¿Conoces la escritura como herramienta terapéutica?
En terapia psicológica se abordan múltiples y diferentes problemas, trastornos y dificultades personales. Los psicólogos que practican la psicoterapia (la forma más conocida de ejercer la “psicología”) tienen que ser muy creativos a la hora de escoger, crear o adaptar las herramientas terapéuticas que van a utilizar para dar “en la tecla correcta”. Una de las técnicas más utilizadas en psicoterapia es la escritura, por ello en este artículo explicaremos en qué consiste y para qué se usa la escritura como herramienta terapéutica.
Existen diferentes maneras de utilizar la escritura como herramienta terapéutica, pero todas coinciden en que buscan la exteriorización sobre el papel de contenidos mentales como: pensamientos, dudas, deseos, metas, objetivos, planificaciones y también de los sentimientos y emociones. Ahora bien, escribir sobre todo ello sin ninguna pauta o consejo profesional no es terapéutico. Es decir, que se trate de una escritura pautada, ritualizada y con directrices es lo que hace terapéutica a la escritura.
¿Con qué personas puede utilizarse la escritura como herramienta terapéutica?
A pesar de que la escritura como herramienta terapéutica puede ser utilizada en diversas situaciones y motivos de consulta, es una técnica recomendada para un perfil determinado de pacientes y problemas. En primer lugar, se trata de una técnica que se recomienda con pacientes que tengan unas habilidades de lectura y escritura suficientes como para poder afrontar bien la tarea. Dicho de otro modo, tienen que ser personas a las que no les genere ansiedad el tener que escribir, que sean capaces de hacer la tarea sin experimentar una sensación de incapacidad o inferioridad.
En este sentido, nos referimos a que la tarea tiene que ser una “apuesta segura”. Si sabemos que el paciente tiene las habilidades necesarias pero no se cree capaz de escribir con un fin terapéutico, es necesario trabajar antes en sesión, aspectos como la autoestima, autoconcepto y autoeficacia. Una vez mejoradas todas estas características personales se puede utilizar la escritura como herramienta terapéutica.
En segundo lugar, la escritura ayuda mucho a pacientes que tienen dificultades para exteriorizar verbalmente lo que les ocurre, sienten, piensan o desean. Para estas personas, escribir es una forma de soltar aquello que les afecta sin tener presión y sin sentir vergüenza. Además escribir sobre pensamientos, sentimientos y deseos es una de las mejores formas de ponerlos en orden. De este modo, lo caótico se convierte en ideas manejables y claras. Por ello, es muy bueno utilizar la escritura como herramienta terapéutica en personas muy introvertidas.
¿Cuándo se utiliza la escritura como herramienta terapéutica?
Una vez que se tiene claro que el paciente puede realizar las tareas terapéuticas de escritura, tenemos que adaptar la tarea a su caso particular. Las situaciones más frecuentes en las que se escogen tareas de escritura son las siguientes:
- Gestión emocional de sentimientos incómodos frente a eventos pasados.
- Recuerdos traumáticos.
- Trastorno de Estrés Postraumático.
- Abusos sexuales.
- Elaborar un duelo.
- Asumir el cambio de rol o ciclo vital.
- Toma de perspectiva frente a un problema.
- Mejorar autoestima.
- Prevenir recaídas (tanto en casos de adicciones como en trastornos de ansiedad o depresión).
Además de utilizarse en estas situaciones que son de psicología clínica, es decir, en las que hay un diagnóstico, también se puede utilizar la escritura como herramienta en procesos de coaching y transformación personal. A la hora de definir objetivos y elaborar un plan de acción para alcanzarlos, escribir es la mejor herramienta. Tener a la vista -sobre papel- aquello que quieres alcanzar y pensar en cómo alcanzarlo es además una estrategia motivacional que libera recursos atencionales, permitiendo que puedas destinarlos a concentrarte en lo que realmente tienes que hacer.
¿Cuáles son las tareas de escritura terapéuticas más comunes?
La escritura como herramienta terapéutica es utilizada con unos objetivos concretos. Por otro lado, dentro de las tareas más comunes encontramos tres categorías: cartas, frases o mensajes y diarios. Las cartas son bastante utilizadas en psicoterapia, lo más frecuente es pedirle al paciente que se escriba una carta a sí mismo o se la escriba a alguien o a un síntoma. Se le pide al paciente que exprese todo lo que piensa o siente en esa carta, y luego se trabaja todo lo escrito en la sesión de terapia.
Por otro lado, se utilizan las frases o mensajes que casi siempre son dirigidos hacia uno mismo y buscan recordar cualidades personales importantes, automotivarse o evitar tropezar con la misma piedra de siempre. En estos casos, se le pide al paciente que escriba en un post it y coloque este mensaje a la vista o bien que lleve la frase o mensaje en su cartera para que pueda utilizarlo para recargar la motivación en aquellos momentos en los que lo necesite.
Finalmente, también se utilizan los diarios. Con este tipo de tarea se le pide al paciente que cada día escriba sobre un tema en particular (que se tiene que haber seleccionado cuidadosamente). Con este tipo de tarea, el paciente además puede ir viendo por sí mismo la evolución de su problema, sus mejorías y sus cambios. En todos los casos, se tiene que trabajar en la sesión de terapia todo el contenido escrito en el diario; para que la escritura sea terapéutica, una vez plasmada sobre el papel, tiene que ser trabajada con el psicólogo o psicóloga en sesión. Es este el momento en el que podemos sacarle el máximo jugo a esta herramienta, lo que no quita para que en el proceso de escritura ya se haya producido cierto alivio en el paciente.