fácil, pero lo cierto es que cuando lo logras también incrementas tus sentimientos de autoestima, optimismo y confianza en lo que eres capaz de hacer. También, por supuesto, incrementas tu calidad de vida y eliminas factores de potencial daño para ti.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.