Carlo Rovelli, el nuevo Stephen Hawking
Carlo Rovelli y Stephen Hawking coinciden. Los dos estudiaron física, ambos se convirtieron en divulgadores científicos y representan dos de las mentes contemporáneas más lúcidas e inspiradoras.
Uno de los rasgos distintivos de Carlo Rovelli es el puente que ha construido entre el saber de la física y la poética literaria. Sus libros son un espacio en el que se mezcla la ciencia y la lírica. Además, ha esgrimido unas tesis provocadoras y fascinantes desde su área: la física cuántica.
Desde hace un tiempo, la física se ha convertido en un campo lleno de sorpresas y de imágenes fantásticas. Carlo Rovelli forma parte de ese sector de físicos que nos dejan atónitos con sus hallazgos sobre el funcionamiento de la materia y del universo.
Como Stephen Hawking, Rovelli le ha dedicado buena parte de su estudio a un fenómeno que sigue siendo enigmático: el tiempo.
“Creo que la física está a punto de escapar de la prisión de los pensamientos recibidos y de emprender la búsqueda de nuevas formas de pensar el mundo; a punto de despejar un poco el lago brumoso de los sueños no sustanciales, que reflejan la realidad como el lago refleja las montañas”.
-Carlo Rovelli-
¿Quién es Carlo Rovelli?
Ante todo, Carlo Rovelli ha logrado enamorar de la física a miles o quizás millones de personas. Sus libros Siete breves lecciones de física y El orden del tiempo están tan bien escritos y son tan amenos que la mayoría nos preguntamos por qué la primera vez no nos lo contaron así.
Rovelli nació en Verona (Italia) y ha vivido allí, en Estados Unidos y en Francia. Es uno de los fundadores de la teoría de la gravedad cuántica de bucles. Sus obras han sido traducidas a más de 30 idiomas y es leído con igual pasión por científicos y por poetas.
También escribe sobre historia y filosofía de la ciencia. Es un pensador crítico que dos veces estuvo en la cárcel durante su juventud: una por sus opiniones subversivas y otra por negarse a prestar el servicio militar en Italia. En una de sus múltiples entrevistas, señaló que su gran sueño había sido convertirse en vagabundo.
El tiempo: una sustancia misteriosa
Carlo Rovelli ha reflexionado a fondo sobre el tiempo. Suele comenzar sus exposiciones hablando de la concepción occidental más popular y extendida del tiempo: la linealidad. Para explicarlo se vale de una soga. A esa soga le va poniendo cuentas: una cuenta es el día de hoy, otra hace un mes, otra hace un año, etc.
Luego, con otra soga, hace lo mismo, pero esta vez mirando hacia adelante: una cuenta es mañana, otra dentro de un mes, otra cuando morimos, otra después de que estamos muertos, etc. Así era como Newton concebía el tiempo: como una línea continua con la que fluíamos de forma simultánea.
Entonces llegó Einstein y las cosas cambiaron. Para graficar su aporte, lo que hace Rovelli es colgar una tela de las sogas: así es el tiempo. No es una línea, ni una cuerda, sino una superficie que, además, no es plana, sino curva y tiene agujeros. No existe el tiempo a secas, sino el espacio-tiempo.
Donde es más abajo en la curva, el tiempo pasa más lentamente. En cambio, en las zonas abultadas, o sea, “arriba”, el tiempo pasa más rápido. En los agujeros el tiempo pasa rapidísimo, pero en sus bordes, no pasa. En el mundo de lo infinitamente pequeño, el tiempo sucede “a saltos”.
Luego Rovelli suele preguntar: “¿Qué es el tiempo?” Y él mismo se responde: “No lo sabemos”.
Físico y pensador
Carlo Rovelli, como ya lo anotamos, es el fundador de la “teoría de la gravedad cuántica de bucles”. Este es un campo en el que se pretende alcanzar una síntesis entre la teoría de la relatividad y la mecánica cuántica, las dos grandes revelaciones de la física durante el último siglo.
Otra de las facetas de Rovelli es la de su enfoque hacia la filosofía de la ciencia. Y en ese terreno también ha tenido oportunidad de referirse al pensamiento religioso, algo que parece estar en la orilla opuesta de la ciencia.
Al respecto señala que no existe una contradicción real entre hacer ciencia y creer que Dios hizo el universo. Sobre todo, porque el universo sigue siendo un misterio y la ciencia está lejos de descifrarlo.
Sin embargo, en lo que sí hay una auténtica contradicción es en la postura de la religión y de la ciencia frente a la verdad. Los creyentes afirman tener verdades absolutas acerca de la realidad. La ciencia, en cambio, es pregunta eterna y, por lo tanto, parte de la idea de una profunda ignorancia.
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- Rovelli, C. (2003). Loop quantum gravity. Quantum Gravity, Physics World. Rovelli, C. (2018).
- El orden del tiempo
- . (Vol. 518). Anagrama.