Cómo superar el síndrome post-vacacional

El famoso síndrome post-vacacional afecta a más de la mitad de las personas que vuelven de vacaciones. Te enseñaremos a minimizar su impacto.
Cómo superar el síndrome post-vacacional
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Última actualización: 06 agosto, 2023

Quién no ha sufrido en alguna ocasión, o en muchas, el síndrome post-vacacional. En periodo de vacaciones mucha gente aprovecha esos días para relajarse, para ir a la playa, para escaparse a la montaña alejado del mundanal ruido o para hacer el viaje de sus sueños a la otra punta de la Tierra.

Sin embargo, cuando volvemos de nuevo a la rutina, ahí está, esperándonos. No es algo extraño, al contrario, el síndrome post-vacacional afecta a más del 60% de las personas que vuelven a casa tras el verano.

“Ningún hombre necesita tanto unas vacaciones como la persona que acaba de tomarse unas.”

-Elbert Hubbard-

¿Formas parte de este tanto por ciento? ¿Quieres que la vuelta al trabajo sea lo menos traumática posible? Si quieres enfrentarte a él, presta mucha atención a los siguientes consejos que te mostramos a continuación. Seguro que así vuelves con energía mucho más positiva.

Cómo superar el síndrome post-vacacional

1. Vete acostumbrado a los horarios

Mujer apagando su despertador

En vacaciones siempre tendemos a levantarnos cuando nos place, y cuando volvemos tan repentinamente al trabajo, nos cuesta un mundo madrugar.

Por ello, es importante que una semana antes de volver a la rutina acostumbres a tu cuerpo a levantarte un poco antes de lo normal. Un día sal de la cama una hora antes de lo habitual, al día siguiente 2 horas… y así sucesivamente. Seguro que de esta forma te será mucho más fácil levantarte cuando sea necesario.

2. Huye de la rutina diaria

Cuando retomamos nuestros respectivos quehaceres profesionales, se tiende siempre a caer a la rutina. Se coge siempre la misma ruta, se habla con la misma gente, se come en los mismos sitio… Al poco de regresar parece que nunca hubo vacaciones.

Esto provoca cierto sentimiento de tristeza que hace que echemos de menos esos días que pasamos alejados de todo. Para evitar esto, no estaría de más que hicieses cosas fuera de lo normal como deportes exóticos, descubrir nuevas aficiones, o darte una pequeña escapada durante el fin de semana.

3. Frente al síndrome post-vacacional, pensamiento en positivo

Como es normal, justo antes de volver al trabajo, no paramos de pensar en “todo lo que se nos viene encima”. Reuniones, discusiones con el jefe, horarios estrictos… Todo esto hace que surja un estrés añadido.

Ante esto, lo primero que tienes que hacer es tranquilizarte y sosegarte. Es también importante que te organices con todo lo que tengas que hacer antes de volver al trabajo. Así evitarás agobios que lo único que harán es desconcentrarte.

4. No dejes de hacer las cosas que hacías en las vacaciones

Amigas compartiendo mientras toman café

Hay cosas que solo solemos hacer cuando estamos de vacaciones, como por ejemplo ir a la piscina, pasear por la playa, o ir de compras para después tomarnos un helado con un amigo. ¿Por qué no haces también esto cuando vuelvas a la rutina?

Si continúas dándote esos pequeños caprichos, la vuelta a tus obligaciones no será tan traumática y estresante. Y es que gracias a estos pequeños placeres, conseguirás una pizca de felicidad. Además, así también conseguirás relajarte y desconectar un poco de todo lo que te rodea.

“El que no tiene dos terceras partes de la jornada para sí mismo, es un esclavo, sea lo que sea, político, comerciante, funcionario o erudito.”

-Friedrich Nietzsche-

5. Descansa y ahuyenta el síndrome post-vacacional

De nada sirve que comiences a trabajar ya estresado. Cumple los horarios de sueño e intenta relajarte. El cansancio lo único que hará será agravar ese síndrome post-vacacional. Olvídate, del alcohol y la cafeína, ninguno de ellos te ayudará a sobrellevar los primeros días de vuelta a la normalidad, más bien al contrario.

Como habréis comprobado, es importante acostumbrarse a ciertos hábitos unos días antes de volver al trabajo. Seguro que si los ponéis en práctica, volveréis a la rutina diaria con las pilas bien cargadas y con ganas de comeros el mundo.


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