Las principales teorías de la emoción

Diversos psicólogos han creado teorías sobre el origen y naturaleza de las emociones. A continuación, presentamos las más importantes.
Las principales teorías de la emoción
Gema Sánchez Cuevas

Revisado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.

Última actualización: 23 mayo, 2022

La emoción es una experiencia psicofisiológica compleja que experimentamos como resultado de nuestras interacciones con el entorno. En este artículo vamos a ver las principales teorías de la emoción, es decir, las diferentes formas que tiene la psicología de explicar esta experiencia.

Desde el punto de vista de la psicología, la emoción es un estado complejo de sentimientos que da como resultado cambios físicos y psicológicos que influyen en el pensamiento y el comportamiento. La emocionalidad se asocia con una variedad de fenómenos psicológicos que incluyen el temperamento, la personalidad, el estado de ánimo y la motivación.

Según David G. Meyers, profesor de psicología en Hope College en Michigan, Estados Unidos, y autor de casi una veintena de libros, la emoción humana implica “… excitación fisiológica, conductas expresivas y experiencia consciente”.

Hay emociones positivas y emociones negativas. Estas emociones se pueden relacionar con un objeto, un recuerdo, un pronóstico, etc. Algunas emociones tendrían una pre-programación innata y serían universales, como amor, cuidado, alegría, sorpresa, ira y miedo. Estas son conocidas como emociones primarias. Las emociones secundarias son aquellas que aprendemos a través de nuestra experiencia, como el orgullo, la vergüenza, la negligencia, la simpatía y el horror.

A continuación haremos un recorrido por las teorías de la emoción para comprender la evolución de este tipo de experiencias. Profundicemos.

Teorías de la emoción

Las emociones ejercen una fuerza muy poderosa sobre el comportamiento. Pero, ¿por qué tenemos emociones?, ¿qué causa que tengamos estos sentimientos? Investigadores, filósofos y psicólogos han propuesto diferentes teorías de la emoción para explicar el cómo y el por qué de su existencia.

Bolas representando emociones

Las principales teorías de la emoción pueden agruparse en tres categorías:

  • Las teorías fisiológicas sugieren que las respuestas dentro del cuerpo son responsables de las emociones.
  • Las teorías neurológicas argumentan que la actividad dentro del cerebro conduce a respuestas emocionales.
  • Las teorías cognitivas sostiene que los pensamientos y otras actividades mentales juegan un papel esencial en la formación de emociones.

Teoría evolutiva de la emoción

El enfoque evolutivo se centra en el entorno histórico en el que se desarrollaron las emociones. De acuerdo con la teoría evolutiva de la emoción, nuestras emociones existen porque mejoran nuestra adaptación. Así, por ejemplo, nos motivan a responder con rapidez a los estímulos en el entorno, lo que ayuda a mejorar nuestras posibilidades de éxito y supervivencia.

Fue Charles Darwin quien propuso que las emociones han sobrevivido a la evolución porque son adaptativas y permiten a los humanos y animales sobrevivir y reproducirse. Los sentimientos de amor y afecto llevan a las personas a buscar pareja y reproducirse. Los sentimientos de miedo obligan a las personas a luchar o huir de la fuente del peligro.

Identificar y comprender las emociones de los demás también juega un papel crucial en la seguridad y la supervivencia. Al poder interpretar correctamente las manifestaciones emocionales de otras personas podemos, por ejemplo, responder antes y mejor al peligro.

La teoría de la emoción James-Lange

La teoría de la emoción de James-Lange fue propuesta de manera independiente por William James y Carl Lange. Esta apunta que las emociones ocurren como resultado de reacciones fisiológicas a los eventos.

Así, a medida que experimentamos diferentes eventos, nuestro sistema nervioso desarrolla reacciones físicas a estos eventos. La reacción emocional dependería de cómo se interpretasen esas reacciones físicas. Los ejemplos de estas reacciones incluyen un aumento en la frecuencia cardíaca, temblores, malestar estomacal, etc. Estas reacciones físicas, a su vez, generan otras reacciones emocionales, como ira, miedo y tristeza.

