¿Qué son las emociones?

¿Por qué te emocionas? ¿Para qué sirve la alegría o incluso la ira? Las emociones son componentes vitales en tu existencia y el en siguiente texto te explicamos las razones.
¿Qué son las emociones?
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 11 octubre, 2023

Antonio Damasio, uno de los neurocientíficos más relevantes de la actualidad, define de manera muy didáctica qué son las emociones. Se trata de estados psicofísicos que guían la conducta. De hecho, dice de ellos que son «creadores de soluciones». Gracias a estos componentes biológicos te adaptas al entorno, aprendes y alcanzas el equilibrio o la homeostasis.

Mientras una emoción actúa como una reacción psicofisiológica, los sentimientos son la interpretación que haces de aquello que experimentas. Ello explica la importancia de poner nombre a lo que sientes con el fin de poder entender su mensaje y actuar en consecuencia. A continuación, te ofrecemos más datos de este tema tan valioso para tu bienestar psicológico.

«Tus emociones te hacen humano. Incluso los desagradables tienen un propósito. No los guardes bajo llave. Si los ignoras, se vuelven más ruidosos y enojados».

~ Sabaa Tahir ~

¿Qué son las emociones?

Si te has preguntado alguna vez qué son las emociones, te diremos de forma sencilla que son reacciones que sientes en respuesta a determinados estímulos de tu entorno. Mientras nuestra cultura tiene la singular costumbre de dividirlas en aquellas de valencia negativa y positiva, en realidad, ambas tienen una trascendencia decisiva: favorecer tu supervivencia.

Trabajos publicados en Frontiers in Psychology  inciden en su papel en procesos cognitivos como la percepción, la atención, el aprendizaje, la memoria, el razonamiento y la resolución de problemas. Sin embargo, aún hay más esferas decisivas que orquestan en tu conducta cotidiana. A continuación, te explicamos también para qué sirven las emociones.



Funciones de tus emociones

Como ya sabes, todo lo que sientes en tu día a día cumple las más diversas finalidades en tu vida. Cada estado psicofísico es fundamental para comprender, relacionarte e integrarte en el mundo que nos rodea. Descubre ahora sus funcionalidades:

  • Adaptación: estos procesos psicofísicos te permiten adaptarte a tu entorno y a tomar decisiones adecuadas para tu bienestar. Por ejemplo, el miedo te alerta de posibles peligros, la alegría refuerza comportamientos positivos, la tristeza te motiva a procesar las situaciones difíciles y la ira te alerta de las injusticias.
  • Aprendizaje: las emociones tienen un papel decisivo en los procesos de aprendizaje. Actúan como agentes de motivación, facilitan el recuerdo, la curiosidad y hasta la creatividad.
  • Comunicación: a través de las expresiones faciales, el tono de voz y lenguaje corporal, transmites información de cómo te sientes. Esto facilita desde la comprensión, hasta la empatía en las interacciones sociales.
  • Evaluación: estos estados actúan también como un sistema de evaluación interna. Te permiten valorar situaciones y experiencias en función de cómo te hacen sentir. Si algo te aporta bienestar, es probable que refuerces dicha conducta. Pero si te genera angustia o malestar, procederás a la evitación.
  • Toma de decisiones: las emociones influyen en tus decisiones cotidianas. A menudo, tus elecciones están influenciadas por tus estados emocionales. Esto puede tener también su aspecto negativo. A veces, tras un día de mayor estrés, caes en las compras impulsivas.
  • Socialización y vínculos sociales: estos estados internos tan decisivos en el ser humano desempeñan un papel clave en la formación y el mantenimiento de relaciones sociales. La empatía, la simpatía y la capacidad de comprender las emociones de los demás son fundamentales para construir relaciones sólidas y saludables.
  • Regulación emocional: las emociones también te indican cuándo necesitas hacer cambios en tu vida, como buscar apoyo emocional cuando te sientes triste o la necesidad de tomar un descanso cuando estás estresado.
  • Creatividad y expresión artística: estos componentes se alzan como una fuente de inspiración absoluta para la creatividad. De hecho, ellas son el canal más poderoso para muchos artistas.

