Cuándo terminar una relación de pareja
Terminar una relación de pareja es una decisión de la que nos acordaremos siempre. Da igual que sea acertada o no, que sea buena o mala, para nosotros, no se olvida. Buscaremos apoyo, comprensión de otras personas, pero al final se trata de nuestra decisión, de nuestra vida y es necesario escuchar a nuestra intuición.
Antes de nada, piensa en cómo será esa relación si continúa dentro de un año o de cinco años, quizás esa perspectiva te proporcione una idea de lo que quieres hacer, de lo que te hace sentir bien o mal. Es necesario ser muy realistas y no engañarnos a nosotros mismos, puesto que eso puede perjudicarnos a nosotros y a la otra persona.
“En los amores imposibles, la esperanza es lo primero que hay que perder”.
-Walter Riso-
Para saber si es hora de terminar nuestra relación de pareja, quizás sea el momento de hacernos preguntas sin buscar culpables. Las relaciones son cosa de dos, simplemente hay que buscar entender qué ha sucedido y cómo podemos aprender de ello con sabiduría y paciencia.
Preguntas que debes hacerte antes de terminar una relación de pareja
Muchas preguntas que nos haremos antes de terminar una relación de pareja serán dolorosas, porque a veces la realidad duele, pero son necesarias para madurar y para entender quiénes somos y qué queremos de una relación. Romper hace daño, pero seguir con una relación que no funciona duele más. Por ello es importante tomar las riendas de nuestra vida y enfrentarnos a la realidad cuando sentimos que algo en la relación comienza a fallar.El psicólogo Walter Riso, sostiene que el amor saludable contiene tres elementos: eros (deseo sexual), philia (amistad) y ágape (ternura, delicadeza) y que nunca puede faltar uno, porque si alguno falta, el sufrimiento aparecerá ya que sentiremos que la relación es incompleta.
¿Esta es la relación que deseo?
Si nos paramos a pensar si la relación que tenemos es la que queremos, lograremos tener una perspectiva clara de lo que realmente deseamos. Es importante ser muy realistas con nuestra relación, como decíamos antes, no excusar determinadas situaciones o actitudes que no nos gustan.
Si queremos otra cosa, si deseamos tener otro tipo de relación, simplemente quizás no estamos con la persona adecuada. Es momento de dejar las penas de lado. “Si la dejo sufrirá”, “no soy feliz, pero igual es la persona de mi vida y ahora no lo veo”… son frases que nos repetimos mucho. Las rupturas no son fáciles, sin embargo, continuar con una relación muerta es peor que acabar con dicha relación. Ambos se están perdiendo muchas oportunidades de conocer a otras personas, o simplemente, de vivir una vida de soltería.
Piensa detenidamente en lo que tú quieres realmente, no en lo que los demás opinan o piensan que es lo mejor para ti.
¿Qué pierdes y qué ganas con la relación y con la ruptura?
Muchas veces nos empeñamos en continuar con relaciones agónicas, sin darnos cuenta que puede ser una liberación romper con una persona que no nos hace felices o con la que no estamos a gusto. El miedo suele ser la emoción que nos paraliza. Tanto el miedo de hacerle daño a la otra persona como el miedo a sufrir nosotros. Por ello es importante dar el paso… y saber que los primeros serán los más complicados. Sin embargo, es parte del proceso.
Como dice Walter Riso ¿para qué humillarte? La humillación en cualquiera de sus formas – suplicar, jurar, agachar la cabeza, halagar excesivamente al otro – tiene un efecto bumerán, porque la humillación con el tiempo produce malestar.
“Si no te aman, no ruegues ni te arrodilles. El amor no se suplica, ni se exige, solo acontece. Y si no ocurre, te retiras dignamente y a otra cosa”.
-Walter Riso-
Es aconsejable hacer un análisis de la relación y de la posible ruptura para ver qué perdemos y qué ganamos. Pero sobre todo, es importante ver qué sentimos, qué nos dicen nuestro corazón y nuestra intuición. Esa sensación que podemos sentir en lo más profundo de nosotros mismos, no podemos ignorarla. Cuando estamos a gusto en una relación simplemente lo sabemos, al igual que cuando algo falla.
Terminar una relación de pareja: ¿El problema tiene solución?
Cuando tengas claras las razones por las que quieres terminar una relación de pareja, es importante ver si existe una posibilidad de resolver el conflicto. O en su caso, buscar una solución y resolver el problema si merece la pena. Es momento de poner en la balanza lo bueno y lo no tan bueno. Si resolver el conflicto aporta más que la ruptura. Pero, ¿qué pasa si la ruptura nos aporta consecuencias más positivas que la relación? La respuesta es evidente.Por ejemplo, si el problema es que la pareja tiene diferencias y discute mucho, quizás la solución sea aprender a discutir con madurez y a gestionar emociones. Sin embargo, si ha habido una infidelidad tienes que ser muy consciente de si eres capaz de olvidar y perdonar, porque de lo contrario quizás esa sea una buena razón para no volver a intentarlo.
“Nunca pierdas el valor con una persona que no sabe lo que tiene, si tú sabes lo que mereces”.
-Paulo Coelho-
Si te haces todas las preguntas anteriores y decides terminar una relación de pareja, es probable que lo pases mal un tiempo, pero todo dolor se atenúa y se supera con el transcurso de los días. Cada persona necesita un tiempo de asimilación, pero llegará un momento en que te darás cuenta de que tomaste la decisión acertada con madurez y valentía.