Imagina que estás paseando por el bosque y ves una serpiente venenosa. Empiezas a temblar y los latidos de tu corazón se aceleran. Esta teoría propone que concluirás que estás asustado (“Estoy temblando, por lo tanto, tengo miedo”). Según ella, no estás temblando porque estás asustado, sino que, te sientes asustado porque estás temblando.

La teoría de la emoción de Cannon-Bard

La teoría de la emoción de Cannon-Bard fue desarrollada por los fisiólogos Walter Cannon y Philip Bard. Walter Cannon no estuvo de acuerdo con la teoría de la emoción de James-Lange en varios aspectos.

Cannon sugirió que las personas pueden experimentar reacciones fisiológicas vinculadas a las emociones sin sentir realmente esas emociones. Por ejemplo, tu corazón puede incrementa la frecuencia sus latidos porque has estado haciendo ejercicio, no porque tengas miedo.

También argumentó que las respuestas emocionales ocurren demasiado rápido para que sean simplemente productos de estados o reacciones físicas. Por ejemplo, cuando te encuentras con un peligro, a menudo sentirás miedo antes de comenzar a experimentar los síntomas físicos asociados con él, como el aumento de la frecuencia cardiaca y respiratoria.

Cannon primero propuso su teoría en la década de 1920 y su trabajo fue ampliado posteriormente por el fisiólogo Philip Bard durante la década de 1930. De acuerdo con la teoría de la emoción de Cannon-Bard, sentimos las emociones y experimentamos las reacciones fisiológicas como sudar, temblar y tensión muscular simultáneamente.

Más específicamente, la teoría de la emoción de Cannon-Bard indica que las emociones se producen cuando el tálamo envía un mensaje al cerebro en respuesta a un estímulo, lo que resulta en una reacción fisiológica. Al mismo tiempo, el cerebro también recibe señales que activan la experiencia emocional. La teoría de Cannon y Bard dice que la experiencia física y psicológica de la emoción ocurre al mismo tiempo y que una no causa la otra.

Puños representando enfado

Teoría de Schachter-Singer

La teoría de la emoción de Schachter-Singer fue desarrollada por Stanley Schachter y Jerome E. Singer. Según esta teoría, el elemento de razonamiento juega un papel importante en la forma en que experimentamos las emociones. Esta teoría es un ejemplo de una teoría cognitiva de la emoción, y sostiene que la excitación fisiológica ocurre primero y luego el individuo debe identificar la razón de esta excitación para experimentarla y etiquetarla como una emoción.

La teoría de Schachter y Singer se basa tanto en la teoría de James-Lange como en la teoría de la emoción de Cannon-Bard. Al igual que la teoría de James-Lange, la teoría de Schachter-Singer señala que las personas deducen emociones basándose en respuestas fisiológicas. El factor crítico serían la situación y la interpretación que las personas hacen de esas respuestas.

La teoría de Schachter-Singer plantea que, cuando un evento causa excitación fisiológica, tratamos de encontrar una razón para esta excitación. Luego experimentamos y etiquetamos la emoción. Al igual que la teoría de Cannon-Bard, la teoría de Schachter-Singer también considera que respuestas fisiológicas similares pueden producir emociones distintas.

Teoría de la evaluación cognitiva

Según las teorías de evaluación de la emoción, el pensamiento debe ocurrir primero antes de experimentar la emoción. Richard Lazarus fue un pionero en esta área de la emoción. Es por eso que esta teoría a menudo se conoce como la teoría de la emoción de Lazarus. Esta teoría afirma que el cerebro primero evalúa una situación y la respuesta resultante es una emoción.