¿Por qué nos emocionamos?

El médico Daniel López Rosetti te explica algo crucial en su libro Emoción y sentimientos (2018). Las personas somos seres emocionales que razonan. Por tanto, si te preguntas qué son las emociones, ten presente que son parte de ti, te guían, te impulsan y facilitan que te adaptes cada día a todo lo que te rodea.

Esto mismo ya nos lo indicó Charles Darwin en su momento al demostrarnos que también los animales tenían y expresaban emociones. Esta facultad psicobiológica ancestral les facilitaba a ellos y también a nosotros mismos avanzar como especie y colaborar para sobrevivir. El padre de la evolución fue una de las figuras que más acertó a la hora de explicarnos esta materia.

Sin embargo, a lo largo de la historia nos encontramos con más nombres, más enfoques y más teorías orientadas a darnos más respuestas sobre este tema. Te las describimos.

El libro de los ritos

El Libro de los Ritos es una enciclopedia china del siglo primero que todo el mundo debería ojear alguna vez. Forma parte del canon confuciano y aborda temas ceremoniales, sociales y sobre todo aspectos de la naturaleza humana. Si hacemos referencia a este libro es porque en él se te explica también qué son las emociones.

Es más, en esta obra se describe ya cuáles son las emociones básicas: la alegría, la ira, la tristeza, el miedo, el amor y la repulsión. Las lecciones que Confucio le daba a sus discípulos pueden conducirte a día de hoy a la misma paz y la felicidad de antaño.

La teoría de James-Lange

Estamos en el siglo XIX y William James, junto al científico danés Carl Lange, nos explicaron que las emociones dependen de dos factores: los cambios físicos que suceden en nuestro organismo ante un estímulo y la posterior interpretación que hagamos de ellos después.

Es decir, para estos autores la reacción fisiológica se desencadena antes de los pensamientos o sentimientos subjetivos. La teoría de James-Lange se ve a día de hoy con importantes matices, ya que ofrece una visión algo determinista.

El modelo Schacter-Singer

Nos vamos ahora a los años 60, a la prestigiosa Universidad de Yale, para conocer a dos científicos: Stanley Schacter y Jerome Singer. Ambos afinaron un poco más las teorías existentes hasta ese momento sobre qué son las emociones y dieron forma a su conocido e interesante modelo.

Schachter y Singer nos enseñaron que las emociones pueden aparecer al interpretar las respuestas fisiológicas periféricas de tu cuerpo, tal y como nos explicaron William James y Carl Lange. Sin embargo, y aquí llega la novedad, también pueden darse a raíz de una evaluación cognitiva.

Es decir, tus pensamientos y cogniciones pueden desencadenar también una respuesta orgánica y la posterior liberación de una serie de neurotransmisores que activarán una emoción determinada y una respuesta asociada. Trabajos publicados en Emotion Review destacan otra de sus aportaciones: la activación del sistema nervioso como elemento constitutivo de toda emoción.

Magda Arnold y la evaluación emocional

Magda Arnold introdujo la relevancia de la evaluación emocional que hace el ser humano sobre sus reacciones ante diferentes estímulos. Según la autora, primero percibes el estímulo, acto seguido realizas una evaluación y se desencadena la emoción. Tu evaluación es la que activará un sentimiento de atracción o de aversión.

De esta forma, si sentimos atracción, nuestra conducta será de acercamiento; y si sentimos aversión, nuestra conducta será de retirada. Un aspecto interesante que aporta la doctora Ardold es que los juicios que hacemos son casi siempre automáticos, no reflexivos ni intelectuales.

Paul Ekman, el pionero en el estudio de las emociones

Si deseas saber qué son las emociones, es decisivo que conozcas la obra de Paul Ekman. Su libro Basic Emotions, publicado en 1999, es toda una referencia. Así, cuando este psicólogo de la Universidad de San Francisco empezó a estudiar este tema, creía que, como la mayor parte de la comunidad científica, las emociones tenían un origen cultural.

