¿Qué caracteriza a una relación sana?
Sabemos que el “fueron felices y comieron perdices” no existe, que el príncipe azul solo está en los cuentos y que “el felices para siempre” es una utopía, pero aun así acumulamos relaciones sin saber qué es una relación sana.
Sufrimos por amor, nos anulamos por amor, nos humillamos por nuestra pareja, lloramos por una ruptura y hacemos lo que sea por personas que no lo merecen. Quizás tengamos un profundo miedo a estar solos, a mirarnos cara a cara a nosotros mismos y descubrir quiénes somos en realidad.
“El amor requiere de dos, pero sin dejar de ser uno.”
-Walter Riso-
Hemos tenido tantas relaciones y nos han hecho tanto daño que no somos capaces de diferenciar una relación sana, simplemente tenemos miedo a la soledad y nos conformamos con personas que no nos tratan bien o no nos quieren.
Aprende a diferenciar una relación insana
El psicólogo Walter Riso en su libro Enamorados o esclavizados nos ayuda a diferenciar aquellas relaciones dañinas que nos perjudican y no nos aportan nada bueno. Riso diferencia los siguientes tipos de relación insana:
Amor obsesivo
Según explica Riso: “La obsesión implica que el amor se vuelve insaciable en la relación. Uno de los miembros de la pareja nunca está satisfecho con su relación, no puede hacer nada sin su pareja y demuestra una gran dependencia”.
Una persona que sufre una relación así, se siente obligada a dar lo que no quiere, se estresa y en algunos casos se siente acosada. Una pareja obsesiva no tiene límites, no nos deja espacio para nuestra libertad y nuestra individualidad.
“Bendito sea el desamor que te libera de la persona que te amarga la vida. Bendito sea el desamor que te suelta y te permite ser tu mismo.”
-Walter Riso-
Amor fusionado
Se trata de parejas en las que cada persona ha perdido su identidad, ha perdido su amor propio. Los enamorados de este tipo, sostiene Riso, acaban adoptando los mismos gestos, chistes y formas de vestir que su pareja. Incluso, a veces, el amor fusionado se llega a manifestar una cierta posesión hacia la otra persona.
Pero amar significa mucho más y, sobre todo, significa mantener nuestra individualidad, dejar que la otra persona sea como es, amarla por ello y ser nosotros mismos, con nuestros defectos y virtudes. Es una cuestión de aceptación.
Amor temeroso
Todos tememos que una relación se rompa o que salgan mal las cosas con una persona que nos gusta, pero no podemos olvidar que amar a otra persona es un riesgo siempre. El miedo a la pérdida denota una persona insegura, que tiene miedo al fracaso y al abandono.
Pero ese miedo se desdobla en otros muchos: miedo a que nuestra pareja nos decepcione, a que exista una infidelidad, a que nos abandonen, a que el amor termine sin razón aparente. Riso recomienda ser conscientes de que en el amor no hay certezas, que tenemos que aceptar la incertidumbre.
Amor opresivo
En el amor es obligatorio respetar la libertad de la otra persona, es decir, que tenga sus propios amigos, actividades, preferencias, gustos y opiniones. Un amor que no respeta todos esos aspectos resulta opresivo y nos impide ser nosotros mismos.
Cada miembro de la pareja debe respetar la personalidad, principios, valores y metas de la otra persona, aunque sean diferentes. Es importante aprender y aceptar esas diferencias para que la pareja sea sana y exista una confianza mutua.
Claves de una relación sana
Marc y Angel Chernoff han pasado mucho tiempo ayudando a sus clientes a construir relaciones sanas y duraderas y han logrado dar algunas respuestas a una pregunta que nos hacemos todos: ¿Qué se necesita para crear y alimentar una relación saludable?
Para ello han creado un listado de lo que no debes hacer para tener una relación sana. Te exponemos algunos de sus planteamientos.
No esperes que tu relación resuelva tus problemas
Si tienes miedo a estar solo, una relación de pareja no es la solución, antes tendrás que ver de dónde viene y a qué se debe ese miedo a la soledad y una vez que lo hayas resuelto y superado, podrás relacionarte de forma sana con otra persona.
“A esta hora, en algún lugar del mundo, hay alguien que estaría feliz de tenerte.”
-Walter Riso-
No puedes olvidar que tus vacíos, tus miedos, tu aburrimiento son problemas que solo te atañen a ti y que van a persistir en una relación si no los resuelves antes. Por lo tanto, enfréntate a ti mismo y valora tus problemas antes de iniciar una relación.
No te pegues
Cuando comenzamos una relación es normal que queramos pasar mucho tiempo juntos, pero poco a poco debemos dejar un espacio a nuestra pareja y tener nuestro propio espacio. No podemos olvidar que tenemos nuestra vida y que respetar un tiempo para nosotros es fundamental para que la relación sea sana.
Las parejas que son felices saben valorar el tiempo a solas, disfrutan de su independencia para hacer las cosas de forma diferente y, al final del día, comparten todas sus experiencias mutuamente como una forma de enriquecerse.
No guardes secretos
La confianza es la base esencial de cualquier relación sana. Si se pierde la confianza es muy complicado volver a recuperarla. Por ese motivo, es importante que nuestra pareja no se sienta una extraña en nuestras vidas.
Habrá ocasiones en las que queramos estar solos, en las que necesitemos espacio para tratar nuestros problemas y una pareja saludable nos lo va a dar, pero nosotros, sí queremos ese espacio es bueno que hagamos un esfuerzo de sinceridad y le hablemos de las razones que nos llevan a tomarnos esa pausa.
A veces escuchamos frases como “no se lo dije, pero tampoco le mentí”, que es una contradicción absoluta, porque las omisiones son mentiras. Si mientes u omites la verdad, esta saldrá antes o después a la luz.
No dejes que el miedo te domine
Nunca se pierde por amar, se pierde por contenerse. Ninguna relación sana, en la que existe el amor compartido, es imposible a menos que te niegues a darle una oportunidad. Amar a otra persona significa darle la oportunidad de herirte, pero también de hacerte feliz.
No podemos ir por la vida con miedo a relacionarnos, es importante que aprendamos a confiar, aunque nos hayan hecho daño antes. Lo importante es no cometer los mismos errores y aprender cada día.