De acuerdo con esta teoría, la secuencia de eventos implica primero un estímulo, seguido por el pensamiento que luego conduce a la experiencia simultánea de una respuesta fisiológica y la emoción. Por ejemplo, si encuentras un oso en el bosque, puedes comenzar a pensar inmediatamente que estás en gran peligro. Esto lleva a la experiencia emocional del miedo y las reacciones físicas asociadas con la respuesta de lucha o huida.

Teoría de la emoción de retroalimentación facial

La teoría de la retroalimentación facial establece que el movimiento facial puede influir en la experiencia emocional. Los partidarios de esta teoría sugieren que las emociones están directamente relacionadas con los cambios en los músculos faciales.

Por ejemplo, una persona podría mejorar su estado de ánimo sonriendo. Igual que podría empeorarlo si frunce el ceño. Es decir, el corolario más sorprendente de esta teoría es ese que nos dice que podríamos generar emociones dibujando en nuestro rostro, de manera voluntaria, algunas de sus expresiones más características.

Charles Darwin fue uno de los primeros en sugerir que los cambios fisiológicos causados ​​por una emoción tuvieron un impacto directo en lugar de ser solo la consecuencia de esa emoción. Siguiendo con esta idea, William James propuso que, contrariamente a la creencia común, la conciencia de los cambios corporales activados por un estímulo es la emoción. Así, si no se sienten cambios corporales, solo habría un pensamiento intelectual, desprovisto de calidez emocional.

La teoría de la emoción construida

Esta revolucionaria teoría de Barret (2018) sostiene que con la emoción no se nace, sino que se hacen, es decir, se construyen. De acuerdo con esta psicóloga, las emociones, que se sienten de manera automática, no son universales ni están almacenadas en determinadas regiones cerebrales. Por el contrario, cambian de una cultura a otra y resultan de redes neuronales dinámicas.

Estas redes se encargan de realizar simulaciones, de elaborar predicciones y de corregirlas según los estímulos procedentes del medio. Así pues, las emociones aparecen como una mezcla de las propiedades físicas de un cerebro flexible que establece conexiones ante cualquier entorno.

Con esta teoría Lisa Feldman reemplaza la concepción clásica de la emoción por la teoría de la emoción construida. Para ella, el estímulo externo del entorno que origina una emoción, por ejemplo, de tristeza, no activa un circuito cerebral correspondiente a dicha emoción, provocando un conjunto de cambios corporales. Antes bien, las personas sienten la tristeza en ese instante porque, al haberse educado en una cultura particular, aprendieron que esta puede ocurrir cuando ciertas sensaciones coinciden con una pérdida terrible.

Apelando a las experiencias pasadas, el cerebro predice rápidamente lo que el cuerpo debería hacer para afrontar esa tragedia. Esa predicción provoca, en consecuencia, el incremento de la frecuencia cardiaca, el “nudo” en el estómago, y otras sensaciones, las cuales resultan en un caso típico de tristeza.

Emociones y bienestar

Para concluir, queremos resaltar una teoría sobre las emociones que ha adquirido mucha popularidad en los últimos años. Se trata de la teoría de la inteligencia emocional, popularizada por el psicólogo Daniel Goleman; quien se basó en la teoría de Inteligencias Múltiples de Howard Gardner.

Si bien esta propuesta teórica no se enfoca en el origen y naturaleza de las emociones, es de gran importancia conocerla, ya que resalta el papel fundamental que juega la regulación emocional para alcanzar el bienestar general.

En este sentido, la inteligencia emocional es concebida como la capacidad para reconocer nuestras propias emociones y las de los demás; discriminar entre los diferentes estados emocionales y denominarlos adecuadamente; así como la correcta gestión de las emociones para adaptarnos al ambiente o conseguir determinados objetivos.

Según Goleman, la inteligencia emocional es fundamental para alcanzar el éxito y el bienestar personal. Por tanto, debemos aprender a desarrollarla.


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