No obstante, tras más de 40 años de estudios y análisis de gran parte de las sociedades que conforman nuestro mundo, concluyó una tesis que Darwin ya enunció en su momento: las emociones básicas son innatas y resultado de nuestra evolución. De este modo, y dentro de su teoría, Ekman estableció que el ser humano se define por un conjunto de emociones básicas y universales:

  • Ira
  • Asco
  • Miedo
  • Alegría
  • Tristeza
  • Sorpresa

Más tarde, y a medida que avanzaban sus investigaciones, amplió mucho más esta lista. Demostró, una vez más, que toda experiencia emocional es universal y no sabe de cultura, género, estatus o condición:

  • Culpa
  • Placer
  • Temor
  • Orgullo
  • Sorpresa
  • Repulsión
  • Bochorno
  • Desprecio
  • Vergüenza
  • Entusiasmo
  • Satisfacción
  • Complacencia

La rueda de las emociones, de Robert Plutchik

La teoría de Robert Plutchik te explica qué son las emociones desde un punto de vista más evolucionista. Este médico y psicólogo facilitó un interesante modelo en el que quedan bien identificadas y diferenciadas las 8 emociones básicas. Todas ellas habrían garantizado nuestra supervivencia a lo largo de nuestra evolución.

A ellas habría que sumar otras emociones secundarias e incluso terciarias que habríamos ido desarrollando con el tiempo para adaptarnos mucho mejor a nuestros entornos. Todo este interesante enfoque da forma a lo que se conoce como la rueda de las emociones.

En él puedes apreciar cómo las emociones varían en grado y en intensidad. Por ejemplo, es interesante recordar que  la ira es menos intensa que la furia. La revista PLOS ONE nos recuerda que esta herramienta sigue los principios de proximidad y oposición entre pares de emociones.

Cómo alcanzar el bienestar emocional

Llegados a este punto hay un aspecto a considerar. No basta con saber qué son las emociones. No es suficiente con saber qué neurotransmisor hay detrás de cada estado emocional o el número de estados emocionales que existen. Esto es como tener un manual de instrucciones sobre una máquina, pero no saber utilizarla a nuestro favor.

Es esencial trasformar el conocimiento teórico en conocimiento práctico. Gestionar tu universo emocional para favorecer el bienestar y potenciar la calidad de tus relaciones, productividad y creatividad es clave. Te explicamos cómo:

  • Reconoce tus emociones: el primer paso es ser consciente de lo que estás sintiendo. Tómate un momento para identificar y etiquetar tus emociones. Pregúntate a ti mismo: ¿qué estoy sintiendo en este momento?
  • Acepta tus emociones: las emociones no son buenas o malas. Todas son válidas y forman parte de la experiencia humana. Aprende a aceptar tus emociones sin juzgarte a ti mismo por sentirlas de cierta manera.
  • Identifica los desencadenantes: trata de identificar qué situaciones, pensamientos o eventos específicos desencadenan la forma en que te sientes. Esto te permitirá anticipar y prepararte para manejar de forma óptima estas experiencias internas.
  • Desarrolla habilidades de autorregulación: aprende estrategias para manejar tus emociones de manera saludable. Algunas técnicas incluyen la respiración profunda, la meditación, el ejercicio regular y la relajación muscular progresiva.
  • Cambia tus pensamientos: aquello que piensas y te dices a ti mismo puede influir en tus emociones. Practica la reestructuración cognitiva, que implica identificar y cambiar pensamientos negativos o distorsionados que pueden exacerbar tus emociones.


Las emociones, el motor de tu vida

Las emociones son una parte fundamental de tu existencia y desempeñan un papel determinante en todas tus esferas vitales. Son respuestas complejas y multifacéticas a estímulos internos y externos que influyen en tus pensamientos, comportamientos y relaciones.

Aprender a reconocerlas, comprenderlas y regularlas te aportará un gran bienestar psicológico. Ellas son lo que te hace humano, tus aliadas para lograr lo que deseas y esas herramientas que contribuyen a la satisfacción relacional y personal. Habilítate en este aprendizaje y potencia tus dotes de inteligencia emocional.


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