Cesare Lombroso y su clasificación de los criminales
El nombre de Cesare Lombroso está fuertemente ligado a la historia de la criminología. Su clasificación de los criminales fue, durante mucho tiempo, la principal herramienta para establecer el perfil de los delincuentes. De hecho, muchos de sus postulados se debaten todavía en el campo del derecho.
Cesare Lombroso, médico y antropólogo de formación, es considerado el padre de la criminología. Su obra “Tratado antropológico experimental del hombre delincuente” se asume como la primera compilación sistematizada en esta área. Junto con Enrico Ferri y Raffaele Garofalo, fue uno de los grandes representantes de la criminología primigenia o criminología positivista.
“Hay ciertas pistas en una escena del crimen que, por su propia naturaleza, no se prestan a ser recogidas o examinadas. ¿Cómo se recogen el amor, la rabia, el odio, el miedo…? Estas son cosas que estamos entrenados para saber buscar”.
-James Reese-
El pensamiento de Cesare Lombroso estuvo fuertemente influenciado por las teorías de Darwin. En este sentido, Lombroso llegó a decir que los criminales eran “el eslabón perdido”, un ser que estaba en un punto intermedio entre el simio y el hombre.
Lo más destacado de la obra de Cesare Lombroso fue su clasificación de los criminales. Los dividió en: criminal nato, delincuente loco moral, delincuente epiléptico, delincuente loco, delincuente pasional y delincuente ocasional. Veamos cómo definió cada una de esas categorías.
Cesare Lombroso y el criminal nato
Para Cesare Lombroso era posible determinar si alguien era delincuente analizando sus características corporales. Según su enfoque, el criminal presenta rasgos de inferioridad orgánica y psíquica que resultan evidentes a los ojos.
En el caso del criminal nato, este se caracterizaría, desde el punto de vista físico, por los siguientes rasgos: cráneo pequeño, gran órbita ocular, frente hundida, abultamiento en la parte inferior de la zona posterior de la cabeza, etc. En lo psicológico es insensible, impulsivo y no siente remordimientos.
Delincuente loco moral
Según Cesare Lombroso, el delincuente loco moral rara vez está internado en centros de atención psicológica especial. En cambio, con frecuencia se le encuentra en las cárceles y los prostíbulos. Son astutos, antipáticos, vanidosos y egoístas.
Desde el punto de vista físico, se parecen al criminal nato en su mandíbula prominente. Su rostro muestra varias asimetrías. Sin embargo, en este caso no es fácil identificarlo por su apariencia, sino por su comportamiento. Simulan locura y desde la infancia podemos identificar en ellos esta forma de ser.
Delincuente epiléptico
Para Lombroso, la epilepsia era una señal de criminalidad. Esta podía manifestarse de la manera habitual, con ataques, o darse sin ninguna manifestación aparente. En ambos casos, hablaríamos de uno de los delincuentes más peligrosos.
Se caracterizarían por ser vagos, amantes de los animales, destructivos y vanidosos. Lombroso también señala que tendrían tendencia al suicidio y que, junto con los locos morales, son los únicos que buscan asociarse para delinquir.
Delincuente loco
Cesare Lombroso distingue entre los locos delincuentes y los delincuentes locos. Los locos delincuentes son enfermos que no razonan y no son responsables de sus actos. Los delincuentes locos, en cambio, cometen un delito y luego enloquecen en la prisión.
Indica que hay tres tipos de delincuentes locos: el alcohólico, el histérico y el mattoide. El primero es el que se embriaga y comete delitos. El histérico tiene una gran tendencia a mentir y una inclinación natural al erotismo. El mattoide, por su parte, está en la línea que separa la cordura de la locura. Delinquen por impulso.
Delincuente pasional
El delincuente pasional actúa por impulso y está movido por pasiones nobles. Las pasiones bajas están reservadas únicamente para los delincuentes comunes. No tiene rasgos físicos particulares que lo identifiquen, salvo que su edad oscila entre los 20 y los 30 años.
Este tipo de criminales son sumamente afectuosos y sienten una gran conmoción después de cometer el delito. A veces intentan suicidarse. Los motivos que los llevan a cometer un crimen pueden ser tres: duelo, infanticidio y pasión política.
Delincuente ocasional
Lombroso dice que los delincuentes ocasionales se clasifican en tres grupos: los pseudo-criminales, los criminaloides y los delincuentes profesionales. Los primeros cometen delitos que pueden ser de tres tipos: involuntarios, sin perversidad (motivados casi siempre por la necesidad) y en defensa propia.
Los criminaloides son los que cometen delitos movidos o presionados por las circunstancias. En condiciones normales, no los cometerían, aunque tengan cierta predisposición a ello. Finalmente, los delincuentes profesionales son aquellos que combinan actividades legales con delitos.
La teoría y la clasificación de criminales de Cesare Lombroso se mantuvo vigente por un tiempo, pero luego fue radicalmente revaluada. Aparecían serias deficiencias en los diferentes contrastes que se intentaron utilizando el método científico . También, por momentos, se tornaba peligrosa: incitaba al prejuicio y a veces propugnaba por la “eliminación definitiva” del criminal.